7. Raromagedon

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Era un día tranquilo en Gravity Falls y todo estaba normal en la Cabaña del Misterio, hasta que de pronto Ford y Mabel reciben un mensaje de Dipper a través de Wendy de reunirse en le plaza del pueblo para hablar de algo importante.

En ese momento, tanto Mabel como Ford vieron una oportunidad para poder hacer que este regresara, Mabel para poder molestarlo y hacerlo sentir inferior y Ford para hacer sufrir a Bill Cipheri. Y así, los dos sin tomar en cuenta que Wendy estaba actuando de manera extraña además que a sus ojos les faltaba ese brillo que le caracterizaba, decidieron ir al lugar acordado.

Ambos se apresuraron para llegar a la plaza del pueblo, en donde vieron a Dipper sentado en el borde de la fuente mientras comía de una bolsa unas papas fritas ignorando a todos, pero en cuanto los vio sonrió de una manera un tanto escalofriante y dijo con sarcasmo en su voz.

- ¡Oh Mabel, Tío Ford! Que gusto verlos. Al parecer les llegó mi pequeño mensaje. - sonrió

La pequeña al ver que había mucha gente y, que si no actuaba como normalmente lo hacía con su hermano toda su fachada se iría a la basura, dijo con voz dulce.

- ¿Dipper dónde estabas? Me tenías preocupada, no sabes por la angustia que me hiciste pasar. Por suerte volviste.

- ¿Enserio?- pregunto con una sonrisa sínica en su rostro - Pero según tus propias palabras sería mejor que yo me fuera y que no volviera, ya que soy tan inútil que sólo soy un estorbo para ti.

- ¿Cómo me crees capaz de decir algo así? Me ofendes, sabes que te quiero más que a nada.

- Ya discutiremos eso después, es hora de ir a casa.

- Casa?? JAJAJA esa maldita cabaña no es mi hogar ni mucho menos, así que no iré a ningún lado. Si quieren ustedes se pueden ir.

Dijo Dipper con un tono de diversión en su voz, mientras se metía otra papá frita a su boca. Cuando hizo eso Mabel se fijó lo que este estaba comiendo y se da cuenta que eran unas papas fritas de edición limitada que ella adoraba. Cuando sus papás les habían traído algunas bolsas de estas para los dos, había logrado quitarle todo para poder comerselo sólo ella, así que con un tono de voz que todos creerían inocentes, a excepción de su hermano, pregunto.

- ¿Dipper dónde conseguiste esas papas fritas? Se suponen que son edición limitada.

- Ese tono amenazante que usabas contra mi ya no te va a servir Mabel. Espero que eso te quede en claro.

- ¿De que hablas? Yo jamas te he hecho nada por lo cual me puedas hablar así.

- No seas tan hipócrita niña, que yo he sido el que siempre ha tenido que sacrificar todo por ti. Por ejemplo cuando teníamos seis años, cuando yo podría haberme saltado uno o dos cursos, pero tu tenías que hacer tu berrinche y convencer a papá y mamá para que no firmaran el permiso. Ó tal vez en aquella ocasión cuando teníamos nueve y yo postulé a ese campamento de ciencias y bioquímica, pero si yo iba tu no podrías ir a tu excursión en la cual tenías que ir en pares. Y en vez de buscar a alguien que te acompañe te pareció más fácil sabotear mi examen para que no me aceptaran en el campamento, además de hacer que papá y mamá me obligaran a ir contigo. Ó también hace apenas tres años, poco antes de nuestro cumpleaños número trece, cuando me arrebataste no sólo a la persona que más amaba, sinó que también hiciste que ese maldito seis dedos me borrará la memoria. Tú sabes mejor que nadie que lo que acabo de contar no es ni una milésima parte de todo lo que me has hecho a lo largo de nuestras vidas. - en ese momento de su discurso, Dipper comenzó a reír histérica mente antes de continuar- ¡Oh! Casi se me olvida contar lo más egoísta, malvado, narcisista y estúpido que me hiciste.Y sí, de lo que hablo es de cómo a cambio de tener un novio vendiste mi alma a un demonio como si no fuera nada más que algo desechable e inútil.

Cuando Dipper terminó de hablar una sonrisa macabra se poso en su rostro mientras seguía comiendo y veía como Mabel no sólo se puso roja, sinó también estaba lívida y totalmente furiosa con su hermano por haber contado lo que había hecho, pues ella le había amenazado desde hace años que era mejor no decir nada, pues absolutamente nadie le creería ya que pensarían que estaba celoso de ella.

- Como....¿Cómo? - comenzó a tartamudear en su irá - Fuiste tan estúpido para contar eso. ¿Que acaso crees que te creerán? Y si lo hacen simplemente uso la máquina de tío Ford y les borro la memoria. Lo único que has logrado al hacer con eso es que una vez que simplemente vuelvas a la cabaña del misterio, tu vida sea un infierno.

En el momento en que Mabel terminó de pronunciar la última palabra el menor había comido la última papa frita y comenzaba a arrugar la bolsa ya vacía  mientras decía.

- Mabel, en serio que eres idiota. No sólo vine a eso, sinó que vine a terminar con todo este maldito lugar y antes de que me digas algo, este lugar ha estado perdido desde el momento en el que retorne a él.

En eso momento, ni bien terminada la frase, lanzó la bolsa a sus espalda y en el momento en que está rozó el piso, se abrió un enorme portal en forma de "x"  y de él surgió Bill sentado en un trono de obsidiana negra como la noche,en su forma humana, y detrás de el apareció una legión de demonios y rarezas mientras Dipper decía: "Bienvenidos al Raromagedon."




Listooooo el capítulooooo.

Sólo falta el último capítulo.

¿Quereis que haga éxtras?

Una mala decisión? - BilldipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora