Capítulo 26

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Narra Carola

Justo cuando respondió sabiendo que debía de irse, se abrió la puerta y ambos giramos la mirada sorprendidos.

-¿Chris? *dije susurrando*

En cuanto susurré su nombre, Michael volteó a verme y regresó la mirada a la puerta, recordé que estábamos tomados de las manos, así que rápidamente me solté del agarre y caminé hacia en frente.

Chris: ¡Mi amor!, he vuelto. *dijo abrazándome*

-Ahh, Chris, ¿Qué no volvías mañana? *dije sorprendida*

Chris: Se suponía, pero el trabajo se adelantó y regresé antes de lo esperado. *sonrió*

Cuando terminó de hablar, alzó la mirada directo a cierta persona que se encontraba detrás mío.

Chris: Un momento... *caminó* ¿A caso estoy soñando? ¡Michael Jackson! ¿Eres Michael Jackson, de verdad?

Apreté los ojos fuertemente, maldiciendo en mi interior, este no era el plan, no que Chris lo viera.

-¿Puedes bajar la voz? Te escucharán, Chris.

Chris: Es que estoy que no lo creo, amor.

Michael extendió su mano para saludarlo.

Michael: ¿Qué tal? Mucho gusto, Michael Jackson. *dijo sonriendo*

Chris: ¡Joder! *extendió su mano*, Christopher Vélez, mucho mucho gusto. Carola, ¿me puedes decir cómo es que lo conoces?.

-Bueno..., él es.... un viejo amigo.

Narra Michael

Eso era para ella, un viejo amigo.

-Sí..., somos amigos de la infancia. *dije con la manos en los bolsillos de mi pantalón *

Chris: ¿Cómo es que nunca me habías contado que Michael Jackson es tu amigo, Caro? *dijo emocionado*

Carola: Pues jamás me preguntaste. *dijo con un intento de sonrisa*

Chris: Esto es genial, ¿qué les parece si vamos a comer todos juntos para platicar un rato? *dijo sonriendo*

Definitivamente no, de por sí me sentía mal por el rechazo de Carola, ya estaba por irme cuando llegó su novio, la situación se estaba tornando incómoda, estaba con la mujer que amaba y con el chico al que ella amaba, y evidentemente no era yo.

-Yo..., ya estaba por irme cuando tú llegaste, gracias de todas formas. *dije intentando sonreír *

Chris: Vale, otro día será.

Volteé a buscar mi abrigo que había dejado en el perchero, y cuando regresé mi mirada a ellos, dolió, no debía estar aquí ni un minuto más.

Él le estaba diciendo que la había extrañado mientras la tomaba de la cintura, para besarla después.

-Mm, me voy, gracias por...todo. *dije mirando a Carola*

Ella sólo asintió con la cabeza, abrí la puerta y salí rápidamente, mientras una lágrima resbalaba por mi mejilla, afortunadamente ya estaba Bill afuera con el coche estacionado, le había llamado desde temprano, para que me llevara a pasear junto a Carola, tal como lo había planeado. Subí a la camioneta, y en cuanto cerré la puerta, las lágrimas salieron como cascadas, trataba de esconder la cara, no quería que Bill lo notará, pero evidentemente fallé, pues vi como me miraba por el espejo retrovisor, sólo hice un movimiento con la mano indicándole que nos fuéramos, él asintió y arrancó.

Al llegar al hotel decidí que me iba esta misma noche, no tenía nada más que hacer aquí, había venido para recuperar a Carola, pero no lo logré, lo dejó muy claro.

Un amor inexplicable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora