La llegada de la prometida y un corazón herido

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Habían pasado los días y ya era la hora. El palacio estaba lleno de nobles para recibir a la comitiva de Uaset. El rey y la reina junto a sus hijos estaban en sus respectivos lugares, Ouma seguía nervioso por conocer a su prometida. Nuestra protagonista estaba entre nerviosa e incómoda ya que nunca había estado en un evento así

Alejandra: ni con todo ese maquillaje, las joyas y la ropa le quita lo andrajosa

Leonora: comportamiento hija. La reina puede tener informantes

Alejandra: mamá! Pero desde que dijiste que esa plebeya estaba viendo a MI príncipe, hay que tenerla más vigilada

Leonora: no te preocupes hija, si algo pasara, el rey no lo permitiría

Katya: si amiga, no te preocupes. El será TODO tuyo  

Alejandra: (así será)

 A lo lejos…

Scaramuccia: majestad… ya llegaron

Satoru: háganlo saber y déjenlos pasar

 La sacerdotisa Malana, la esposa de Scaramuccia se puso en un lugar donde todos la vieran y oyeran

Angie: ya vienen

María: en serio?
 
Angie: si

Malana: anunciando la llegad de la comitiva de Uaset. La presencia de Leo, sumo sacerdote de Uaset, junto a su hijo Aether, y su hija la joven Lumine

 En lo que terminó de anunciar, todos voltearon a ver. Del portón apareció la comitiva, dirigida por el sumo sacerdote acompañado de sus dos hijos, y su hija Lumine la prometida de Ouma. Ella era una chica de piel blanca, rubia y de ojos del mismo color, y su hermano igual. Se le veía a los lejos que estaba sonriendo, pues siempre hablaban muy bien de ella

 Se le veía a los lejos que estaba sonriendo, pues siempre hablaban muy bien de ella

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Ouma: wow!!! *sonrojado* que bonita

Aiko: saliste suertudo hermano

Alejandra: *a lo lejos* oíste mamá?! Dice que es bonita *molesta* 

Leonora: calma hija. Nadie es más bonita que tú

 Cuando el cortejo se acercó, Lumine ya estuvo en frente de quien sería su futuro esposo, aún más feliz que antes

Satoru: sean bienvenidos

Leo: es un placer volver a estas tierras mi señor. Más el honor de unir a nuestros hijos

Satoru: he aquí a mi hijo y heredero, el príncipe Ouma

Ouma: *ya más tranquilo* pareciera que el Sol bajó de lo alto del cielo. Me maravilla conocer a tan preciosa mujer *besándole la mano*

Lumine: un gusto también conocerte. He oído muchas cosas lindas sobre ti. Y me alegro que vayamos a contraer unión

María: *un poco celosa y triste*

Sheng: oye! Tenemos que entregarle el regalo

María: *volviendo a la realidad* oh! Esta bien

 Se dirigen los dos con una caja

Rin: como agradecimiento por aceptar nuestra propuesta. Te hemos guardado un regalo de bienvenida querida. Nuestros joyeros han hecho algo especial

Lumine: quisiera verlo

 Le entregaron la caja y ella al abrirla, encontró un hermoso collar

 Le entregaron la caja y ella al abrirla, encontró un hermoso collar

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Lumine: es precioso. De verdad muchas gracias

Sheng: agradécele a la nueva joyera. Ella fue la de la idea

María: es verdad mi señora

Lumine: tiene un gran talento, es importante mantenerlo. Gracias por entregar tan hermosa obra de arte

María: de nada

Lumine: yo también traje un regalo para el príncipe

Ouma: de verdad?

Aether: si, mi hermana lo pensó mucho

 Le entregaro una caja bien grande. Al abrirla, había un arco y flecha

Ouma: increíble

Leo: mi hija también entrena. A pesar de que digan que esas cosas no son de mujeres, ella sigue insistiendo

Ouma: así que entrenas? Las mujeres que no conocen límites si son interesantes y habilidosas  

Lumine: presiento que nos llevaremos muy bien

 La fiesta continuó como debía. Al parecer al príncipe le agradó su futura esposa, eso hacía que Alejandra se pusiera furiosa de celos. La castaña estaba celosa pero no sabía porqué

Ran: oye… estas bien? Haz estado así desde que el príncipe conoció a la joven Lumine. No me digas que…

María: *levemente llorosa* s-si

Angie: ay no *la abraza*

Ran: *se une* te enamoraste del príncipe

 Ya llegada la noche al acabar la fiesta, la comitiva se fue, excepto el sumo sacerdote y sus hijos, junto con los sirvientes. Ya les habían preparado sus cuartos

Rin: estos serán tus aposentos querida. Espero que estés cómoda

Lumine: cualquier duda pediré ayuda mi señora

Rin: que pases buena noche querida

 Lumine había traído consigo a su dama Loonie quien era también su mejor amiga, la estaba peinando para dormir. Ya más tarde en el harem…

María: *sin dormir, mirando al techo* (corazón porque me castigas así? Haciendo que me fije en la persona menos indicada, y de paso el príncipe!!! Quisiera encerrar mis sentimientos en una jaula de hielo. Y es más… en unos días se casa) *llora en silencio*

El príncipe y la joyera entre los pobres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora