REENCUENTRO INESPERADO

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Habían pasado 10 años desde que Klaus la había visto por última vez. De vez en cuando se permitía recordar la sensación de sus labios sobre los de él y saborear a través del tiempo su sabor, su olor y aquella extraña inquietud que los envolvía cada vez que estaban juntos.

"Lo prometo"--Él nunca rompía una promesa, y aunque su cuerpo ardiera en deseo de volverla a ver, se obligaba a no hacerlo.

Caroline Forbes era más que una debilidad, su hermano Elijah más de una ocasión le recriminó aquello, pero él sabía que no se trataba de eso, raramente encuentras a tu alma gemela, o almenos eso había leído hace más de 100 años en un libro antiguo. Él no esperaba que una chiquilla rubia ruidosa y terriblemente caprichosa fuera a volverlo tan intensamente loco de deseo y de... ¿admiración?

A él le gustaba pensar que la veía como realmente era, no sólo aquellas capas de chica optimista y guapa... no, él veía la fortaleza de su espíritu, cómo no se daba por vencida y le daba rabia como muchas personas, incluyendo sus amigos la habían subestimado en el pasado.

Se había enterado de que había sido madre, algo relacionado a la magia y brujas, y aunque sintió alegría por ella aquella vez que hablaron por teléfono algo dentro de él se rompió, se rompió al ver su sueño de estar con ella alejarse una vez más, un poco más lejos si es que era posible. Su esperanza simplemente se esfumó.

Durante 10 años se limitó a rendirle honor de vez en cuando en su memoria, en sus sueños y pensamientos que más de alguna vez le habían avergonzado al verse tan lleno de deseo y notar como aún en la distancia Caroline le hacía sentir tanto y tan intensamente.

Aquella noche lluviosa se permitió volver a recordarla, sus bellas facciones al reír y como en algunas ocasiones parecía bajar la guardia, sabía que no le temía a él, pero si que había temor en ella, inquietud... y deseo cuando estaban cerca, él lo había sentido.

Bebió un trago más terminándose su trago y al depositarlo sobre la mesa escuchó un ruido, rápidamente corrió sobrenaturalmente hasta que estuvo frente a su puerta que yacía abierta, por instinto sintió como sus colmillos aparecían y su postura adquiría una posición rígida, otro ruido por la cocina y cuando llegó la vio... indefensa, débil, el cabello rojizo le tapaba más de la mitad de la cara...

Atinó a arrodillarse y lentamente movió su fleco a un lado, al hacerlo la peluca se cayó mostrando para él aquellos rizos rubios, era ella, era Caroline y estaba herida.

Miró hacia abajo, una daga atravesaba en su pecho izquierdo, muy cerca de su corazón, rápidamente la tomó en sus brazos y la subió a su recámara, atinó a ver que se encontraba en camisón el cuál estaba empapado por la lluvia, sin pensarlo y para no perder más tiempo sacó aquella saga con fuerza pero con cuidado, atinó a ver una mueca de dolor en su rostro, misma que cesó al instante, con ayuda de alguna sábana cercana presionó en la herida, sabía que se recuperaría, tenía que hacerlo.

Estuvo un rato mirando su rostro como esperando que despertara pero estaba muy débil, tocó su frente con el dorso de su mano y notó que estaba muy caliente, tomó una toalla del baño contiguo y la mojó, al regresar la colocó suavemente por su frente, y escuchó su respiración, seguía débil pero mejor, se permitió recorrer su rostro, sus finas facciones, su nariz, sus labios.

Más abajo, no se había dado cuenta que con el ajetreo su camisón se había levantado revelando la longitud de sus piernas y su ropa interior, rápidamente alejó la vista y la tapó con una manta que se encontraba a los pies de la cama, al hacerlo recordó que su camisón estaba empapado, carraspeó un poco y apagó la lámpara de noche de su buró como si de alguna manera tratase de darle algo de privacidad, atinó a lentamente quitarle aquel camisión levantando con cuidado sus brazos y su cabeza, y tragó saliva para no mirar su cuerpo, aún con la cabeza volteada, a tientas cubrió su cuerpo hasta por encima de sus senos, sin mirarla y se sentó en un sillón que colocó frente a la cama, observándola como esperando a que se esfumara o a que despertara de aquella ensoñación pero aquello no ocurrió.

Se permitió velar su sueño, escuchando atentamente su respiración, admirándola y esperando a que despertara aquella rubia hermosa que le había robado el corazón, tenía muchas preguntas, muchas dudas, pero esperaría a la mañana para obtenerlas.

A pesar de la situación no pudo evitar agradecer al cielo por a oportunidad de volverla a ver...


CONTINUARÁ...



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⏰ Última actualización: Jul 19 ⏰

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𝐊𝐋𝐀𝐑𝐎𝐋𝐈𝐍𝐄 | 𝓞𝓷𝓮-𝓢𝓱𝓸𝓽𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora