Lo Que Fue De Darren #3

Capítulo 44

Samantha

Edison fue el ministro encargado de celebrar la ceremonia, fue un momento muy bonito y durante la ceremonia me encontré llorando en silencio y eso fue más que patético, aunque Darren me consoló diciendo que debía estar llorando porque nuestra boda también se acercaba y ciertamente pensar en eso me llenaba de sentimientos.

Había flores frescas por todas partes, velas, luces colgantes, mesas largas, un gran banquete y muchos invitados que honestamente no conocía a la mayoría, me sorprende ver el gran círculo de amistad que al parecer poseen Megan y Peter.

Los niños se encargaron de llevar el anillo, aunque hay un fuerte rumor de que Daniel lo perdió justo en el momento de la verdad, la pobre Megan casi se le sale el bebé por los nervios que sintió en ese momento. Por suerte, el padrino de boda (o sea Darren) tenía anillos de oro de repuesto y todo se arregló rápidamente. No es por presumir, pero mi hombre es un hombre precavido y un buen padrino de boda.

— Edison, estás muy alto, ¿Mides igual que Darren?— le pregunté.

Lily se encargó de maquillar a Edison, Edward y Elio para que los demás invitados no pregunten que les pasó y ellos tuvieran que verse en la obligación de responder que fueron machacados por un grupo de adolescentes. Eso al parecer sería algo sumamente vergonzoso y humillante que contar.

— Mido 1,80 pero nena, hay una parte de mí que podría dejarte con la mandíbula en el piso si confieso su medida — respondió Edison, Lily no dudo en poner los ojos en blanco y vaciar su copa de champagne en un solo trago.

— Que elegante — respondí con una sonrisa exageradamente fingida.

— Tampoco estes tan orgulloso de eso — comentó Lily.

— ¿Qué quieres decir?— saltó Edison.

— Tú sabes que quiero decir.

Lily y yo estábamos con nuestro vestido de seda largo color fucsia al igual que Davina, las damas de honor, que a estas alturas lo único que estábamos haciendo era mezclar cualquier tipo de alcohol que había.

— Por cierto, ustedes dos — les señales a los dos con cara de desconcierto — ¿Cómo diablos están juntos? No puedo entender.

Aunque siendo sincera Edison ya no es esa cría de 16 años que conocí cuando empecé a salir con Darren, los gemelos se volvieron más altos y físicamente muy atractivos, tienen la mandíbula bien marcada, los ojos azules claros, nariz perfecta y equilibrada para un rostro varonil sutilmente salvaje y al mismo tiempo sofisticado, al ser chicos altos también sus brazos son largos y musculosos, sus hombros son anchos y las piernas...madre mía, está mañana los vi nadar y admito que tuve un ligero arrepentimiento por haberlos rechazado en el pasado.

Ese comentario no le gustó para nada a Darren, porque fui tan tonta como para pensar que ese chiste le haría gracia, pero lo único que conseguí fue que se enojará.

— Sin ofender, pero...¿Cómo diablos terminaron saliendo?

— Salve su culo en una fiesta, fue antes de irnos a Londres con Darren — comenzó a relatar Lily, trataba de mostrarse indiferente al respecto pero lo cierto es que se le notaba el brillo en sus ojos y lo enamorada que estaba — Una noche estaba con Darren arreglando unos papeleos de unas de las compañías y entonces Edison lo llamó para decirle que se había metido en un lío en una de las fiestas en el que estaba, Darren le pidió que se fuera al infierno y que en el proceso no lo molestaste, honestamente en ese tiempo Darren estaba agotado, los gemelos se metían en problema todos los días y el pobre de él tenía que ir a salvarlos siempre, como estaba muy de poca pulgas ese día me pidió a mi dar una vuelta por ahí para echar un vistazo. La cosa es que este capullo se metió con la chica de un psicópata, así que para evitar que lo maten fingí ser su novia para que el otro gilipollas lo dejase en paz y para hacer más creíble nuestra supuesta relación nos besamos, a Edison le gustó tanto mi beso que se obsesiono conmigo y me acosó por una semana, entonces decidí salir con él para que dé una vez pare con su obsesión pero por un error terminamos follando en el baño de un club y luego aquí nos tiene, ya te digo yo que tengo un coño que madre mía estos hombres lo adoran.