Se acurrucó en la cama, encogiéndose sobre sí mismo. Sus ojos estaban un poco hinchados y su garganta ardía por haber gritado tanto; parecía tan abatido como si hubiera recién salido de una pelea. Así era, de cierta forma.
No sabía porqué a pesar de haber agotado una gran cantidad de su energía en el llanto de hace algunos minutos, su corazón no encontraba sosiego. Seguía sintiéndose atrapado, herido, solo.
Su celular sonando sobre la pequeña mesa de noche a su lado lo devolvió a la realidad. Restregó sus ojos antes de ponerse las gafas y notar que era su mamá llamando, respondió esperando que su voz no fuera a delatar lo que había estado haciendo.
— ¿Pollito? ¿Cómo estás? — su mamá lo saludó así, con la voz tierna de siempre, por los ruidos de fondo, Jimin intuía que ella debía seguir en la repostería.
— Mami... Bien, ¿Y tú? — respondió en el mismo tono de voz de Yuna, sintiéndose un poco más tranquilo al hablar con ella.
— Muy bien mi corazón, ¿Seguro estás bien? ¿Cómo te fue en el colegio? — se le escapó una lágrima en ese momento, pero contuvo el sollozo junto a la urgencia de rogarle a su mamá para que lo recogiera en ese preciso instante.
Respiró profundo mentalizándose para mentir, difícilmente lo había hecho con ella en toda su vida, porque lo conocía muy bien y porque nunca sintió que debía ocultarle algo hasta que la escuchó hablando con su papá.
Entonces se dio cuenta de que le estaba haciendo daño. El silencio parecía la mejor opción para mantenerla a salvo.
— Sí ma... Estoy bien, en... En el colegio fueron amables — su voz se mantuvo estable, pero sintió su pecho oprimirse al mencionar lo último, haciendo pausas al hablar debido al esfuerzo que le estaba suponiendo mentirle a la mujer que le dio la vida.
Escuchó el suspiro aliviado de su ella y su pecho dolió otro poco.
— No sabes cuánto me alegra escuchar eso, mi corazón — se le escaparon otras lágrimas, en definitiva lo único que debía hacer era mantenerse callado para que su mamá estuviera tranquila — ¿Cómo está Hyunie?
Se calmó un poco por el cambio de tema.
— Muy bien mami, es personero en el colegio — añadió.
Porque su hermano era todo lo increíble que él nunca sería y la fuente de buenas noticias, porque para sus padres, que vivían preocupados por él todo el tiempo, debía ser un gran alivio cuando de su hijo mayor se trataba.
— ¡Excelente, pollito! Felicítalo de mi parte — si ya sabía lo que acababa de contarle, Jimin agradecía que pareciera genuinamente sorprendida — lo llamé un par de veces pero no contestó.
— Se lo diré.
— Te amo, bebé, tengo que volver para ayudar a tu abu , pero prometo que te llamo en la noche otra vez, ¿Bien? — asintió inconscientemente antes de recordar que no podía verlo.
— También te amo mucho mami... Adiós.
Dejó el teléfono en el mismo lugar antes de decidirse a revisar si tenía alguna tarea pendiente. Intentaba hacerlas todas a tiempo y lo mejor posible, aunque a veces también acababa optando por no esforzarse tanto para evitar un sobresaliente entre sus notas, porque su promedio solía ser el mejor o entre los tres mejores.
Sin embargo, a las malas había comprendido que si no demostraba que era un excelente estudiante, le iba mejor.
Cuando cerró el cuaderno de ciencias naturales escuchó la puerta de su cuarto ser abierta y cuando se giró a ver en esa dirección, allí estaba su padre, quien lo saludó con una sonrisa tenue antes de acercarse para revolverle los cabellos.
— Campeón, ¿Cómo te fue hoy? ¿Qué hay de lo que hablamos? — dijo tan sereno como acostumbraba, sentándose en la cama sencilla de sábanas amarillas, frente a Jimin, quien acomodó sus lentes sobre el puente de su nariz antes de responder.
— Bien... Nadie me molestó y... Los maestros fueron muy comprensivos con los temas que no había visto en la escuela en Busan — evitó mirar mucho a su papá mientras habló, poniendo toda su concentración en sonar convincente.
Él lo miró por unos segundos antes de asentir.
— Me alegro hijo, no puedes permitir que te molesten, si lo dejas pasar aunque sea una vez, ya no vas a poder enfrentarlos después — su papá le palmeó el hombro con suavidad, como animándolo a algo que Jimin sabía que nunca sería capaz de hacer.
Al menos de eso estaba profundamente convencido.
>> ¿No has pensado en cortarte el cabello? Tu fleco ya está creciendo demasiado — cuando lo vio estirar una mano para tocar su pelo, el niño se apartó, cubriéndoselo con sus propias manos antes de negar.
— No me gusta que nadie me toque el cabello. Sólo mi abu me lo corta — dijo bajito, pero Hyeon lo escuchó con claridad, frunciendo el ceño.
— Tu abuela y tu mamá te mimaron mucho mientras no estuve... Tienes que saber que no seguiré permitiéndolo, ya estás muy grandecito para este tipo de berrinches — su tono se tornó un poco más serio, pero alejó su mano, Jimin frunció el ceño también, odiaba que su papá siempre dijera eso — siento no haberte ido a visitar tan seguido como me hubiese gustado, pero entre Jihyun y el trabajo, se complicaron las cosas, estoy seguro de que entiendes que tu mamá y yo...
Aquí iba de nuevo, a justificar su ausencia en todas las veces que lo necesitó. Estaba cansado de oír lo mismo cada cumpleaños y cada navidad desde que tenía ocho, cuando su papá y su hermano se fueron en el auto con todas las maletas dentro y él esperó hasta que cayó dormido, pensando que volverían.
Al día siguiente vio los ojos hinchados, la mirada triste de su mamá y supo que no iban a volver. Desde entonces, se había acostumbrado a las llamadas casi diarias de apenas un minuto, donde su papá sólo preguntaba cómo estaba y luego de escuchar un bien, la conversación se extinguía.
Para evitar volver a llorar y sentirse más patético por lo susceptible que estaba, optó por concentrarse en los labios de Hyeon, intentando entender algo de lo que estaba diciendo, pero se volvió complicado, porque sólo podía ver al hombre que lo abandonó, al mismo que le estaba pidiendo que tuviera un carácter que no le inculcó, al mismo que le encantaba tacharlo de mimado sin ser consciente de la mitad de las cosas que atravesaron la vida de su hijo menor hasta convertirla en un calvario.
Las llamadas frías nunca fueron suficiente, pero jamás se encontró capaz de pedirle que viniera a darle un abrazo.
Probablemente Jihyun se sentía igual sobre su mamá.
— ¿Qué te parece? ¿Quieres venir conmigo a cenar a un restaurante?, Hyun me dijo que sus suegros lo invitaron a cenar — escuchó decir a su papá, aliviado de por fin poder volver a la realidad. Asintió, sin ganas de hablar y más tranquilo porque casi olvidaba que su hyung le había pedido que le avisara que llegaría para la cena — bueno, vístete mientras termino unas cosas del trabajo.
Asintió nuevamente y suspiró con desgano tirándose de espaldas en la cama cuando su papá cerró la puerta. Realmente no tenía ganas de salir a la calle, pocas veces terminaba bien para él, pero tampoco es como si pudiera negarse.
Un poquito tarde, pero aquí está :3
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Patito feo | JimSu
Фанфик- Escúchame bien Kim - el rubio dijo serio- yo JAMÁS saldré con ese pobre imbécil. Jamás. Bueno, por ahí dicen que nunca se debe escupir hacia arriba. ╚═★ 𝑃𝑎𝑡𝑖𝑡𝑜 𝑓𝑒𝑜 ★═╝ ☆ Historia 100% mía. ☆ No copias ni adaptaciones. ☆ Jimin Top | Yoon...