Capítulo 32

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Eider salió de la mansión de los Nekozawa, sintiendo un alivio momentáneo. Decidió irse y dirigirse a la casa de la playa para poder tener un respiro de todo. Justo cuando estaba a punto de subir al auto, vio cómo una limusina se detenía bruscamente frente a la entrada. Los gemelos Hikaru y Kaoru bajaron rápidamente y se pusieron enfrente de Eider.

—¿Qué pasa? —preguntó Eider

Los gemelos se miraron mutuamente y, después de un momento de silencio, Hikaru habló. —Eres una chica. Le diremos a todos —dijo con una sonrisa maliciosa.

Eider se acercó a Kaoru y le dijo en voz baja —Miraste el trasero de una chica y dijiste que está firme, pervertido... También entrenaste con una chica y la viste sudar, pero me pregunto, ¿Qué pasaría si...? —

Eider se acercó aún más a Kaoru, susurrando en su oreja. Kaoru perdió toda su confianza y se desplomó, claramente nervioso y avergonzado. Hikaru rápidamente ayudó a su hermano a levantarse, mirando a Eider con una mezcla de sorpresa y temor.

—Cuidado, porque puedo hacer que él sea mío —dijo Eider, sus palabras dejando impactado a Hikaru.

Sin más que agregar, Eider se subió al auto. Mientras se dirigía a la casa de la playa, pidió que le llevaran sus cosas, queriendo dejar atrás el caos de los últimos días.

En el camino, sus pensamientos eran un torbellino. Sabía que había hecho lo correcto al defenderse, pero también se preguntaba cómo manejaría la situación con los gemelos y lo que ellos sabían. Necesitaba tiempo para pensar y planear sus próximos movimientos. 

Al final, decidió que ir a la casa de la playa no era la mejor idea. Después de pedirle a su chofer que se estacionara en un parque que estaba cerca de ahí, ella se bajó del auto y se sentó en un banco bajo un árbol de cerezos, cuyas flores empezaban a caer con la brisa. El verano estaba a la vuelta de la esquina y el ambiente era cálido y reconfortante.

Eider observaba el cielo mientras, se  sentía atrapada en sus propios pensamientos, incapaz de encontrar una solución clara. A pesar de haber dado la orden de detenerse y haberse bajado del auto, dudaba sobre su decisión.

Corb, siempre atento, se acercó y rompió el silencio con un tono tranquilo. — Eider, ¿estás segura de que quieres irte? Aquí has encontrado muchas cosas que podrían hacerte feliz —

Eider permanecía inmóvil — No lo sé, Corb. Tal vez estoy huyendo de algo que no puedo escapar. —

Ban, que estaba vigilante a unos pasos, también se acercó un poco. Aunque él no era de hablar mucho, sabía que Eider valoraba más su presencia silenciosa en este momento.

Antes de que pudiera profundizar más en sus pensamientos, una voz familiar se escuchó detrás de ellos.
— Sabía que te encontraría aquí, Eider.—

Ella giró lentamente y, para su sorpresa, vio a Magnus acercarse, con una sonrisa tranquila en su rostro. Eider pensaba que ya se había marchado. — ¿No te habías ido ya?

Magnus se encogió de hombros ligeramente. — Cambié de planes. Decidí hacer un poco de turismo en lugar de irme. Y algo me decía que debíamos hablar —

Ban y Corb intercambiaron una mirada, como si entendieran que este era un momento que Eider necesitaba compartir con Magnus. Ambos retrocedieron un par de pasos, dándole espacio para hablar.

Eider miró a Magnus fijamente. — No quiero volver a cerrar los ojos y despertar en ese armario —

Magnus se acercó más, su rostro reflejaba comprensión. Se arrodilló frente a ella, tomó sus manos y habló en voz baja, pero firme. — Eso no volverá a pasar, Eider. Eso fue solamente una pesadilla horrible, pero ahora estás en un lugar diferente. Has encontrado gente maravillosa que te quiere y te acepta. Ya no estás sola —

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⏰ Última actualización: Oct 03 ⏰

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𝐆𝐨𝐥𝐝 𝐄𝐲𝐞𝐬 ~ 𝐔𝐦𝐞𝐡𝐢𝐭𝐨 𝐍𝐞𝐤𝐨𝐳𝐚𝐰𝐚 𝐱 𝐎𝐂~ (𝐇𝐨𝐬𝐭 𝐜𝐥𝐮𝐛)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora