Me exalte, quería pensar en que no eran los mismos y que quizás solo era mi imaginación, y parece que si era así, transmitía tanta paz. Su forma de mirarme no era como la de anoche. Está era tranquila y calmada. Debe ser simple coincidencia. No puedo decir que se parecen realmente, ya que anoche solo preste mi atención a sus ojos.
Seguía observándolo detenidamente, cosa que el hacía también, aunque no fue tanto tiempo.
En un acto de timidez se tapo rápidamente aquel ojo izquierdo con su cabello y miro a otro lado. Podía verlo sonrojado.
Quizás no es de interactuar con mucha gente o no estará acostumbrado.
Agarre una de mis galletas y luego le ofrecí, la cual me rechazó. Me precipitó muy rápido, se sintió extraño.
-Lo lamento, no quiero ser grosero, solo que es mejor no aceptar cosas de gente desconocida o podrían pasar cosas...malas.
No entendí a qué se refería, me desconcertaba el hecho de que tartamudeaba mucho y que se estaba alterando, y no poco. Empezó a sudar y a temblar.
Decidí romper esa tensión ya que no se veía para nada bien, ojalá esté bien hacerlo.
-Soy Nyrah. Un gusto conocerte entonces.
Le mostré una sonrisa para que viera que no era mala persona, no sería lindo asustar a alguien de esta forma. Aunque tampoco me sorprendería que lo hiciese.
El dudo y me miró con un tanto de temor, eso lo noté.
-Me llamo, Eiran.
-Y lo siento en verdad pero es mejor que me vaya. Perdóneme.
Estaba muy nervioso. Se levanto de lo más rápido y se largó. Tal vez necesitaba el baño.
-Que extraño sujeto, a pesar de eso, se ve que en cierta parte es agradable. Si fuera lo contrario, hubiera sido mucho más grosero.
Comí más de mis galletas mientras miraba a mi alrededor, es todo muy lindo. Procedí a abrir un jugo y beberlo. Es un tanto deprimente estar comiendo sola. No obstante, estoy calmada, algo mareada, pero, es leve.
Extraño poder jugar como aquellos niños, sin preocupaciones ni temores. Suspiré y busque mi móvil en el bolsillo.
-Mierda, lo olvide. Y no lo puse ni a cargar.
Tome las cosas que compre y comencé a correr hacia mi hogar. Sin embargo, no sé porque me preocupo tanto.
Mi mente pensaba en Ethan en aquel instante, quizás es porque puede preocuparse si me llama y no contesto.
Gracias a Dios no estoy tan lejos. Camine muy rápido, cosa que no debí haber hecho.
La herida me empezó a doler de una manera tan...horrible, que me retorcí antes de parar en unas calles cercanas, el mareo se intensifica y sentía la vista borrosa.
Gire mi cabeza para mirar las calles, acto involuntario, y observé a alguien que instantáneamente se oculto.
Eso sí es suficiente para que me quepa en la cabeza que me persiguen, o algo peor. Me costó, pero camine más rápido y fui a casa, me sentía ansiosa y no de una buena forma. Mi cuerpo cojeaba.
Iba entrando al pasaje cuando ví patrullas, y la puerta de mi casa, abierta. Me sentí enfadada y desconcertada, más enfadada por ver a Ethan allí. Pero no me concentre en eso y camine un poco más cerca.
El me vio y se acercó corriendo a abrazarme. Solté un quejido ya que paso a llevar mi herida, por lo que lo aleje sin dudar. Una pequeña lágrima salió y rodo por mi mejilla.

ESTÁS LEYENDO
Exterminio por tu corazón
General FictionUna persona como Zyran, tan impredecible. Tener doble personalidad me hace querer saber aun mas de el. Su forma de matar tan despreocupada me llena de una sensación inigualable, tan difícil de explicar. Sentir aquella navaja sobrepuesta en mi cuello...