Capítulo 40

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Samantha

Se colocó sobre mí y con una mano me agarró del cuello mientras me besaba con necesidad, entre chupones, lamidas y mordisqueo llevó la otra mano por debajo de mi falda y lo metió en el interior de mi bikini, el solo contacto de sus dedos en mi parte más sensible hizo escapar de mi un gemido acompañado de un escalofríos que recorrió todo mi cuerpo.

— Darren — gemí arqueando la espalda.

Sus dedos acariciaron mis paredes vaginales, y con su pulgar froto mi clítoris para después meter tres dedos dentro de mí, mordí con suavidad el lóbulo de su oreja mientras con mis manos recorría su pecho, hombros, espalda y el culo. Él me besó el cuello y con su boca fue trazando un camino desde mi clavícula hasta mis pechos, sin dejar de masturbarme.

— Espera — dije con la voz entrecortada, me saqué la blusa con tirantes, mi sostén y luego le quité la camisa de lino a él, le cogí de su rostro y nuca para volver a unir nuestros labios en otro beso, su lengua entro en mi boca y comenzó una feroz guerra con la mía, nos besamos con intensidad frotando nuestros cuerpos entre sí.

Con sus dedos comenzó un movimiento en mi interior que me hizo jadear sin parar, me agarre a sus hombros y lo mire a los ojos, su mirada estaba llena de lujuria, me masturbo mientras me besaba, yo le arañe la espalda, tire de su pelo y le agarre del cuello sin parar de gemir.

Hasta que se alejó de mi rostro, me acomodó en la cama, y terminó de desnudarme, luego puso mis tobillos en sus hombros y metió la cabeza entre mis piernas, su aliento sobre mi coño me hizo jadear, apreté su cabeza contra mí y me mordí el labio inferior sintiendo cosquilleos, lamió el interior de mis muslos y acerco su lengua a mi coño, su lengua acaricia mi clítoris, lo succiona y lo muerde suavemente.

Empezó las lamidas, chupetones y los lengüetazos que me hizo gemir sin cesar, su lengua exploró hasta en lo más mínimo y profundo de mi parte sensible, salivas y fluidos se mezclaron. Luego metió tres dedos dentro de mí y comenzó a moverlo sin compasión, el ritmo fue tan intenso que sin poder evitar deje salir un chorro líquido transparente que salpicó toda la cama y en partes a él.

Deje salir un fuerte sonido de placer, mis gemidos se convirtieron en gritos y abrí más las piernas y el líquido salió como un chorro, como si estuviera meando, Darren froto mi coño con fuerza, sin parar, el líquido siguió saliendo, salpicando a él y la sábana.

Eso le encendió aún más. Mis gemidos se convirtieron en gritos, todo mi cuerpo estaba temblando por la descarga eléctrica que sentía, el orgasmo fue brutal, después dio un salto fuera de la cama y se sacó el pantalón corto y el bóxer, busco el condón y lo dejó en la mesita de luz, seguí sus movimientos con la respiración entrecortada.

Tragué saliva al ver cómo sus músculos se hacían notar con cada movimiento que realizaba, me fijé en sus tatuajes, en toda esa tinta que adornaba su piel, y sonreí mordiendo mis labios, me reconfortaba verlo tan cerca y poder olvidarme de la distancia que existió entre nosotros.

Después se arrodilló en la cama y me agarró de la nuca para atraerme a él, sin mediar palabras supe lo que quería, me acomode a cuatro patas e incliné la cabeza, sin dudar metí la punta en la boca y lo chupe al tiempo que mis manos subía y bajaba por el tronco, recorrí su polla entera con mi lengua, le chupe y lo llene de saliva, luego lo succione y él con sus manos apretó mi cabeza para meter lo más adentro posible de mi boca. Al soltarme saque su polla de mi boca y trate de coger aire, mientras me limpiaba la saliva de la comisura de mis labios y él sin quitarme los ojos se colocó el condón con cuidado, sin romperlo.

— Te deseo tanto — dijo con los ojos dilatados.

Le di la espalda y me puse a cuatro patas para que me follara de una vez, estaba ansiosa, llena de lujuria, lo deseaba como nadie más lo haría y siempre cuando lo tenía dentro de mi sentía que estábamos hechos uno para el otro, nuestros cuerpos encajan perfectamente entre sí y nuestra respiración se sincronizan maravillosamente. Esos momentos eran los más perfectos y no lo cambiaría por nada.

Lo Que Fue De Darren #3 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora