Capítulo 15

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Narra Carola

Desperté, volteé en dirección al mueble que está a mi lado, tomé mi celular y vi que eran las 10 de la mañana.
¡Dios! Definitivamente estaba cansada.
Recordé que hoy tengo la cita en la disquera a las 4 de la tarde.
Me levanté de la cama, y respondí el mensaje de buenos días que me había enviado Christopher.
Fui al baño, a hacer mis necesidades.
Me cambié de ropa, algo sencillo, cepillé mi cabello y me coloqué la peluca, pinté mis pecas, y demás y me coloqué los lentes.
Tomé mi celular junto con la llave de la habitación y salí en dirección al elevador y poder ir a desayunar.
Presioné el botón que estaba en la pared. Y esperé a que este llegara.
Me adentré al elevador y pude ver que también venía un chico de unos 24 años.
Saqué mi celular de la bolsa del pantalón y comencé a revisar los mensajes que tenía de mi familia.
Pero me percaté de que el chico me estaba mirando, volteé a verlo de reojo y efectivamente si estaba volteando, me comencé a sentir incómoda, pues estaba muy cerca mío.
Así que decidí voltear y encararlo.

- Am Disculpa ¿Se te perdió algo?

Chico: Oh no, solo que te me haces conocida.

- ¿Yo conocida? No lo creo, tal vez te equivocas.

Chico: No me equivoco, te pareces a alguien famoso.

- Bueno como sea amigo, pero deja de mirarme, me haces sentir incómoda.

Chico: Es que puedo jurar que eres igual a... *dirigió su mirada a mis ojos *

- ¿A quién? *dije nerviosa*

Chico: ¡Eres tú!

- ¿Disculpa?

- Eres Carola Marín.

En ese momento el elevador llegó al piso número 5. Agradecí a dios, afortunadamente me había salvado.

- No soy ella, te equivocas amigo. Así que si me permites, tengo que bajar.

Salí rápido y presioné tantas veces pude el botón para que las puertas se cerraran.
Dios, si que estuvo cerca.
Seguí mi camino, y llegué al restaurante, entré, me dieron una mesa y comencé a desayunar.

5 horas después

Faltan 15 minutos para que den las cuatro, y ya estaba llegando al estudio.
Afortunadamente Sara se vió buena onda y me rentó un auto para trasladarme a cualquier lugar sin tener que soportar a señores groseros.
Estaba cómoda dentro del auto, estacionándolo a fuera del estudio.
Después de estacionarlo. Respiré profundamente, tomé mi bolsa, bajé del auto y le puse seguro.
Caminé hasta llegar a la entrada. Estoy muy nerviosa, voy a trabajar con personas que ni siquiera conozco.
Me arreglé bien, a mi estilo. Ahora si era yo, con mi ropa de vestir y mis tacones que no podían faltar.
Entré al lugar , llegué a la recepción y pregunté por el señor Quincy Jones , la secretaria me dijo en donde se encontraba y emprendí mi camino en dirección a su oficina.
Llegué a la oficina y toqué la puerta , me abrió un señor de color, estatura media y barba.

- Buenas tardes ¿ Disculpe, Usted es el señor Quincy Jones?

Quincy: ¿Qué tal? Si soy yo. ¿Usted es?

- Oh una disculpa por no presentarme, Soy Carola Marín, un gusto.*extendí mi mano*

Quincy: ¡Oh claro! La chica que va a colaborar con nosotros. ¿Cómo no te reconocí antes?
Pasa por favor.

- Si, gracias.

Al entrar a su oficina, me invitó a tomar asiento y con gusto acepté.

Un amor inexplicable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora