005

379 38 1
                                    

"Yo… creo que es mejor que los ayudemos. Con los otros estudiantes no tuve problemas en dejarlos atrás porque estaban lejos, pero ellos…"

Dijo Saya con vacilación.

"Ellos están justo frente a nosotros."

Dijo Rei con una expresión hosca mirando a Yuuji.

"¿También los vas ha abandonar para luego matarlos cuando se interpongan en tu camino?"

Terminó de decir.

Yuuji volvió a mirar a Chika con una leve sonrisa antes de mirar a Saeko quien asintió en comprensión.

"Ustedes vayan al bus y lo tengan todo preparado. Estoy seguro que todos los de los zombies de la zona están aquí. El estacionamiento debe ser un lugar seguro."

Dijo mirando al grupo.

"Takashi y Hirano serán los encargados de la defensa. Saya estará al mando."

Dijo mirando a los mencionados. Su mirada se detuvo en Saya.

"Demuestra tus cualidades, genio."

Dijo Yuuji para luego besar a Chika.

"Cuídate."

Le susurró antes de separarse de ella y acercarse a Shizuka.

Yuuji besó su frente mientras acariciaba su cabeza. Shizuka parecía derretirse en sus manos.

"Cuida a los niños. Si te portas bien te recompensare más tarde."

Le susurró al oído.

Shizuka asintió con una mirada seria a sus palabras.

"Vamos."

Dijo Yuuji caminando hacia el lugar.

Saeko sonrió sensualmente mientras se lamía los labios.

***

"¿Hago los honores?"

Dijo Saeko en tono coqueto.

"Se libre. Yo me encargo de cubrirte."

La sonrisa de Saeko se amplió antes de correr hacia los zombies.

Los zombies rugieron y corrieron en su dirección.

Saeko apareció frente a un zombie y lo golpeó en la cabeza reventándola sin mucho problema mientras sus ojos azules se llenaban de euforia al sentir la sangre bañando su uniforme.

Saeko mató a todo lo que estaba delante de ella en un enorme frenesí sangriento mientras llevaba una sonrisa eufórica.

Saeko miró a un lado y vió a Yuuji usando el tubo para reventar las cabezas de los zombies causando que su materia cerebral se esparciera mientras usaba su pistola para acabar con los que estaban más lejos.

Se sintió feliz de haber encontrado por fin alguien que no solo aceptara su verdadero yo, sino que fuera igual. Yuuji era un monstruo, ella lo sabía mejor que nadie. No se sorprendió mucho cuando supo sobre su pasado. Esto solo la emocionó aún más. El era digno de ser su maestro.

La imagen de ella siendo perforada por la lanza de Yuuji en medio de toda esta masacre la hizo humedecerse. Pero rápidamente recobró la conciencia al recordar la situación. Se estaba perdiendo la diversión.

Zombies and Girls: Formando un harem en el apocalipsis zombie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora