Sammy vuelve a la isla solo para meterse en una búsqueda del tesoro luego de que, junto a sus amigos, encuentra una brújula que le pertenecía al padre de John B, quien desapareció en alta mar nueve meses atrás.
En el medio de toda esa locura, JJ se...
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「𝓓𝓲𝓸𝓼 𝓟𝓸𝓰𝓾𝓮」
En la mañana me despierto con unas voces escuchándose desde la sala. Al principio pienso que se trata de Pope y Kie, pero cuando me doy cuenta que es una voz desconocida, me congelo en mi lugar.
JJ parece despertarse bastante dispuesto para ir a inspeccionar, pero lo freno para evitar cualquier problema. Así que nos quedamos en la cama, escuchando los murmullos de John B y la mujer desconocida hasta que ella finalmente se va.
Cuando salimos de la habitación, el castaño nos cuenta sobre cómo la oficial Peterkin acaba de chantajearlo, diciéndole que mantendrá a servicios sociales alejado de él, siempre y cuando él se mantenga alejado del lugar donde encontraron el Grady-White... ¿sospechoso? Totalmente.
No tocamos mucho el tema, ya que decidimos esperar a estar todos los Pogues para poder tener una conversación apropiada sobre todo esto, aunque honestamente siento que no tiene mucho que ver conmigo, es decir, yo no estuve en su hallazgo de ayer.
Cuando Kie y Pope llegan en la motocicleta de JJ, nos reunimos en el patio trasero para actualizar a los chicos sobre lo sucedido con la oficial, lo que parece sorprender bastante a nuestros amigos. Se comparten algunas palabras, pero luego se forma un silencio bastante incómodo.
Tomo una guitarra que está a mi lado y comienzo a tocar los acordes de una de las canciones de mi artista favorito.
—So I turn back the time —canto, acompañada del instrumento— I'm at the chateau and I feel alright.
Comienzo a reír como boba y los cuatro me dan miradas de confusión o incredulidad.
—¿Entienden? "At the chateau" —explico, pero ellos parecen no entender— Es "Chateau" de Djo... ¿no? Porque estamos en el Chateau... —insisto. Pope niega con su cabeza— Okay, me callo.
Vuelvo a dejar la guitarra en su lugar y me acomodo en mi asiento junto a Kiara, que continúa tocando sus tambores, sin hacer un ritmo en específico.
—Miren, lo cancelo, ¿okay? —dice JB, ganándose nuestra atención— Peterkin dijo que si no iba al pantano, me ayudaría con servicios sociales.
—¿Y le creíste? —pregunta JJ.
—Sí, le creí, JJ —responde él, bastante molesto.
—Le creíste a un policía de verdad, John B —se burla el rubio.
—No quiero tomar bandos pero, viejo, no debes confiar en policías —digo, jugando con una de las trenzas de mi cabello— Es la primera regla de supervivencia.
El pecoso suspira ante mis palabras, incluso parece bastante irritado.
Dije que no tomaría bandos, pero John B es muy estúpido si realmente cree que un policía lo va a ayudar, es literalmente hacer un pacto con el diablo.
