Exterminio por tu corazón

6

Quizás ya era de madrugada, de noche, o simplemente no dormí. Pierdo la cuenta la verdad.

Abrí mis ojos debido a que esos gritos tan espantosos no me dejaban dormir. Eran desesperantes. Mire hacia la dirección de Nyrah. Ella yacía sentada, abrazada a sus piernas mientras miraba con un poco de temor la ventana.

Me dió curiosidad el mirar también, obvio lo hice, pero, no había nada más que un vidrio manchado y con luz parpadeante de fuera.

-¿Deberiamos...pedir ayuda?- Exclamó ella con voz seca.

-No serviría, ya todos los seres humanos han de estar convertidos o muertos. La ayuda de lejos, sería mucho más inútil que cualquiera, solo vendrían a buscar su muerte.

-Tampoco debemos rendirnos y morir así, Ethan. Debemos luchar o buscar una salida.

-No tenemos nada, Nyrah. No hay una exactitud de cuánto tiempo lleguemos a estar aquí encerrados. Podemos morir por deshidratación, hambre, o simplemente devorados por esas bestias.

-Usas muchos terminos para dirigirte a ellos, ¿Sabias? -Su mirada se relajo, pude notarlo.

-No hay quien o que nos confirme que son realmente. Su estado actual nos muestra que solo son cadáveres andantes. Quien sabe si aún existe algo de mentalidad o sentimiento en ellos.

No respondió, su cabeza agachada me decía que no estaba pasándola bien. Lo único favorable es que no está tan afectada por sus heridas. Parece que no le duelen tanto como pensé.

-Perdoname, ¿Si? No hay mucho que yo pueda hacer, por mucho que quiera, solo soy un humano que al darme cuenta, no vale como policía.

-Por mucho que te diga cosas buenas o te niegue lo que dices, es claro que tú pensamiento no cambiará. No valdría bastante la pena el decirlo, pero aún así, lo haré. Eres un gran policía, Ethan. Es una pena que no lo veas.

Siempre es experta en hacerme sentir mejor, de alguna forma. Aquella voz es tan reconfortante que me hace olvidar la situación actual. Me alegra estar con ella en nuestros...probablemente, los últimos días. 

-No me mires así, es vergonzoso.

-Lo lamento, me perdí en mis pensamientos. Aunque, te lo agradezco. -Mi mirada permanecía en ella. Pero la suya lucía fría y vacía. Ha pasado por bastante.

-Volvere a dormir, cualquier cosa no dudes en despertarme si es necesario.

Dijo aquello último y se recostó nuevamente.

Es la situación perfecta para aprovechar e irme, debo buscar comida sin duda alguna, necesito cuidarme a mi, y a ella. A pesar de eso, no me importa tanto lo que me sucede a mi.

Revise por última vez mi pie, el cual ya estaba un poco mejor.

El tiempo pasaba lentamente, tanto silencio en una habitación en la cual estamos solo yo y ella. Si no estuviera herida, no lo pensaría dos veces y tendría esa conversación que tanto necesito de una vez por todas. Lastima que ella la siga y siga evadiendo...

Aún recuerdo cómo hace bastante tiempo los dos nos unimos, fuimos juntos a un paraíso en el cual nadie nos molestaba. Yo me entregué a su merced sin rechistar, gozando la intimidad que estábamos teniendo. Esa confianza a pesar de estar mezclada con borrachera, fue la mas grande que pude desear.

Siento un nudo en el estómago cuando recuerdo eso, el pánico en su mirada al día siguiente de todo lo que hubo, no desaparece de mi mente. Me confunde tanto su actitud aún. No logro entender si en verdad sintió algo o no. Esa es la mas grande pregunta que necesito hacerle.