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  - Es un buen día para mi papá,  he tomado una decisión muy importante para mi futuro- Inuyasha sonreía como un tonto desde que había llegado al bar.
 
Sesshomaru lo había citado con urgencia para sincerarse sobre la situación incómoda con su novia novia.

  - Le pediré matrimonio a Kagome- confesó.

  - ¿Que..qué?..-

  - Sé que suena apresurado pero estoy locamente enamorado de ella, papá. Estoy seguro de que es la indicada-

El mayor creía que se desvaneceria en cualquier momento, eso no se lo vió venir tomándolo totalmente desprevenido.

  - ¿Papá? ¿Estás bien?- preguntó él chico preocupado por el cambio de semblante de su padre al escucharlo.

  - Si..si. Es que me parece, no lo sé Inuyasha, creo que vas demasiado rápido y Kagome...-

  - Lo sé, lo sé..llevamos de novios solo cuatro meses pero no imagino un futuro sin ella, estoy decidido y no creo que logres persuadirme- sonrió antes de darle un sorbo a su vaso.

  - Es que ella...- no supo como decirle que era una coqueta sin escrúpulos.

  - Entiendo que estés preocupado, sé bien que ella es un poco intensa, no es una mujer convencional, no es como mamá pero mira ustedes llevan años juntos y comenzaron su relación muy jóvenes.- explicó serio.

  - Así es Inuyasha pero fue una situación diferente.. - refiriéndose al precoz embarazo de Rin

  - ¿Si hubieses elegido entonces no te habrías casado con mi madre?- esa pregunta lo tomó desprevenido una vez más.

Sesshomaru solo atinó a exhalar y beber de su cerveza.

  - No es tan así. Si hubiese tenido la oportunidad quizás hubiera esperado más, vivir otras experiencias, disfrutar más de mi soltería y tener menos obligaciones- respondió

Inuyasha se sintió ofendido.

  - Ya veo. Me siento como una carga para ti-

  - No hijo. No es así.. ustedes son todo para mi, no me malinterpretes- la tensión era bastante evidente en la conversación.

  - Por cierto.. ¿para que me citaste aquí? Dijiste que era algo importante- Inuyasha desvió el tema para evadir seguir con aquella incomodidad 

  - Nada, olvídalo.. era una tontería. Solo una excusa para verte- mintió

  - Bueno papá, la charla fue...interesante. Esta semana iré a casa para anunciar mi compromiso, si Kagome me acepta, por supuesto-

Ambos se despidieron y tomaron caminos separados.
Sesshomaru caminaba sin rumbo mientras observaba escaparates al azar; no dejaba de pensar como se había metido en medio de su hijo y su novia. Su celular vibró en su chaqueta y  abrió el mensaje que llegaba con una letra "K" en la pantalla; así había agendado a su particular nuera.

~Te espero aquí en una hora~

Y una ubicación anexada al breve texto.
Estaba relativamente cerca de donde estaba en el momento,  pero su turno en el hospital estaba por comenzar en solo treinta minutos.
¿Que debería hacer?
Por supuesto que debía darle la cara y frenar ésta locura.

Llegando al lugar donde Kagome lo había citado, notó que era un viejo apartamento con una fachada bastante deteriorada. Envió un mensaje breve, para saber cómo seguir hasta donde ella estaba.

~Estoy en el lugar, ¿en que piso estás?~

~Sexto piso. Apartamento 603. Usa las escaleras, el ascensor no funciona~ respondió casi inmediatamente

Miró hacia arriba y desde el hall de entrada y suspiró al tener que subir tantos peldaños de la enorme escalera en caracol.
Tardó unos minutos pero aun así llegó a la puerta con el número indicado por la azabache en color bronce. Ya en camino dudaba si tocar antes o entrar de una vez, pero la puerta estaba entreabierta, como invitándolo a pasar.
El lugar estaba casi vacío, al no ser por un viejo sofá de cuero marrón y una mesa desgastada.

  - Es dónde vivía antes de mudarme con Inuyasha- dijo la voz femenina al aparecer frente a él.

Sesshomaru la miró sin saber que responder, después de todo no preguntó.

  - Era de mi madre, al morir me quedó para mi, y hace dos meses que lo vacié. Estoy pensando en arrendarlo o quizás venderlo- siguió explicando.

  - ¿A qué querías que viniera?-

  - ¿Siempre eres tan directo?- respondió con otra pregunta, mientras sonreía.

  - Mira Kagome, estuve a punto de decirle la verdad a mi hijo, él no merece esto, no se que pretendes con este juego tan estúpido.- se mantenía serio y con una mirada afilada.

  - No vengas con eso. Ahorratelo.- se negó a seguir escuchando a la vez que se dejó caer de rodillas al suelo dando un estruendo contra el viejo suelo de madera.

  - ¿Que haces?-

Sobre sus rodillas, ella avanzó arrastrándose hasta llegar frente a su cintura. El peliplata retrocedió hasta parar contra la pared y quedó esperando su siguiente movimiento.
Kagome se atrevió a tomar su cinturón y comenzó a aflojarlo, ante esa acción, Sesshomaru solo atinó a golpear sus manos con una de las suyas.

  - ¿Te gusta brusco?- se burló la fémina.

  - ¿Que carajos crees que haces?-

Ignorandolo por completo, renaudó lo que hacía momentos antes en un tire y afloje de ambos, ella solo llegó a deprender su pantalón hasta bajar por completo su cremallera. Aunque su ropa interior bloqueaba el tacto de la azabache, él podía sentir por encima de la tela como de manera desvergonzada y vulgar acariciaba su miembro vigorosamente.

  - No lo quieres pero estas poniéndote duro-

  - Ba...basta!-

  - Ambos lo deseamos..- susurró ella.

Sesshomaru no podía pensar con claridad. No con semejante mujer arrodillada frente a su masculinidad.
Nunca, jamás había engañado a su esposa, pero admitió para si mismo que la sensación que lo invadía era muy similar a la adrenalina que solo sentía ante sus procedimientos médicos innovadores.
Su vida era sosa y ahí aparecía Kagome para condimentarla, aunque también peleaba con la moral que no dejaba de atormentarlo. Era la novia de su hijo, a quién le pediría matrimonio...

Todo lo siguiente pasó demasiado rápido como para detenerse o salir corriendo. La morena rodeaba su pene con su cálida boca de manera experta y rápida.
Cada bocada era como si quisiera matarlo para revivir nuevamente, el calor intenso se desparramó desde su mástil, colándose hasta en sus mismas venas. Se atrevió a observarla en cierto momento y sus hermosos ojos azules estaban fijos en él, como detallando sus reacciones.. trató de mil maneras no mostrar en su rostro alguna de ellas pero un gemido gutural lo dejó en evidencia.

Pocos minutos después de comenzar, él ya se dejó llevar por el clímax y vació su esperma dentro de la boca de la morena que no mostró ningún desagrado, por el contrario, siguió chupando con más intensidad que nunca, al parecer quería exprimir hasta la última gota de su simiente.

  - Puedo hacerte feliz- aseguró la chica aún en la misma posición con su labial exóticamente corrido.

  - No se qué me sucedió, pero no volverá a suceder- habló él subiendo su cremallera, y luego peinar su cabello con los dedos.

Kagome sonrió y se levantó para depositarle un suave beso en sus labios.

  - Eso ya lo veremos-

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Para mis exigentes lectoras, si obvio..habrá lemon.

(Lo aclaro antes que vengan sus reclamos) 😂😂😂

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