El príncipe y la joyera entre los pobres

Mundos distintos

 
 
En un reino situado a la mitad del desierto, donde solo un río y pocos oasis lo hidratan manteniendo sus vegetaciones vivas, el cual es clasificado en 4 clases: Realeza, nobles, militares y esclavos. En la parte de la realeza gobierna el rey Satoru y su esposa la reina Rin, de su matrimonio tuvieron 7 hijos, 5 varones y 2 hembras. Beta, Kumiko, Kokichi, Lavender, Kichi, Ouma y Aiko. Varios de ellos decidieron empezar una relación con nobles, mercaderes importantes y hasta artistas, dos de ellos les gustan los de su mismo género, y los otros son heterosexuales. En los nobles están las damas de compañía tanto de la reina como las princesas, mercaderes, artesanos de familias importantes y joyeros. Los militares son los que se encargan de defender el reino. Y los esclavos obviamente no viven en muy buenas condiciones, ya que aun no ha habido un rey que cambie esa ley, a duras penas les alcanza para comer y mantenerse, ya que los trabajos no les pagan muy bien.

 En el palacio solo queda uno de los hijos que es heredero al trono: el príncipe Ouma. Su padre dice que dentro de poco le traerá una prometida, hija de un sacerdote de un reino vecino, ya que mayormente es por cuestiones políticas, pero le darán un tiempo para conocerla para que la tome por esposa.
 
 En la aldea de los esclavos vive una joven de cabello corto llamada María, vive con sus hermanos Jeremy y Marijó. Los 3 perdieron a sus padres hace casi dos años, y el mayor se hizo cargo de sus hermanas, y hace tiempo se casó con una chica llamada Jenny, y ella también ayuda a sus cuñadas trabajando. Pero la del medio quiere mucho más, que ella y su familia salgan adelante y tener una vida mejor. Más porque ya cumplirá la edad de nubilidad (edad del matrimonio). Hay un chico llamado Mark que está enamorado de ella, pero ella no lo ha tomado en cuenta por ese tipo de afecto, solo lo ve como un amigo, pero este es capaz de lo imposible para tenerla como esposa. Más porque a la joven no le parece el momento, le gustaría más que su familia y pueblo dejen de pasar tanta necesidad, todos los días con los dedos llenos de barro y tierra, los ojos llenos de lágrimas por el desespero por sus familias. Quiere encontrar una gran vocación que los saque adelante
 
Jeremy: tráiganse la red. Ya iremos a pescar 🎣
 
Jenny: esta es la hora perfecta para atrapar varios
 
Marijó: ojalá esta vez tengan suerte
 
Jeremy: lo prometemos. Vámonos hermanita
 
María: vamos *agarrando la red* nos vemos más tarde
 
Jenny y Marijó: adiós
 
 Los do hermanos salieron caminando hacia el río. En el palacio por otro lado, el príncipe se encontraba conversando con sus hermanos al respecto sobre la chica que le traerán, de como será y como comportarse, porque es algo tímido con las chicas, más por los problemas de depresión que tuvo en el pasado. La reina Rin tiene una dama de compañía llamada Leonora, una mujer de cabello oscuro con puntas rosadas al igual que sus ojos. Leonora es una mujer que vino de una casa de prostitución, pero con su gran astucia logró obtener el título de dama de compañía de la reina, es bastante ambiciosa y doble cara, se comporta como amiga leal con la reina y totalmente diferente con los demás del palacio. Tiene una hija llamada Alejandra, de cabello oscuro y ojos aguamarina, es igual a su madre en actitud, es positiva pero también muy acosadora. No tiene amigas, excepto su dama Katya, una chica rubia de puntas salmón y ojos violetas. Leonora al enterarse que uno de los príncipes será el heredero, quiere que su hija se case con el para que ella sea la reina y ella la madre de La Gran Esposa Real, así tendrán mucho más. Alejandra también le ha gustado el príncipe desd

e niña, y quiere dos cosas: ser la reina y a el. Pero el problema surge cuando se enteran que ya el príncipe está comprometido, pero el busca una esposa de buen corazón
 
Katya: de donde es la prometida del príncipe?
 
Alejandra: la reina dijo que es hija del sumo sacerdote de Uaset. Un hijo que es aprendiz y su hija en edad de matrimonio

Katya: y que piensas amiga?
 
Alejandra: no se… mamá dice que espere a ver como es la novia, si le gusta a MI Ouma, tomaremos manos en el asunto
 
Katya: ohhh, vaya. Pues espero les resulte
 
Alejandra: también yo
 
 Por otro lado ahí mismo, se encuentra Sheng el joyero del palacio. Confecciona collares, pulseras, brazaletes, diademas, tiaras, anillos, diademas y amuletos, tanto para la familia real como el resto de los nobles del palacio y las damas del aren. Lo que es que en estos días ha estado más estresado porque tiene encargos pendientes y el rey le ha ordenado confeccionar unas joyas para la prometida del príncipe Ouma, pero con tanto que hacer no sabe si le dará tiempo. Tiene una novia llamada Angie, una chica de cabello casi napolitano. Angie es dama de compañía de la princesa Aiko, una de los menores menor de los príncipes, de vez en cuando lo va a visitar al taller, y cuando están desocupados se dedican su tiempo

 
Angie: hola mi amor
 
Sheng: hola tesoro. Como estás?
 
Angie: bien, la princesa me dijo que podía venir a verte. Como va el trabajo?
 
Sheng: algo difícil amor. Con los encargos atrasados más el regalo para la prometida del príncipe… no se si lograré terminar
 
Angie: ay…que mal *triste*
 
Sheng: necesito un asistente
 
Angie: deberíamos hacer pruebas para conseguirte uno
 
Sheng: lo se. Perdón por no poder pasar más tiempo contigo *un poquito avergonzado*
 
Angie: se que es por deber, no te preocupes. Encontraremos un ayudante. Debo irme, mi señora saldrá a pasear al río. Te veo más tarde *saliendo del taller*
 
Sheng: te veré cielito
 
 En el río por otro lado, estaban dos hermanos intentando atrapar peces, pero al parecer no había muchos a esa hora. La red en cada tiro estaba vacía. Parecía que estaban por darse por vencidos. Hasta que cuando volvieron a tirar la red, se atoró en algo.
 
María: que será eso?
 
Jeremy: no lo sé. Pero esta pesado *jalando la red*
 
María: *se tira al río*
 
Jeremy: HERMANA QUE HACES?! *preocupado*
 
 Pasa un rato y la chica no sale. Eso deja al mayor preocupado. Hasta que al rato…
 
María:*saliendo y volviendo a la orilla* hermano! Jala! No vas a creer lo que atrapamos *jala junto a su hermano*