¿Es él o es ella? (Crossover)

Cap 1:Donde comenzó una pesadilla

Si Hipo hubiera sabido que aquellos frutos tenían una maldición, no hubiera pensado dos veces en decirle a su padre Estoico que ni de broma saldría de la casa. Pero como toda historia debe empezarse con una introducción, la historia empieza aquí.
Hipo y Estoico siempre pasaban entrenando arduamente para ser fuertes y los mejores en las artes marciales. Estoico tenía un sueño y era que su hijo fuera el mejor en el combate por que sabía que algún día el sería el encargado de la secta Abadejo. Siempre estaba encima de él para que se presionara así mismo y nunca se diera por vencido hasta aquel día.
-Hijo, escuché de un lugar donde podemos entrenar, te gustaría ir o prefieres quedarte a golpear madera?-
-Cuál madera?!! Te demostraré lo hábil que puedo ser papá!-
Y así emprendieron su viaje hacia un bosque en la montaña. Fueron llevados por un guía turístico del lugar. Este les iba enseñando cada lugar durante el recorrido. Despues de algunas horas caminando llegaron por fin a un claro rodeado de arboles. Estaban muy cansados y hambrientos por todo el camino.
-Disculpe-preguntó Hipo recuperando el aliento-no hay algún árbol que tenga algún fruto para comer?-
-Pues sí lo hay-dijo el guía-pero les recomiendo no comer de aquel arbol por que cada fruto que ahí nace contiene una maldición- terminó diciendo el guía cuando se percató de que Hipo y Estoico comían del árbol. El fruto era similar a un durazno y con sólo uno había llenado los estómagos de los viajeros. El guía corrió hacia ellos angustiado.
-Pero que han hecho?!!-
-Pues evidentemente saciar nuestra hambre- respondió Hipo
-No seas maleducado por favor Hipo! A que se refiere señor? Que tiene de malo haber tomado un durazno?-
-Esos duraznos tienen una maldición y ahora ustedes la van a acarrear!-
-Sí como no! Papá, vamos a entrenar ya de acuerdo?-

Este asintió con la cabeza e ignoraron lo que el guía había dicho. Se dirigieron al claro y observaron que habían dragones sobrevolando, pero no le dieron mucha importancia. Se colocaron en posición de defensa y comenzaron a luchar. Era muy fácil ya que el césped era suave. En un momento, Estoico se descuidó e Hipo aprovechó esa oportunidad y lo golpeó haciendo que éste cayera sobre el césped. Hipo se relajó sintiéndose orgulloso pero de pronto vio como su padre se había transformado en un Yak muy grande. Hipo estaba más que estupefacto, fue entonces que el guía se apareció. Hipo le gritó:
-Que le pasó a mi papá?-
-Es la maldición del Yak! Tu padre comió del fruto que alguna vez un Yak tocó y murió!-
-P-pero....Ahh!!-

Hipo no tuvo tiempo de pensar cuando sintió un fuerte golpe en el estómago que lo tiró sobre el césped. Estoico estaba muy orgulloso de haber cobrado su venganza y cuando volvió a ver a su hijo, estaba total y completamente sorprendido. Hipo estaba convertido en una mujer de cabello amarillo un poco más largo. Se levantó poniéndose la mano en el estómago y tosiendo para recuperarse.
-Papá....-

La voz de Hipo se había tornado algo aguda y su tamaño se había reducido.
-Comiste del fruto que alguna vez fue tocado por una chica de cabello rubio como el oro-

Hipo se levantó y tomó firmemente de la camisa del guía.
-Que hago para quitarme esto?-
-Es una maldición, no puedes quitarla de ti-
-No volveré a ser normal?-
-Eso sí, para que vuelvas a ser hombre debes frotarte con saliva de dragón pero si eres tocado por algo que no sea saliva, volveras a ser mujer al igual que tu padre-

Hipo empezó a pensar la manera de conseguir saliva de dragón ya que era un riesgo acercarse sin convertirse o ser su cena.