Aún sentía la calidez del tacto en todas las células de su cuerpo. Para nada fue un acto desconocido. En varias ocasiones había recibido un abrazo de parte de él, pero aquel contacto, la manera en que la tocó, cómo se acercó —y se sintió—, la forma de expresar con su cuerpo sensaciones que ella misma no sabía descifrar, la dejaron confundida todo aquel día.
Era claro, él no era el mismo Eric de siempre.
—¿Quieres venir a mi casa antes de ir a la fiesta? Déjame "jugar" una vez más con tu cabello —mencionó por teléfono Pilar, una de sus vecinas más cercanas.
Desde niña Pilar añoraba ser peluquera. Su pasión nació una vez que a su familia se le invitó a un matrimonio. Esa fue la primera vez que pisó una peluquería. Todo lo que aquella persona hizo en su cabello y en el de su madre, lo replicó no una, sino un millar de veces en sus muñecas; hasta que, ya en su adolescencia, comenzó a utilizar el cabello de Melissa para crear peinados.
—No es necesario. Ya sabes que...
—Por favor Melissa, ¿sííí? Además, podrías llamar la atención de alguien~.
—¿Qué quieres decir?
—A las cinco en punto te espero en casa. Bye!
Tras colgar, Melissa resopló derrotada y comenzó a arreglarse para ir a casa de Pilar.
Al ser día viernes, su jornada "laboral" terminaba un poco antes, por lo que después de una buena ducha, se fue al armario a escoger qué vestir.
De alguna manera se encontraba nerviosa, aún no podía sacar esas extrañas sensaciones que invadieron sin permiso zonas de su cuerpo. Cerró sus ojos y visualizó en parte lo sucedido el día anterior. Al hacerlo, se sintió estremecer, y aquellas vibraciones que iniciaron en su estómago, subieron exponencialmente a su garganta, causando que sus pulsaciones se sintieran en casi todo su cuerpo de forma audible. Al percatarse de lo que aquel recuerdo causaba, un leve rubor se adueñó de su rostro, abriendo de forma automática sus castaños ojos.
—Pero en qué estoy pensando —inquirió con un corazón derretido.
Inmediatamente se vio al espejo. Se reconocía, era físicamente la misma Melissa de siempre —claro, con algunas diferencias propias de su crecimiento—; no obstante, al ver su reflejo, también se dio cuenta de que había cambiado, y eso, le daba mucho miedo. No quería arruinar nada.
Recordando cómo Eric se acercó a su cabello, Melissa tomó parte de este, cerró nuevamente sus ojos y comenzó a olerlo. Sí, tenía un agradable aroma.
La fiesta de despedida de Eric se había programado con algunas semanas de antelación. Alan lo había sugerido, y todos sus más cercanos aceptaron de forma inmediata; después de todo, y a pesar del corto tiempo que pasó con ellos en el pueblo que lo acogió hace algunos años, Eric se encargó de crear lazos y de encariñarse con varias personas.
En casa de Pilar, Melissa se transformó. Había llegado con su cabellera suelta, unos pescadores color café, una polera gris ancha y unas zapatillas en tono nude. Al verla, Pilar no solo se dispuso a "jugar" con el cabello de Melissa, sino también a cambiarle el look. Manteniendo las zapatillas, su amiga le sugirió cambiar a un short de mezclilla claro junto a una polera de pabilo color blanco, resaltando de esa manera sus atributos femeninos, como el color tostado de su piel. El cambio además incluyó el peinado que Pilar había hecho: un bello recogido.
Melissa se vio al espejo y nuevamente se percibió a sí misma diferente. Mirando a Pilar, mordió su labio inferior y preguntó vacilante:
—De verdad crees que así...
ESTÁS LEYENDO
Reconto
Научная фантастика(♡) Tras haber perdido a su mejor amiga, Eric se hunde en un inmenso dolor, lleno de remordimientos. Sin embargo, la aparición de una nueva función en su teléfono le permitirá hacer algo extraordinario. «𝐻𝑎𝑟é 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒𝑎 𝑛𝑒𝑐𝑒𝑠𝑎𝑟𝑖�...