Exterminio por tu corazón

Ethan

Caminaba de un lado para otro, esperando tantas respuestas que me era imposible prestar atención a mi alrededor.

«No quiero perder a alguien a quien tanto aprecio. He logrado conocerla y se que merece vivir. Solo quiero que esté bien. Porque tenía que pasarle esto a ella...»

-¡Carajo! ¿¡Que nadie atiende aquí o porque tardan tanto!?

Me estaba alterando y mucho. Su vida en riesgo me hace tener poco sentido para poder pensar con claridad. Mi corazón latía a mil por segundo. 

Me desplome en una silla al lado de alguien que yacía dormido. Ni se percato de que lo observaba, parece estar en profundo sueño. Su saliva caía lentamente.

«Que asco»

Agache la cabeza.

«Me es difícil pensar algo positivo. Nyrah es fuerte, eso lo se, si no lo fuera, no hubiera podido resistir en un parque ella sola con una herida como y esa y sin haber comido en lo absoluto.»

«Algo que no me cuadra es; para que un cristal haya hecho una herida como esa, se tendría que haber cortado ella voluntariamente. Eso no  lo comprendo, tenia hemorragia, y al parecer, no fue el único lugar en donde tenia herido. El cuello también tenia un corte, aunque era mas leve y la ponía fuera de riesgo, es claro que fueron las personas de anoche.»

«Me esta ocultando algo mas, lo se.»

Pasaba y pasaba el tiempo. Llegamos aquí hace como 3 horas.

-¿Familiares de Nyrah Boumann?

Me puse de pie lo mas rápido al escuchar a un medico nombrar el nombre que tanto e esperado. Fui en su dirección con fe. 

-Dígame, ¿¡Como esta ella!? -Su mirada se puso tensa, dudaba en decir algo. Aquello hizo que me deprimiera aun mas. 

Mascullo algo que me fue complicado de oir, pense lo peor. 

-La señorita Nyrah se encuentra estable, fuera de peligro. Tuvo chanse de llegar a tiempo, un poco mas y la perdía, esa herida era bastante profunda.

No dude y abrace al doctor, nunca había logrado sentirme tan esperanzado por algo.  

El me alejo. 

-Disculpe, ¿Ya podre verla? 

-De momento, si, esta en la habitación 0-25, siga derecho y doble. Y permítale descansar, ya que estuvo con muchas complicaciones. 

-En verdad muchas gracias. -Fui rápido a buscar aquella habitación, solo quería verla. Me dió un buen susto.

Me costó pero la encontré. Era una habitación muy grande y limpia. Su rostro estaba pálido y se veía desnutrida. Nunca había prestado tanta atención a eso. El trabajo le quita mucho tiempo, lo cual hace que no coma.

Pose mi mano en la manilla para entrar, aunque, ¿Podré? No lo sabía con certeza. Aún así, no me aguantaba las ganas de entrar y poder hablarle. Aunque dudo que me responda.

Entre sin más.

A pesar de estar en un mal momento, sigue luciendo hermosa.

Me acerque a ella, estaba tan tranquila. Hace mucho que no podia admirarla de esta forma.

Su oscurecido cabello negro la hace ver tan bien al ser realmente muy pálida. Aunque sin importar que color use, se verá bien de igual forma.

Lleve mi mano a su mejilla, se que debería no hacerlo, pero quiero. Quiero sentirla otra vez.

-Ay, querida Nyrah, ¿Quien te tendrá tanto odio como para hacerte eso? Desearía poder protegerte en cada momento, y te prometo que nadie te lastimara otra vez.