Arder intensamente

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Esa mañana Penélope despertó con una sonrisa en su rostro, pero si alguien preguntara, ella negaría que tenga algo que ver con lo que había sucedido el día anterior.

La noche anterior, luego de lo ocurrido en el jardín, todo fue más pacífico, ella y Colin habían regresado a la fiesta discretamente, escabulléndose hacia la mesa de dulces. Mientras Colin trataba de cubrirla, ella preparó dos copas de helado con galletas picadas, y entre risas, por la pequeña travesura, disfrutaron del resto del baile. Ambos habían vuelto a sentir esa complicidad y amistad que compartían desde jóvenes. Esa sensación, esa chispa de esperanza, era la luz al final del túnel oscuro, que fueron aquellos días peleados.

Penélope comenzó a prepararse para bajar a desayunar, si bien recordaba que esa mañana tendrían la visita del señor Wood, y le presentaría la ciudad. Quizá podría preguntarle a Eloise si quería acompañarlos. Su mente se detuvo en lo último, ¿estarían lo suficiente bien con su amiga para volver a charlar confiadamente?, el miedo se instaló en su pecho, ¿le aceptaría una salida?, Colin había propuesto la idea, ¿por algo lo dijo no?, podría ser una buena forma de volver a retomar el diálogo.

Rae terminó de acomodar su cabello y se levantó, estaba atrasada, su madre no tardaría en venir a buscarla, pero en un segundo, se mareó repentinamente.

-Señorita, despacio, puede caerse-

-Lo siento, debí ser cuidadosa, ¿ya es tarde verdad?-

-Solo por unos minutos señorita, la señora dijo que ya estaba todo listo, pero los lores habían llegado todavía cuando subí-

-Bien, ¿Podrías llevarle una nota a la señorita Bridgerton, por favor?. Es para saber si quisiera acompañarnos a la librería junto al señor Wood, luego del desayuno-

-Sí señorita-

La pelirroja, le entregó la nota y bajó a desayunar, encontrándose con todos listos en la mesa

-Mis disculpas a todos, lamento la demora- El señor Wood sonrió, y antes de que alguna de sus hermanas dijera algún comentario, él contestó.

-No hay problema señorita Featherington, recién llegamos, así que no se preocupe- volteó hacia Portia- Debo agradecer a la señora Featherington por invitarnos a desayunar-

-Es un honor Lord Wood, siempre me gusta agasajar a las visitas de mi hija. Por favor coma con confianza. Penélope, siéntate por favor-

El desayuno se desarrolló junto a una amena conversación, que Eric Wood se encargaba de dirigir casi siempre hacia la chica a su costado, preguntándole sobre sus intereses.

-¿Hoy podrá presentarse la ciudad señorita Featherington?-

-Por supuesto Lord Wood, estoy esperando la respuesta de una amiga, quien quizá puede acompañarnos- el muchacho la miró curioso- es una ávida lectora también, quizá podría resultar en un intercambio más interesante, que solo estando conmigo- sonrió.

-Pues confío en su juicio, aunque solo para aclarar, no tendría problema si solo es usted, no se preocupe- dijo cortésmente el chico. Ella solo sonrió y Portia, con sospecha en su rostro, decidió intervenir

-Penélope querida, vi que estuviste charlando con tu prometido ayer, ¿Han llegado a un acuerdo?-

-Seguimos decidiendo madre-

-¿Decidiendo de qué?-

-Capaz no convendría hablar de esto ahora, con visitas- trató de desviar la conversación

-Ciertamente, pero debía saber si...-

-Señora Portia, perdón la interrupción pero déjeme decirle que tiene una cocinera maravillosa, sus galletas son deliciosas- Penélope agradeció internamente la distracción del señor Wood

Volver a comenzar - PolinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora