La pérdida de mi vida

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Tras meses de pura tragedia y oscuros azules en lo más profundo de mis ojos, he logrado comprender que tú no fuiste la pérdida de mi vida, la pérdida de mi vida fue la versión de ti que creé en mi mente.
Supongo que han sido la infinidad de lágrimas de decepción e incredibilidad las que me llevaron a la conclusión de que a lo mejor tú no eras como yo te pinté, como yo te deseé; como yo deseé que me cuidaras, que me halagaras, que mis monstruos espantaras, que tu mirada me devorara, que una sonrisa en mi cara dibujaras en lugar de que mi alma robaras. Tal vez esa versión de ti existió en algún pequeño e insignificante instante, tan diminuto, tan espontáneo...que se desvaneció al igual que el humo de un cigarrillo en el viento.
A lo mejor tienes razón, a lo mejor ya no te conozco, o a lo mejor es que nunca te llegué a conocer porque aquella versión de ti existió solamente en mi traicionera y saboteadora imaginación.

Laura Calzado Sanz.-

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