Volver a comenzar - Polin

Una oportunidad

"Hay días donde temo que las pesadillas, al igual que los sueños, se hagan realidad, porque entonces no podría despertar para escapar de ellas"

-¿Colin?, Colin, despierta -El nombrado abrió los ojos confundido, estaba en la habitación de su casa, la casa que compartía con Pen- Es tarde, vamos, los niños ya están desayunando, tal vez deberías apurarte o te quedarás sin nada que comer- sintió un beso en las mejillas y un aroma floral colándose por su nariz, haciendo que una sonrisa se escapara, era la fragancia de ella, su Pen.

-¿Pen?-

-¿Si?-

-Estás aquí-

-¿Si?- respondió confundida- Estás raro, ¿Qué pasó?-

-Parece que tuve una especie de pesadilla-

-¿Estás bien?- preguntó con preocupación

-Sí, no pasa nada, ¿puedes venir un momento?- Pen hizo una mueca y en el estómago de Colin el nerviosismo empezó a vibrar

-Colin me tengo que ir-

-¿Me darías un abrazo antes?, por favor-

-Debo irme-

-Pen, por favor, no me siento muy bien- rogó

-Tenías razón-

-¿Qué?-

-No eras suficiente. Soy infeliz aquí-

-Espera, ¿qué?- su corazón comenzó a temblar

-Quiero terminar este matrimonio Colin-

-Pen espera -trató de levantarse- Puedo...-

-Adiós- sentenció la pelirroja, dándose la vuelta y dirigiéndose a la puerta.

-Por favor, yo puedo, arreglarlo, cambiar, ser mejor, yo...- la desesperación en su voz empezó a hacerse notoria y sus ojos comenzaron a aguarse.

-No puedes darme nada, no eres nada, ¿arreglarte?, no sabrías por dónde empezar-

-Pen...- Su corazón se despedazaba con cada palabra hiriente

-Yo al menos tengo un objetivo, ¿tú que tienes?-

-Lo siento, Pen, lo siento- lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, el nudo en su garganta dolía.

-¿Estás llorando? -sonrió con sorna la pelirroja- No puedo vivir así, eres patético-

-¡Por favor Pen!- esa mujer no era el amor de su vida, no podía, rogaba al cielo que eso no fuera cierto.

-Encontraré alguien que verdaderamente me merezca, adiós- sentenció

-¡Pen!- trató de sostenerla pero como si fuera un espectro, la figura de la chica se desvaneció entre sus brazos, dejando un desconsolado Colin en el piso, con lágrimas en sus ojos- No me dejes. Lo siento, Lo siento. Te amo, te amo. Pen...- suplicó destrozado.

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-Señorita Featherington, ¿está usted bien?- insistió el hombre castaño claro

-Yo...-tartamudeó Pen, sintiéndose nerviosa ante las miradas curiosas de los demás invitados. Estaba en los brazos de un extraño, quien aparentemente la conocía, ¡vaya escena!, tenía que alejarse ahora- Si, yo, muchas gracias -se enderezó con ayuda del chico, quien aún le sostenía las manos, como apoyo- Disculpe pero, ¿Usted me conoce? No recuerdo haberlo visto-

-Oh claro, una disculpa por mis modales soy...- intentó presentarse, pero fue interrumpido por una tercera voz-

-¡Penélope! -Colin se acercó con preocupación, tomando una de las manos de Penélope, intentando alejarla del recién llegado. Mientras, Lady Danbury lo seguía por detrás con una sonrisa socarrona - ¿Estás bien?-