Narra Sergio:
Llegué a casa, y me encontraba en un dilema. No sabía si llamar a la casa de Rubén y ___. La idea de que Rubén contestara me preocupaba; no quería que la conversación se volviera incómoda. Después de pensarlo un par de veces, tomé el teléfono y marqué el número de la casa de Rubén, deseando que él no respondiera.
-¿Hola?-. Escuché la voz de ___ al otro lado de la línea
-Hola ___, soy Sergio-.Dije intentando sonar natural pero con un tono de nerviosismo
-Hola, Sergio. ¿Qué pasa? ¿Necesitas hablar con Rubén?-. Preguntó ella
-No, no es Rubén con quien necesito hablar. Necesito hablar contigo-. Respondí
-¿Es sobre lo que teníamos que hablar después del ensayo?-. Me preguntó con una voz llena de curiosidad
-Sí, exactamente. ¿Podría ir a tu casa para conversar?-. Le propuse
-Claro, te espero-. Dijo ___ con un tono suave
Colgué el teléfono y salí de mi casa, dirigiéndome a la casa de ___. El camino hasta allí fue breve, pero la anticipación lo hizo parecer más largo. Cuando llegué, toqué el timbre y, después de unos minutos, ___ apareció en la puerta.
-Hola, Sergio. ¿Cómo estás?-. Me preguntó con una sonrisa cálida
-Hola, ___. Estoy bien, ¿y tú?-. Respondí, devolviendo la sonrisa
-Bien también-. Dijo ella
-¿Te parece si damos un paseo?-. Le pregunté con una sonrisa.
-Claro-. Aceptó ella
___ cerró la puerta de su casa y comenzamos a caminar por la calle tranquila. Al principio, el silencio predominó, pero pronto me decidí a romperlo.
-___, ¿por qué te fuiste de la casa de Menudo?-. Le pregunté, mirando su perfil
-Sobre eso, perdón por no hablar después del ensayo y por irme tan rápido. Tuvimos que solucionar algunos problemas-. Dijo, su voz cargada de pesar.
-¿Qué tipo de problemas?-. Pregunté, preocupado-. Mira, ___, cuéntame, tenme confianza. Siempre que te pase algo, puedes confiar en mí.
-Lo que pasa es que Rubén y yo fuimos a una fiesta. Rubén se llevó la llave de mi casa y la perdió. Cuando volvimos, nuestros papás estaban enojados. Tuvimos una discusión, me echaron la culpa de que Rubén perdió la llave, y luego nos echaron de casa. Fuimos a la casa de una prima y luego a la de Joselo. Joselo nos pidió que resolviéramos las cosas con nuestros papás después del ensayo. Por eso me fui rápido-. Explicó
-Gracias por contarme, de verdad-. Dije, sintiendo un alivio-. ¿Y por qué te echaron la culpa de que Rubén perdiera la llave?
-Gracias por escucharme, Sergio. La verdad es que mis papás siempre prefieren a Rubén. Si Rubén se mete en problemas, yo asumo la culpa. Además, mis papás dicen que, como soy la hermana mayor, debo cuidar de Rubén. Por eso me preocupo por él-. Dijo ___, con una poco de tristeza
-Se nota que lo quieres mucho. Y otra vez, gracias por confiar en mí-. Respondí, con un tono sincero
-Y tú, gracias por escucharme. Solo me llamaste para preguntar qué pasó hoy o sobre lo de Venezuela-. Dijo con curiosidad
-La verdad, sobre Venezuela, supongo que debería pedirte perdón si te causé algún problema con Rubén-. Admití
-No, bueno, solo que Rubén me amenazó, mejor dicho, me advirtió que no debo ser algo más que amigos-. Dijo ___
-¿En serio? A mí también me dijo lo mismo. Me imagino que Rubén es celoso contigo-. Dije
-La verdad, no es solo celos, es por algo más-. Explicó ___, frunciendo el ceño
-¿A qué te refieres?-. Pregunté, intrigado
-Hace tiempo, Rubén y yo hicimos una promesa: él no podía salir con mis amigas y yo no podía salir con sus amigos-. Dijo ___, con una voz con un poco de tristeza
-Eso explica muchas cosas. ¿Y hace cuánto hicieron esa promesa?-. Pregunte con mucha intriga
-Fue antes de que Rubén empezara a consumir drogas. En ese tiempo éramos más unidos, no teníamos problemas-. Respondió ___, con una mirada melancólica
-Eso explica por qué me amenazó-. Dije, asintiendo lentamente
Seguimos caminando, el paseo resultó ser una experiencia agradable y reveladora. ___ es realmente una chica interesante. Estábamos en silencio, pero era un silencio cómodo, hasta que ___ rompió el silencio.
-Sergio, creo que debería volver a casa. Está empezando a oscurecer-. Dijo, mirando el cielo.
-Te acompaño-. Le ofrecí
-No, no es necesario-. Respondió ella, pero con una sonrisa agradecida
-Pero quiero acompañarte-. Insistí
-Está bien, vamos-. Aceptó finalmente
Llegamos a su casa, y ella sacó la llave y abrió la puerta.
-Gracias por acompañarme, Sergio-. Dijo ___, con gratitud
-No hay de qué. No le dirás a Rubén que estuve contigo, ¿verdad?-. Le pedí
-Claro que no, nunca te metería en problemas con mi hermano-. Aseguró, con una sonrisa comprensiva
-Descansa, ___. Nos vemos mañana-. Dije, despidiéndome
-Tú también descansa -. Respondió ella
Antes de que entrara en su casa, le di un beso en la mejilla a modo de despedida.
-Nos vemos mañana-. Dijo nerviosa
-Sí, nos vemos mañana. No olvides que tenemos un viaje-. Le recordé, sonriendo
-Tienes razón. Bueno, me tengo que ir-. Dijo, con un toque de nerviosismo
___ entró en su casa, y yo me dirigí de regreso a la mía, sintiendo que la conversación había sido un paso crucial para fortalecer nuestra amistad. Pero también sentía que había encontrado una nueva determinación. Me di cuenta de que estaba dispuesto a arriesgarme para conquistar a ___, porque, después de todo, ella valía la pena.
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Simplemente tu ☁︎𝐒𝐞𝐫𝐠𝐢𝐨 𝐁𝐥𝐚𝐬𝐬 𝐲 𝐓𝐮☁︎
Novela JuvenilLos hermanos Rubén y ___ se unen al grupo Menudo, donde Rubén forma una sólida amistad con un compañero de banda mientras ___ se encuentra atraída por el mejor amigo de su hermano, ¿podran enfrentan los desafíos de un entorno marcado por el consumo...