Al llegar a la entrada de la gran mansión Jeon, Ha-na tuvo que suspirar unas cuentas veces para poder salir del automóvil. Sabía con claridad que las cosas dentro de su hogar se encontraban intensas y eso la sacaba de su límite.Odiaba no poder controlar lo que sucedía a su al rededor, y más no poder controlar esas raras emociones que la estaban consumiendo poco a poco.
Con pasos cortos, avanzó hacia las grandes puertas de madera. Hizo unos pequeños saludos cordiales hacia los empleados de la casa y entró.
Inmediatamente el olor a rosas invadieron sus fosas nasales, a ella y su madre le encantaba ese olor y el patriarca de la familia no dudó en comprar múltiples aromatizantes con ese aroma.
La joven observó el lugar y como siempre, todo se encontraba pulcro y ordenado. El silencio reinaba el gran lugar y ella suspiró.
Era un lugar tan grande para una familia tan pequeña.
Caminó hacia el angosto pasillo y observó, como siempre, las paredes. En él se encontraban diferentes tipos de cuadros caros adornando cada esquina.
No era tan tarde, por lo que se sorprendió al no ver ninguna servidumbre en la cocina.
Ha-na caminó hacia la heladera y cogió de él una botella de agua fría.
Bebió y esperó pacientemente sentada en los pequeños la llegada de Woo-jin.
—Creí que llegarías más tarde. —la voz de su madre se hizo presente y la pelinegra alzó la mirada. Su madre se encontraba vistiendo elegantemente un hermoso vestido carmesí.
—¿Hay algo de malo en que llegara más temprano de lo debido, madre? —no quiso, realmente no quiso ser tan borde con ella. Pero al saber que se encontraba al tanto de su futuro casamiento le provocaba un mal sabor en la boca.
¿A caso esa pequeña confianza que se tenían entre ambas ya se había acabado?
Ha-na bebió otro sorbo más de agua y analizó el rostro de la mujer. La mueca de desagrado por parte de la mayor no la pasaba por alto.
—Si, de hecho sí. —habló luego de unos segundos la mujer, chasqueando la lengua. —llegarán unas personas importantes. —la mujer observó su reloj de plata. —no contábamos con tu presencia.
No, claro que no. Pero si esas personas importantes eran la familia de su futuro esposo, por supuesto que se quedaría.
La pelinegra le envío un pequeño y rápido mensaje de texto a Woo-jin y se incorporó del asiento.
Con la mirada fría y a paso lento se acercó a su madre.
—Ya veo, pero no les importaría si me uno a esa dichosa reunión, ¿verdad?
Su madre alzó ambas cejas con sorpresa. Y luego, frunció el ceño.
—¿Qué crees que haces? —la mujer, nuevamente, hizo una mueca. —no toleraré que seas así de irrespetuosa, Jeon Ha-na.
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Golden Dinasty (Hierarchy) - Woo-jin
FanfictionGolden Dinasty || «En donde la estudiante, Jeon Ha-na, la más prestigiosa y llena de secretos, es la perfección misma en los ojos de todos los estudiantes del instituto Jooshin.»