Posesión

Falsa pesadilla

"Vamos, profesora, hagámoslo".

"¿Qué? Yo no..."

Me acerqué y la besé. Al principio, ella se mostro reacia, pero finalmente cedió y comenzamos a jugar un poco.

"Maldición, nunca había visto mi cuerpo de esta forma", dijo la profesora mientras disfrutaba de la felación que estaba recibiendo de su cuerpo original. "Ahora entiendo por qué recibo tanta atención".

"Así que le gusta. Le gusta esta clase de cosas. Por eso tiene este traje, y disfruta de esto incluso más que yo. No la culpo, es una experiencia nueva para ambos".

"No te confundas, mocoso. Sigo enojada contigo, ahhh", gimió de placer. "Esto no quiere decir que apruebo lo que haces, ahhh. Maldición, ya para".

"¿Por qué? Si ambos la estamos pasando bien".

"Esto está mal. No deberíamos... mmm... no deberías jugar así con mi cuerpo y mi vida". Finalmente, disparó el semen de su nuevo pene en la boca de su cuerpo original. "Maldición, con que así se siente".

"Qué asco. Mierda, pensé que esto sabría mejor por algún motivo", dije, asqueado y escupiendo el semen.

"Es tu culpa, así que no te quejes", dijo la profesora. "Bien, es hora de terminar con este ridículo juego tuyo".

"Está bien, muy bien. Terminemos con esto". Estiré mi brazo hacia la maestra y cerré el puño, dejando que el anillo hiciera de nuevo lo suyo. El alma de la maestra salió de mi cuerpo y fue atrapada de nuevo dentro del anillo. "Vaya, las cosas serán bastante incómodas cuando volvamos a nuestros cuerpos. Tal vez pueda hacerla creer que se trató de un sueño".

Dejé todo en orden lo mejor que pude. Me quité el traje de látex y vestí el cuerpo de la profesora con su pijama. Me acosté en la cama y me preparé para volver. "Aquí vamos". Me quité el anillo, salí del cuerpo de la profesora Miranda y volví al mío.

"Bien, ahora solo tengo que ponerla en su cuerpo". Después de hacerlo, me dispuse a salir de la casa de la profesora lo antes posible, antes de que retomara la conciencia por completo. Salí y regresé a mi casa.

Cuando Miranda despertó, vio con extrañeza que se encontraba en su habitación. "¿Pero qué demonios?" Inspeccionó su cuerpo esperando ver algo distinto, pero todo estaba en orden. "Ah, vaya pesadilla tan vívida. Mmm, ¿qué hora es?" Vio que eran las 5:30 de la tarde. "¡¿Pero qué?! ¿He estado dormida todo este tiempo?"