Día 5: Enfermedad

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Abrió las puertas de la habitación y pudo llegar temprano y listo para disfrutar el desayuno con Fizzarolli. Podía tomarse ese fin de semana luego de salir incontables días, arreglar asuntos de negocios en los demás anillos y cerrar tratos con empresas vecinas. Al fin, luego de adelantar tanto trabajo, podiar estar en su penthouse y disfrutar la mañana con tranquilidad.

—¡Froggie! Pude llegar luego de saltarme unas horas —Asmodeus dejó su maletín a un lado y, con un solo chasquido de dedos, incendió sus ropas para colocarse su lujosa pijama oscura y llegar a la cama junto a su pareja.

Se deslizó por debajo de las sábanas con una sonrisa coqueta, encontró el cuerpo de Fizzarolli y lo abrazó con gusto, haciendo que el pequeño abriera los ojos por la sorpresa al despertarse y se aferrara a Ozzie por instinto.

El imp abrió sus ojos y sonrió al sentir a Asmodeus... Esa noche sin él fue la primera noche en la que no dormían juntos y se sintió solitaria porque se había acostumbrado a su cuerpo que siempre lo contenía. Fizz dejó de tener terrores nocturnos y ataques luego de su alta en la clínica, pero aún así, la sensación de confort que le regalaba Ozzie todas las noches con su protección le otorgaba seguridad extra, una noción de protección que amaba sentir.

Últimamente, llegaba a su hogar muy tarde en la madrugada por su entrenamiento y no podían compartir mucho tiempo en la cama juntos. Desde que ordenó su situación y su debut estaba cerca, Mammon le estaba exigiendo excelencia y constantes ensayos que no tenían tiempo de parar, los cuales se extendían hasta horarios inadecuados. Ambos estaban tratando de amoldarse a esa nueva rutina que no podía detenerse, y a pesar de lo duro que estaba resultando para Fizz adaptarse, necesitaba aceptarlo sin peros para cumplir lo que su jefe requería en sus shows.

Asmodeus estrujó un poco el cuerpo de Fizz, acarició su piel y palpó su espalda con la punta de sus dedos. El contrario suspiró y cerró sus ojos... Se recostó sobre el pecho de Ozzie, sin entender demasiado porque se sentía tan bien que su piel fría estuviera acoplandose a su piel caliente.

Fue entonces que los movimientos de Ozzie lo sacaron de su eje, el pecado le levantó el mentón con sus dedos y lo besó en los labios. Fizzarolli, vulnerable ante cualquier tipo de muestra de amor proveniente de Ozz, correspondió más sensible de lo que hubiera podido controlar. Tembló. Su cuerpo dolía... No había sido tan consciente de lo adolorido y pesado que sentía su cuerpo hasta ese instante, tampoco de la manera en que su piel ardía por la fiebre.

Asmodeus corroboró su temperatura con el beso. Se separó y lo alzó entre sus brazos, se levantó de la cama y lo cargó con facilidad. Fizzarolli estaba temblando y ni siquiera lo controlaba, era porque la fiebre era más alta de lo que había creído. Ozzie se preocupó, acarició sus piernas mientras caminaba hacia la cocina y trató de aliviar su forma de vibrar ante su temperatura.

La fiebre solía desestabilizar a Fizzarolli. Las recaídas siempre lo dañaban mucho. Y recordar cada una de ellas en la clínica, cuando estaban juntos, hacía que Ozzie sintiera miedo de no poder controlar lo que le fuera a pasar a su más grande tesoro.

—¿Ozzie? —lo llamó Fizz, mirándolo preocupado desde abajo. Se sostuvo de sus ropas y se angustió al percibir la propia preocupación del pecado al sostenerlo de esa manera tan protectora y temerosa.

Apenas logró encontrar aquella medicina sobre los estantes, sujetó una de las botellas con líquido morado y la abrió para que Fizz pudiera beber su contenido. Él estaba sano y pudo recuperarse de sus heridas más graves, pero Ozzie no podía estar tranquilo con Fizz si mostraba cualquier signo de enfermedad. Era la primera vez en toda su vida que experimentaba algo así con una pareja, por eso también era un principiante en cuanto a manejar sus emociones y lo posesivo que podía ser. Asmodeus elaboró, junto a los medicos de su clínica, la suficiente medicina como para cuidar a Fizzarolli de cualquier tipo de recaída de salud. Necesitaba estar listo para cualquier cosa en todo momento y por eso lo cuidaba tanto.

Fizzarozzie week 2024 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora