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La historia de Lorelei y Arely había sido muy intensa. Se conocieron desde los 15 años, en la preparatoria. Arely era tan sociable y popular, y Lorelei todo lo contrario. Motivo por el cuál hicieron click; al ser tan diferentes, se atraían.

Arely siempre estaba rodeada de personas, tenía una personalidad muy atractiva, era muy risueña, ayudaba a todos y no pedía nada a cambio. Era inteligente, aplicada y respetuosa. Tenía todo. En su momento, Lorelei pensó que quería ser como ella y que por eso la veía mucho. Con el tiempo, se dio cuenta de que no quería ser como ella; quería estar con ella.

Estaban cursando el segundo año de preparatoria cuando hablaron por primera vez, gracias a un trabajo en equipo. Cuando la profesora dijo sus nombres, Lorelei internamente se puso muy feliz, sin saber todo lo que vendría después.

Pasaron dos semanas juntas después de clases para realizar su trabajo. Siempre estaban riendo y hablando de cualquier tema mientras hacían el proyecto. En esas dos semanas lograron crear una amistad que, con el tiempo, pasó a otra cosa. Llevaban seis meses siendo amigas, pero hacía un mes que empezaron a actuar diferentes. Cada vez que podían rozaban sus manos, siempre querían estar solas, se veían de una manera más especial, empezaban a hacerse cosquillas, a abrazarse durante varios minutos, se tomaban las manos, y se dieron su primer beso.

Esa noche, Arely se había quedado a dormir en casa de Lorelei. Estaban acostadas frente a frente y hablando de quién les gustaba.

—Jorge pensó que me gusta, solo porque le acepté la salida al cine —contaba Arely con una sonrisa—. Hasta me pidió que fuera su novia.

—¿Y qué le dijiste? —preguntó Lorelei con curiosidad.

—Pues que no, está muy feo. Y cero me gusta.

—Otro más al que le rompes el corazón —dijo Lorelei riendo, porque eran varios los que se le declaraban, pero ella siempre les decía que no.

—Ay, pues es que no me gustan. No hay ningún chico que me guste —se quedó viendo muy fijamente a los ojos de Lorelei—. ¿Y a ti? ¿Te gusta alguien?

Lorelei asintió, y Arely abrió mucho los ojos. No se esperaba que le dijera eso, sobre todo porque nunca la había visto con algún chico. Siempre estaba con ella.

—¿Quién? No te he visto con nadie. ¿Lo conozco?

—No sé si sea buena idea que te diga.

—¿Por qué? ¿Es alguien que tiene novia?

—No, eso no es. Pero no sé cómo lo vayas a tomar.

Arely se quedó pensativa unos segundos y volvió a hablar. —Ay, no, no, no. ¿Te gusta un profe? —la miró con cara de susto.

Lorelei no pudo evitar reírse fuerte y se tapó la boca con la mano para no hacer tanto ruido.

—Claro que no, no me gustan las personas mayores. Podrían ser mi papá —se volvió a reír, pero más bajito.

—¿Entonces? Dime —estiró su mano para tocar su hombro—. Somos amigas, ¿no?

—Es que no es un chico, es una chica.

Arely se quedó viéndola muy seria, y Lorelei pensó que lo había tomado mal, que se iba a alejar y dejar de hablarle.

—¿Soy yo? —preguntó Arely, dudosa.

—Eso no importa, solo que me gusta una chica y ya.

—Sí importa —dijo, quitando su mano del hombro de Lorelei.

—No, no importa.

Arely dejó de verla y cerró los ojos. Lorelei supuso que ya se había dormido, así que cerró los ojos también. Pero en ese momento sintió cómo unos labios se posaban en los suyos. Permaneció inmóvil, no siguió el beso y no abrió los ojos hasta que Arely se apartó. Cuando los abrió, Arely la estaba viendo.

Nosotras y las nubes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora