aurora ━━━━ Newt

─── three

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—¡AURORA!

Me levante antes de que el sol saliera para prepararles el lonche a los corredores y el desayuno a Minho, pues Newt y Ben no comían nada ya que su estómago se revolvía por todo lo que corrían y acababan vomitando.

Había pasado una semana desde que llegue aquí y no había sido tan mala, dejando a un lado que estaba rodeada de hombre y que la mayoría me veía mal, todo estaba bien. Había tomado demasiada confianza con Minho, pero con Newt era diferente.

Siempre lo veía llegar del laberinto desde los jardines, agotado. Algo obvio teniendo en cuenta lo que hacía, pero era diferente. El rubio parecía estar muy cansado de todo, y sus ojos reflejaban una tristeza profunda. Era evidente que estaba mal, profundamente mal y siempre tenia esa cara de querer terminar con todo. Al parecer, yo era la única que lo veía.

Tal vez era porque los demás llevaban más tiempo conociéndolo y no lo notaban, mientras que yo, que llevaba menos tiempo aquí, lo veía con ojos frescos y podía percibir esa tristeza que lo envolvía.

Habíamos tenido pequeñas interacciones en donde él me daba los buenos días y las buenas noches, donde se preocupaba por cómo me sentía. Pero sus palabras parecían ser un esfuerzo mas para mantener las apariencias. A veces, mientras hablábamos, podía sentir que su mente estaba en otro lugar, como si estuviera atrapado en sus propios pensamientos oscuros.

—Buenos días, novata–saludo Newt —¿Qué te dije de estar aquí?

Mi nombre lo recordé dos días después de que llegue aquí, ya lo había escuchado en la maldita voz que había en mi cabeza desde que llegue, pero preferí acordarme a confiar en aquella voz. Por otra parte, aunque me encanto trabajar con Sartén, me di cuenta de que me gustaba mas sacar las verduras de la tierra a estarlas cortando con un cuchillo filoso.

—Buenos días, Newt. No me molesta ayudar a Sartén por las mañanas, aparte así puedo despedirme de Minho.

—Aurora, este es trabajo de Sartén. No puedes estarlo ayudando –me regaño.

—Ya te dije que me llames Rory, Aurora es nombre de señora –le dije levantando un poco la voz –Aparte el pobre Sartén se desveló ayer por todo el trabajo que Alby le encargo.

Realmente me gustaba mucho el nombre Aurora, pero escuchaba ese nombre cada cinco minutos dentro de mi cabeza y ya me estaba hartando.

—Que sea la última vez –agarra su lonche y dio media vuelta.

Lo veo caminar hacia la salida, pero antes de llegar, el da media vuelta y con una sonrisa divertida se despide de mi:

—Adiós, Aurora.