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El lugar era más que hermoso, el adjetivo se quedaba corto. Kagura había puesto su toque allí, y la decoración era más que ostentosa.

  - ¿Que te parece mi amor?- preguntó con un evidente orgullo en su mirada.

  -¿ A Kagome e Inuyasha les gustó?-

  - No lo sé,  recuerda que yo les dije que organizaria esta fiesta de compromiso- respondió la mujer 

  - En pocas palabras, no les consultaste nada Kagura, ¿no es así?-

Ella miraba alrededor y se veía ofendida.

  - Sé que a mi hijo le encantará todo lo que preparé- afirmó devolviendo la mirada a su esposo.

  - ¿Y..a Kagome?-

  - ¿Que preguntas son esas? Por supuesto que le encantará. Es una mujer, estará fascinada con la elegancia del lugar- exclamó ya molesta.

  - No lo sé, Kagome...parece diferente- enfatizó la última palabra, de manera extraña.

Kagura lo aniquiló con la mirada y de muy mal humor se dirigió a la entrada del salón a seguir recibiendo invitados que no dejaban de llegar.
Sesshomaru no dejaba de pensar que quizás Kagura se había excedido, apenas comenzaba la celebración y ya habrían cientos de personas, de las cuales quizás ni a la mitad conocía.
Al cabo de una hora, la feliz pareja llegaba ante los saludos y buenos deseos de los presentes. Inuyasha sonreía de oreja a oreja, por el contrario de la azabache que se veía un tanto perdida.
El peliplata buscó la oportunidad, con discreción se acercó a ella mientras charlaba con una pareja mucho mayor que ella y con cortesía la alejó al exterior para quedar a solas.

  - Gracias.- dijo ella apenas, el aire fresco movía su cabello con gracia.

Él la miró sorprendido.

  - Me salvaste allí. Me siento agobiada Sesshomaru.-

  - Le dije a Kagura que tal vez era demasiado todo esto, pero..- comenzó a explicarle.

  - No te escuchó, por supuesto.- sonrió de lado. -Estoy agradecida con ella por las molestias que se tomó al organizarla pero definitivamente, no es lo mío.- aseguró.

Él soltó el aire y le ofreció de su copa, ella solo aceptó sin antes lamer la orilla del cristal, provocandole una sensación extrema al hombre que no dejaba de mirarla.

  - Te ves hermosa- susurró.

  - Ahórrate los cumplidos suegro, no entre nosotros...dime, vi un invernadero en el patio trasero, ¿me acompañas?- su voz sugerente, lo dejó más que listo para hacer lo que fuera

  - Aquí.. y ahora Sessh- dijo acercándose a él con pasos lentos.

No necesitó mucha insistencia de su parte, que él mismo ideó que se adelantara y se le uniría en minutos en el lugar acordado.
Cuando se dirigía allí se cruzó con su hijo que parecía más que feliz, eso le removió algo de incertidumbre dentro..

  - Papá ! ¿Has visto a Kagome?- le preguntó buscando a la chica entre la multitud.

  - No..creo que la vi hablando con tus tíos hace un buen rato- mintió.

  - Ah. Es que es demasiada gente la que hay por aquí. No te preocupes, si la ves ¿le dices por favor que la estoy buscando?-

Sesshomaru sonrió y afirmó tratando de distraerlo.

  - Vé a disfrutar tu fiesta, ella seguramente está conociendo a los demás-

  - Tienes razón papá, aunque se que deba sentirse incómoda, no le agradan los lugares muy concurridos- afirmó el menor.

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