La relación entre James y Regulus había avanzado lo suficiente como para que pasar la noche juntos se sintiera natural. Una noche, después de un largo día explorando una antigua biblioteca, Regulus invitó a James a quedarse en su departamento.
—¿Te gustaría quedarte a dormir? —preguntó Regulus, con una expresión que mezclaba vulnerabilidad y esperanza.
James sonrió, sintiendo una oleada de calidez en su corazón.
—Me encantaría, Regulus.
El departamento de Regulus era pequeño pero acogedor. Después de cenar y charlar un rato más, ambos se prepararon para dormir. James se acomodó en el sofá, pero Regulus, con un tono ligeramente incómodo, sugirió:
—Puedes dormir en mi cama si quieres. Es lo suficientemente grande para los dos.
James aceptó la oferta, y pronto ambos se encontraron bajo las mantas, la cercanía trayendo un consuelo inesperado. La habitación estaba en penumbra, iluminada solo por la suave luz de la luna que se filtraba a través de la ventana.
Mientras Regulus se acomodaba y empezaba a quedarse dormido, James no pudo evitar que su mente viajara al pasado. Recordó las noches que había pasado con el Regulus original, la sensación de seguridad y amor que siempre le había brindado. Solían quedarse despiertos hasta tarde, hablando sobre el universo y sus sueños, hasta que finalmente se quedaban dormidos en los brazos del otro.
James recordó una noche en particular, poco antes de que la guerra los separara. Regulus había trazado constelaciones imaginarias en su espalda, susurrando historias antiguas que solo ellos dos conocían. Esa noche, se prometieron que, sin importar lo que ocurriera, siempre se encontrarían de nuevo.
Volviendo al presente, James miró al Regulus dormido a su lado. Este Regulus era diferente, y aunque compartían momentos de cercanía, la esencia del Regulus original parecía lejana. Los recuerdos del pasado se entrelazaban con el presente, creando una mezcla de emociones que James luchaba por comprender.
Regulus se movió en sueños, murmurando algo ininteligible. James sonrió con ternura, reconociendo algunos gestos y comportamientos que aún perduraban. Pero la diferencia en sus personalidades era innegable. El Regulus original había sido directo, serio pero amoroso y divertido. Este nuevo Regulus era sarcástico, serio y reservado, a veces incluso difícil de entender.
James suspiró, sintiendo una mezcla de tristeza y esperanza. Aunque este Regulus no era exactamente el mismo que había amado antes, su alma era la misma. El desafío era encontrar esa conexión profunda y revivir el amor que habían compartido.
Mientras la noche avanzaba, James se acercó un poco más a Regulus, buscando consuelo en su presencia. Cerró los ojos, permitiéndose descansar finalmente, sabiendo que el camino por delante sería largo y complicado, pero también lleno de posibilidades.
En sus sueños, James se vio nuevamente con el Regulus original, bajo un cielo estrellado. Ambos se miraban con amor y determinación, sabiendo que el destino los uniría de nuevo, sin importar las pruebas que tuvieran que enfrentar.
La figura etérea de Regulus, observando desde la estrella, también sonrió. Aunque no podía interactuar con ellos directamente, su esencia y sus recuerdos vivían en el Regulus de la Tierra. Y, en su corazón, sabía que James encontraría la manera de despertar el amor que había sobrevivido a través de los siglos.
Así, con los recuerdos del pasado entrelazándose con el presente, James y Regulus continuaron su viaje, buscando reavivar una llama que nunca se había apagado realmente.
Una tarde soleada, Regulus se encontró con sus amigos Barty y Evan en su café favorito. Los tres se acomodaron en una mesa junto a la ventana, disfrutando del ambiente relajado y del aroma del café recién hecho.
—Así que, ¿cómo van las cosas con James? —preguntó Barty, con una sonrisa traviesa mientras removía su café.
Regulus se encogió de hombros, intentando ocultar su creciente interés por James.
—Va bien. Es... diferente. Interesante, incluso. Pero no estoy seguro de lo que quiero.
Evan, siempre más reservado y protector, se inclinó hacia adelante, mirando a Regulus con preocupación.
—Solo ten cuidado, Reg. No queremos que termines herido otra vez.
Regulus suspiró, sabiendo exactamente a qué se refería Evan. Había una razón por la que había mantenido sus distancias con la mayoría de la gente, y esa razón tenía un nombre: Lucius Malfoy.
—Sé que todos estamos felices de que hayas encontrado a alguien que te interese, —dijo Barty, más serio de lo habitual—. Pero no podemos olvidar lo que pasó con Lucius.
El nombre de Lucius Malfoy hizo que el ambiente se volviera tenso. Lucius había sido el esposo de la prima de Regulus, Narcissa, y aunque su relación había terminado hace tiempo, las cicatrices emocionales aún estaban frescas. Lo que había comenzado como una atracción mutua se había convertido rápidamente en una relación tóxica, llena de manipulación y control.
—Lucius parecía perfecto al principio, —recordó Regulus con amargura—. Pero se convirtió en una pesadilla. No quiero volver a pasar por eso.
Barty asintió, comprendiendo el dolor de su amigo.
—Y no lo harás. Pero necesitas ser consciente y protegerte. James parece un buen tipo, pero asegúrate de que realmente lo sea antes de dejarte llevar.
Evan, siempre el más preocupado por el bienestar de Regulus, añadió:
—No queremos que te enamores y termines herido. Has pasado por mucho, y no queremos verte sufrir de nuevo.
Regulus apreció la preocupación de sus amigos, pero también sintió la necesidad de dar a James una oportunidad justa. Había algo en él que lo hacía querer arriesgarse, a pesar de los miedos y las dudas.
—Lo sé, chicos. —Dijo con un suspiro—. Y les agradezco que se preocupen por mí. Pero creo que James es diferente. Al menos, quiero creer que lo es.
Barty sonrió, tratando de aligerar el ambiente.
—Bueno, solo recuerda que siempre estaremos aquí para ti, pase lo que pase. Si James te hace daño, tendrá que responder ante nosotros.
Evan asintió, su expresión más seria.
—Solo queremos lo mejor para ti, Regulus. Si James es la persona adecuada, lo apoyaremos. Pero si no lo es, no dudaremos en sacarte de ahí.
Regulus sonrió, sintiendo el calor de la amistad y el apoyo de sus amigos.
—Gracias, chicos. Significa mucho para mí.
Mientras terminaban sus cafés y cambiaban de tema, Regulus no pudo evitar pensar en las palabras de Barty y Evan. Sabía que sus amigos solo querían protegerlo, y aunque sus miedos eran válidos, también sentía que James era alguien en quien podía confiar.
Más tarde esa noche, mientras caminaba de regreso a su departamento, Regulus reflexionó sobre su relación con James. Los recuerdos de su relación con Lucius seguían siendo una sombra en su mente, pero había algo en James que lo hacía querer arriesgarse de nuevo. Quizás era la forma en que James lo miraba, o la manera en que siempre parecía poner los sentimientos de Regulus primero.
Regulus decidió que, aunque el miedo seguía ahí, también había esperanza. Y mientras caminaba bajo el cielo estrellado, se prometió a sí mismo que daría una oportunidad al amor, confiando en que esta vez, las estrellas estarían a su favor.
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Hola que tal aprovecho este
Para recomendarles ir a leer al perfil de Takutsumy su historia nueva la cual es en colaboración conmigo así que se podría decir que los capítulos que contenga esa historia son 50% escritos por mi y 50% por ella les recomiendo mucho que la lean si les gusta el jegulus
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I will always look for you
FanfictionJames era un dios hijo del sol y regulus hijo de la estrella al regulus morir en una guerra James después de un tiempo ve su reencarnación en la tierra y decide hablar con su padres para estár con el la única condición es que si en 50 días no lo ena...