solunar: salvando los canales con amor.

Capitulo 3: la identidad de los superheroes.

La noche además de ser el lugar de confrontación para algunos y descanso para otros. Era el momento de trabajo para la secreta compañía científica "Drick Tek" donde se esmeraban por avanzar y llevar la tecnología hacia el siguiente nivel. Ellos estaban seguros que con los suficientes avances podrían volverse famosos por salvar a Ámsterdam permitiéndole viajar más rápido y aumentando sus capacidades; pero sobre todo ya no volverían a ser los científicos de los que todos un día se burlaron.

Hace diez años la gente se había burlado de ellos, por creerse los mejores en sus respectivos laboratorios y dar vida a teorías locas como: Teletrasportación o crear seres para dar vida a un planeta y muchas más. Cosas muy lejanas en la ciencia ellos podría llegar, a pesar de que todos le advertían de las consecuencias personas como ellas no supieron escuchar. Renunciaron. Con el tiempo a medida que desarrollaban sus propios trabajos de manera individuales se conocieron en un festival de la comunidad...

La compañía científica se encontraba por una escotilla, en medio de una gran cantidad de barriles detrás del aeropuerto, que conducía hacia abajo de Ámsterdam. Conducía por un camino estrecho hasta tener que subir una escalera de dos pisos allí se encontraría con el laboratorio. Esa parte superior era visible para ellos, pero invisible ante el resto que se había dejado cree la historia de que ese departamento fue el que se mudó el viejo científico antes de volver con su familia y morir.

Retomando a la casa de Castillo quien apenas había cerrado la puerta. Su hermana vestía una blusa celeste y un pantalón cortado amarillo.

— ¿Qué verdad te réferis?

—hablo de mama, no recuerdo la última vez que hablamos sin importar cuanto intentos hagas. ¿Aquella vez te dijo a donde se iba?

—Prefiero no hablemos de ella. Ella nos dejó creyéndose demasiada buena para que la vean con dos hijos o seguro quiso ganar buena lana por nosotros, pero no lo logro.

—No digas eso. —grito ella.

Sus hijos nunca supieron que su madre los abandono para ir en busca de un tesoro Azteca que podría cambiar su vida de los tres. Pero en ese viaje termino enferma y no pudo volver.

—sé que está en algún lado.

—debemos ser valientes, pero sobre todo concentrarnos en nuestro camino. Pero sobre todo vos en tus estudios.

Su hermana se fue sin palabras con las cuales defenderse.

Al día siguiente el joven volvió a trabajar en la fábrica pensando cuales serían los mejores materiales. Pero cosa que no iba dejar de suceder él se la paso preguntando sobre lo que sucedió los últimos dos días y cuando termino comenzó a hablar de las mil cosas que se podrían hacer con estos materiales...

Él no podría parar de hablar ni aunque se le viniera el mundo abajo.

Las cosas en esa fábrica no iban nada bien, dado que un administrador le estaba obligando al encargado a ceder la mayor parte de sus producciones sin costo a su edificio. Poco a poco lo iban a dejar en la quiebra y para evitarlo debían trabajar más duro.

En el colegio de su hermana ella se había peleado con una compañera por burlarse de ella, la había hecho sangrar y dejado moretones. La directora se estaba cansando de esta situación y decidió ir al siguiente día sin falta a su casa. No era para menos la pobre Diana no dejo de soñar las palabras de su hermano, con semejante pesadilla no pudo ni dormir, y encima no sabía cómo convencer a su hermano para que la entienda. Para ella su mama estaba viva y solo era cuestión de tiempo.

Al terminar de trabajar volvió a su casa y se encerró en su habitación, negando la invitación de la sirena a seguir entrenando. Para él era un verdadero desafío armar su traje y quería empezar a hacerlo de una vez...

Al cabo de unas horas su traje estaba listo: En el rostro tenía una máscara hecha con aluminio de color azul cubierto de matriz verde; Las parte que cubría su mano hasta su hombro estaba hecho de aluminio, todo de color azul; unos guantes de acero blanco; la parte del cuerpo está cubierta de madera reforzada con cemento y cubierta de pintura amarilla con rayas azules; la parte de las piernas y los pies estaba hecho de una tela azul con fuegos amarillos.

No quería volver a encontrarse con esos tipos y no poder atacar para no ser reconocido.

Al terminar el traje se enfocó en encontrar su nombre de superhéroe. Se puso a leer historias de caballerías y mitos. Hasta intento combinar fuerza con su nombre, pero nada.

Estaba muy cansado casi no tenía energía. Cuando se cruzó con una página "Afrevarian la organización que tras permanecer varios años con un espacio de adopción y un movimiento que promovía la justicia ante las personas cerrara sus puertas."

Tras ver ese anuncio, nuestro protagonista entendió que una forma de que la gente entienda su propósito seria tener un nombre similar a ese...

—¡Afevatron! Ese seré yo.—exclamo lleno de entusiasmo.

Mientras tanto la sirena había estado entrenando hasta la tarde donde le llego el mensaje de su compañero. Ella no quería quedarse atrás y a pesar de ser una sirena sabia no podía permitir que la gente descubriera su rostro. <<Debía hacer una máscara o un antifaz>>Pensó ella.

A su alcance no tenía mucho con que trabajar, así que esa noche a pesar de ser peligroso sabía que iba a poder adaptarse a la situación y recorrió los canales en búsqueda de materiales.

Los canales eran peligrosos durante la noche oscura iluminada por las estrella entre los barcos que trasportaban continuamente mercancías. Se sostenía de la parte de debajo de los barcos para pasar de un lado al otro.

Esa noche llego a encontrar diversidad de telas que la gente tiraba y de latas, junto todo y volvió hacia su estanque. Al llegar a su estanque unió la prenda violeta y roja para hacer un antifaz; con las partes de lata más un cacho de tela amarilla se hizo una tiara. Con el resto simplemente lo utilizo para ajustar el traje.

Para ella no fue difícil encontrar un nombre, tan solo pensarlo. Ella entendió su nombre seria "Sirelis" y podría llevar a la luz y el amor al mundo.