Cap 4: ¿Me estoy enamorando?

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-Cómo que normal?!?!- chilló Astrid.
-Calmense los dos!- ordenó el señor Hofferson. Luego se acuclilló en frente de Astrid y colocó sus manos sobre los hombros de la chica-Mira Astrid, sé que debe ser difícil para ti pero no lo hagas por Hipo o por mí,  hazlo por la escuela. Yo sé que amas ese salón por que la mayoría del tiempo estas ahí-
Fue entonces que comenzaron a brotar lágrimas de lo ojos de Astrid-Papá...no me siento lista para esto...estoy muy joven...- la garganta de la chica de cabello trenzado color oro se había ennudado, ya no encontraba palabras para expresar lo que sentía sin lastimar a su padre. Elder notó la tristeza de su hija por el brillo que traía en los ojos, entonces le dijo a Astrid sutilmente que fuera a su habitación y se calmara un poco ya que estaba realmente afligida. Antes de irse, Astrid miró a Hipo y luego se fue. Estoico volvió a ver a su hijo realmente furioso.
-A mi no me mires así, papá! Ella fue la que empezó y lo que dije es cierto: nunca me enamoraría de alguien tan poco cariñosa y poco cuidadosa- terminó de decir cruzándose de brazos. Elder miró molesto a Estoico. Aunque el señor Hofferson quería echarlo de su casa sabía que no debía por que sino, no tendría a alguien que se comprometiera con alguna de sus hijas.
Luego Elder se levantó y salió de la sala para refrescar sus pensamientos. Estoico miró a Hipo y le dijo:
-Hipo por lo menos se más hombre y ve a disculparte...-
Luego de decir esto se levantó y fue a acompañar a Elder. Hipo comenzó a analizar y creyó que lo más justo sería disculparse. Entonces se levantó y se dirigió a la habitación de Astrid. Cuando estuvo frente a su puerta, tomó un gran suspiro y tocó la puerta.
-Astrid?- preguntó pero sin obtener respuesta.
-Escucha...lamento lo que dije. Creo que me pasé al haber dicho todo eso...- tampoco obtuvo respuesta alguna.
-Mira Astrid, sino me vas a responder no tengo porqué disculparme!- No hubo respuesta. Hipo exhaló y sólo miró la puerta. Pensó que Astrid realmente estaba dolida entonces se dio la vuelta y se dirigió hacia donde estaría su habitación. Cuando había ya una distancia considerable, de pronto, Astrid abrió un poco la puerta, sólo para asegurarse de que Hipo ya no estaba. Se sentía mejor gracias a esa "disculpa" si podía llamarse así, entonces cerró la puerta y todos apagaron las luces para irse a dormir por que había sido un día realmente largo.
A la mañana siguiente, Leia se levantó temprano para hacer el desayuno.  Kalene también se levantó para ayudarle. Elder y Estoico se levantaron para disfrutar del calor mañanero. Astrid abrió la puerta restregándose los ojos. Su cabello se había enredado mucho, luego caminó para ir a la mesa a comer algo. Bajó las gradas lentamente y de pronto se resbaló. Dio un pequeño chillido cuando de repente alguien la sujetó de la cintura. Abrió los ojos para ver quien era y su sorpresa fue grande: Era Hipo. Estaban frente a frente, sonrojados y muy nerviosos. Sus respiraciones era disimuladamente rápidas. Después de unos minutos de inmovilidad, Hipo soltó a Astrid para que se sostuviera de la baranda de la escalera. Hipo le preguntó algo avergonzado:
-Estas bien?-
-S-sí...gracias-
Luego Astrid sonrió suavemente y los dos bajaron hasta llegar al comedor. Astrid pidió un plato de comida porque debía arreglarse para ir a la escuela. Hipo se sorprendió al ver lo apresurada que estaba.
-Hijo, me tienes que acompañar a la escuela donde va Astrid para inscribirte- dijo Estoico orgulloso-así se entenderán mejor y compartirán mas tiempo juntos-
Hipo estaba aburrido de que su padre controlara su vida pero aceptaría su propuesta ya que siempre había tenido la curiosidad de saber cómo funcionaba una escuela. Cuando terminaron de comer. Astrid subió a alistarse y cuando estuvo lista; ella, Hipo y Estoico salieron de la casa. Astrid se paró en el patio y empezó a llamar a Tormenta, su dragón.  Ésta atendió el llamado y fue hacia ella. Hipo y Estoico estaban sorprendidos y aún más porque vieron que la chica estaba montándola. Hipo preguntó:
-Vas a ir a la escuela en ese dragón?-
-Pues sí genio, todos van a la escuela en uno-
-Y cómo iremos nosotros?-

Astrid se encogió de hombros con indiferencia. Luego Hipo frunció el ceño algo molesto. Después de haber salvado a esa chica de una caída segura, por lo menos lo debería haber ayudado a él. Luego Hipo se dio la vuelta y vio a su padre vestido con un pantalón largo, unas botas y guantes.
-Pero que...?- se dijo Hipo
-Astrid, puedes llevarme?-
-Por supuesto que sí!-

Hipo no podía creerlo. Su padre lo había dejado sólo. Trató de no darle mucha importancia. Entonces se dirigió a la casa para darse una ducha y sin darse cuenta pisó una espina tirada de Tormenta. Entró a la casa y se dirigió al baño. Abrió la llave y se metió en la tina para relajarse. Se sentía algo extraño por lo que había pasado con Astrid en las escaleras. Había notado un brillo en los ojos azules de la chica que habían tocado su corazón. Era cómo si se hubieran dicho mil cosas sin haber siquiera abierto la boca. No sabía si en realidad lo que estaba sintiendo era en serio pero sabía que Astrid había movido algo en él que hizo que no parara de pensar en ella.

¿Es él o es ella? (Crossover)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora