Orgullo innecesario

Calitulo 2

¡Hola! De momento, ¿qué les parece la historia? ¿Lo suficiente llamativa para estar aquí en este segundo capítulo?

Me gustaría saber qué piensan respecto a esta idea. Sin más que agregar, espero disfruten la lectura.

Disclaimer: Esta historia es mi completa y extraña imaginación. Los personajes le pertenecen a Akutami Gege, creador de la serie anime/manga Jujutsu Kaisen.

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"La vida no se trata de esperar a que pase la tormenta, se trata de aprender a bailar bajo la lluvia"

(Vivian Greene)

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Para Sukuna fue increíblemente vergonzoso que en su titulación estuviera su gemelo hecho un mar de lágrimas orgulloso por él, eso sí, se burló de su padre por verlo derramar una que otra lágrima traicionera. En cambio, Itadori Yuuji, su adorado sobrino, usaba un impecable traje formal que le hacía ver tierno, en eso no había discusión. Mas no era eso lo que lo enorgullecía, sino saber que bajo esa ropa que Yuuji odiaba, estaba la playera que él compró donde destacaba la frase: "Soy sobrino de mi tío favorito".

Dinero bien gastado según Sukuna, ya que fue un encargo especial que mandó a pedir en una de esas tantas tiendas de redes sociales.

Tan solo quería presumir a su mini copia, puesto que la relación de ellos había mejorado a tal grado que Yuuji se convirtió en un pequeño diablillo tras pasar demasiado tiempo con su tío. Travesuras inocentes, nunca al mismo grado de Sukuna cuando era un niño, pero travesuras al fin y al cabo.

De igual manera, en las redes sociales del mayor de los gemelos se lucían fotos donde ambos, tío y sobrino, figuraban sonrientes con conjuntos de ropa a juego, tal vez Sukuna se negaba a ser padre, pero adoraba a Yuuji tanto como un hijo.

La celebración se llevó a cabo en el hogar, su familia, que eran los únicos sujetos de importancia para el pelirrosa. En su mayoría fue buena comida, carne especialmente, alguna que otra fritura y bastante cerveza.

Para cuando el pequeño Yuuji había cumplido 7 años, un día, bajo la orden de su padre, le pidió que fuera a la habitación del abuelo para despertarlo y así poder comer todos juntos como familia.

Yuuji junto a su sonrisa pícara se movió con ligereza. Sigiloso, pretendía asustarlo, porque la verdad de todos sus intentos anteriores, nunca lo había conseguido. Sin embargo, por más que llamó a su nombre o dio golpecitos en el rostro de su abuelo, este nunca despertó.

Sukuna quien tenía la costumbre de grabar las travesuras de Yuuji para luego analizar e idear en conjunto un mejor plan, en el caso de que este fallara, se encontraba observando curioso, le provocó risas cuando este le dio palmaditas algo fuertes, pero pronto sus risas cesaron cuando logró percatarse que la situación no era normal, sobre todo cuando Yuuji murmuró que estaba muy frío.

Preocupado ingresó temeroso, cada paso dado en la habitación era similar a caminar en la sección de congelados. Aquella sensación de miedo se había apoderado de su cuerpo.

–¿Tío Kuna? –preguntó Yuuji decaído al no poder lograr su objetivo mientras el mayor lo cargó en brazos al intuir que, en definitiva, algo andaba mal.

–No hagas preguntas ahora, enano, sostente. –sacudió a su padre del hombro, al tocar su cuello confirmo lo que el pequeño había mencionado, estaba helado, pálido, con sus labios morados.