cartas de poder y amor

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Al día siguiente a la misma hora salió para entrenar hacia donde estaba la sirena. Esta vez el entrenamiento fue más intenso, ambos usaban sus poderes contra el otro aplicando ambas manos.
Ella lanzaba dos torres de agua hacia él y el intentaba pasar rompiendo toda la torre.Luego la sirena nado por abajo esquivando los tiros de él y así continuamente probaron diversas técnicas…
Antes que el joven regresara a su trabajo, Cecilia le pidió para que se quedara un rato mas.
— ¿Qué me querías mostrar?
—¡Eso!—Señalándole arriba la carta.
—¿Lo dejaste vos? No entiendo para que lo dejaste si…
— ¡Yo no la deja! ¿Tienes ayudarme a ver que dice allí?
—¿Pero cómo?
—Estuve pensando la noche y se me ocurrió lanzarte hacia arriba con mi torre de agua. Eso si te dolerá un poco, pero no tanto dado tu fuerza.
— ¡Es un desafío a que puedo sobrevivir! Me gusta.
El joven se puso a un lado y ella tiro una torre de agua sobre él y lo elevo hasta el techo. Al estar junto a la carta la agarro ignorando el dolor que sentía en su espalda. Lentamente fue haciendo la torre más pequeña permitiéndole bajar.
Estando juntos en el costado del estanque ambos colocaron la carta y comenzaron a leerla:
Queridos Héroes o villanos: ustedes tienen los poderes gracias  al solunar que invente. Seguramente recordaran un sol combinado con la luna. Eso fue lo que le dio poderes.
Pero si tienen esta carta lo más seguro es tengan el poder de volar o del agua o algún poder que les haya permitido su alcance.  Sea cual sea el caso deben buscar el resto de las notas para comprender a la perfección de todo los poderes. Sobre todo sé que esta máquina pudo causar desastres en algunas personas por eso me tome el tiempo de formular  diferentes soluciones para diversas alternativas que pude haber provocado.
Ámsterdam los necesita.

—¡¡¡¡Por su culpa!!!—Levanto una torre de agua y golpeo el techo.
Unos pedazos de roca cayeron al suelo.
— ¿Qué?
—Por el tengo poderes y tengo vivir oculta del mundo.
En realidad ella sabía que no le importaba vivir oculta del mundo, sino de sus padres. Y aunque sentía un gran rencor por lo que paso no podía evitar comprenderlo y entenderlo.
—Disculpa me sobresalte. ¡Debemos encontrar las otras notas!
El joven entendió un poco mejor su sueño recurrente.
— Mejor nos podemos concentrar en salvar a Ámsterdam.
— ¿no entiendes con esto puedo volver a ser humana? Y podemos entender mejor nuestros poderes. —con voz frágil expreso ella.
— ¡Y podría vencer a mas enemigos! ¿Pero cómo encontramos las demás?
Ella dio la vuelta la hoja intentando buscar alguna pista, pero nada. Negó con la cabeza.
A medida que el volvía a su trabajo se encontró con la directora de Diana.
— ¡Diana no le comento necesitaba hablar con usted!
—Sí, pero estoy muy ocupado ahora.
—Si usted no pone los puntos sobre la malcriada, yo mismo me encargare de expulsarla y con alguien con ese temperamento no durara mucho en ninguna escuela. Además la mayoría de escuelas buscan personas con familias conjeturales o al menos con algo de educación.
— ¡Por favor no! Hablare con ella, le prometo todo mejorara. —contesto. Mientras ella se despidió.
Para el su hermana lo era todo. No se podía darse el lujo de permitir que ella pierda su educación.
En todo su trabajo no pudo hablar. La preocupación de las cartas y sobre todo de su hermana lo atormentaba. El necesitaba encontrar una solución.
Todos sus compañeros se extrañaban de verlo tan callado. Hasta su jefe lo felicito por ser el más trabajador ese día. Pero no el reaccionaba a ninguna respuesta. Sabía que debía encontrar una forma y no se iba a dar por vencido.
Los padres de Cecilia al volver del trabajo rondado cerca del barco de la abuela de ella con el objetivo de intentar encontrar a su hija. La verdad era que los señores Writamania eran los más amorosos del barrio y a pesar de que habían sido muy exigentes con su hija antes, ellos habían cambiado mucho. No les importaba si estaba flaca o gorda, con ropa de alta clase o baja. Lo único querían era volver a verla y amarla tal como sea.

Al volver del trabajo Castillo fue a su casa a hablar con su hermana. Aunque nunca había sido duro con ella, debía serlo para ayudarla.
— ¿Qué anda pasando contigo en el colegio? ¡Dime! Te quiero ayudar. Por favor. HABLA DIANA FABRITZIO.
—extraño a mama—entre lágrimas expreso ella.—Entiende que si te expulsan, nos veremos obligados a mudarnos; Ya no quedan escuelas disponibles por aca.
—¡mudemosnos!
—Tengo un trabajo y vos tus estudios. No podemos escapar.
— ¡Lo lamento! Me enfocare más en mis estudios.
— ¿crees que los superhéroes de la noticia nos puedan ayudar a encontrar a mama?
—no creo. Además mama te envió cartas.
Claramente era mentira. Pero El sabia era la única forma de que pudiera mantener sus estudios.
— ¿¡En serio!? ¿Dónde están?
—las guarde en mi habitación. ¡Ya vengo!
Al estar allí invento rápido una carta para su hermana, motivándola a seguir sus estudios y mostrándole todo el amor que la tenía, pero sobre todo que lo que más quería era progresara en una carrera ella le gustara.
Salió de la habitación con la carta. Al verla su hermana la tomo y se fue corriendo a su cuarto. Se quedó tan contenta, pero sabía que si ella pudo enviarle una carta era porque estaba viva y porque aun la extrañaba. ¡Debía seguir buscándola! Pero no debería descuidar sus estudios, para que cuando ella se sienta orgullosa de ella.
El joven durmió tranquilo con la esperanza de que eso haya podido funcionar para mantenerla en sus estudios pero sobre todo en esta ciudad.
Los sinarios terminaron de acomodar todo para comenzar a saquear los bancos al día siguiente. El primer banco programado para ello era el “Banco Español” el cual se encontraba en medio de los canales con una superficie de metros por encima del agua, antes de llegar a la plaza dam, para llegar a él había que atravesar un puente particular.
La sirena en lugar de pasar la noche en el mismo lugar, espero a que fueran las una de la noche, el horario donde ya nadie recorre las calles. Hizo una torre de agua sobre los canales frente a su casa y se sentó a observarla por unos momentos. Y se imaginó como estarían y deseo que pudieran estar muy bien. Tiro un besito hacia la casa y como si pudieran escucharla ella susurro. Los quiero; animo; sigan adelante; son los mejores.
Luego volvió a su hogar y se acostó sobre el agua apoyando su cabeza sobre la tierra llena de angustia y de esperanza por poder eliminar el mal que hay en el mundo.

solunar: salvando los canales con amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora