¿Es él o es ella? (Crossover)

Cap 31: Pelea por él (III parte)

La hora del receso había llegado. Heather salió al patio frente a la Academia. Sólo habían un montón de estudiantes esparcidos.

-Ella no me puede dejar plantada, no creo que sea su estilo- se dijo así misma.

Movió la cabeza, buscando con la mirada. De pronto escuchó un grito.

-Hey! Pelinegra!- dijo la voz acercándose

Esta giró la cabeza y mostró una sonrisa de orgullo.

-Tienes agallas, eh teñida?- habló en tono burlón, mientras movía su cabello a un lado

-Ay por favor, Heather! Acaso no me conoces? Soy Astrid Hofferson, y nunca falto a un encuentro-

-Bueno, vamos a ver si seguirás yendo a alguno después de este!- retó la pelinegra.

Se colocaron en posición de combate. Heather corrió hacia Astrid para lanzar el primer golpe, el cual la rubia esquivó agilmente. Luego, la pelinegra arrastró la pierna para hacer que Astrid tropezara pero hizo lo contrario y saltó. La rubia aprovechó el momento y lanzó un puñetazo al abdomen de la chica, haciendo que esta perdiera un poco el aire. Sin embargo, Astrid sintió un extraño pero pequeño dolor en el pecho.

Después de que Heather se recuperó un poco, Astrid corrió hacia ella para lanzar otro puñetazo, pero Heather lo esquivó, entonces, aprovechó el momento y lanzó un puñetazo al rostro de la rubia. Esta cayó el suelo, se masajeó un poco el mentón y sintió un extraño sabor amargó en la boca. Se llevó una mano y tocó su labio. Se sorprendió al ver lo que tenía cuando la separó.

-S...sangre?- dijo en un susurro

-Es la vida real, teñida. En este juego no hay reglas. Despídete de Hipo!- amenazó la pelinegra, quien tenía la nariz con un poco de sangre. Calculó bien su pie para darle una patada en las costillas a la rubia.

Esta sólo cerró los ojos para esperar lo peor. El dolor del pecho ya le había disminuido un poco, por suerte. Después de unos segundos, y al no sentir algún fuerte dolor en alguno de sus costados, abrió los ojos. Vio a Heather en el suelo, tratando de recuperar el aliento. Alguien la había derribado, pero no podía haber sido la rubia ya que no podía golpear a nadie mentalmente. Levantó la mirada y se sorprendió al ver a "la rubia" mirando a la pelinegra con desprecio. Luego "ella" dirigió su mirada hacia Astrid.

-Después hablaré contigo...- dijo ocultando un claro tono de regaño.

 Astrid estaba sentenciada a escuchar su merecido sermón del año. "La chica" se acercó a paso lento hacia Heather quien levantó la mirada para observar a su oponente, luego vio a Astrid

-Tu miedo te dominó y mandaste a llamar a alguien para que peleara por ti, enferma?- preguntó la pelinegra con dificultad. Astrid no dijo nada, sólo frunció el ceño.

-Ella no tiene nada que ver...- habló "la rubia".

-Y tu quien te crees al golpearme? Por lo menos sabes cual es el objetivo?-

-Claro que lo sé!-

-Ah sí? Cual?-

-Ustedes están peleándose por m..- se detuvo en seco al recordar que en ese momento era chica, así que pensó en algo -por m..i hermano!-

-Qué?!- preguntó la pelinegra exaltada. Astrid no podía creer que Hipo fuera tan malo en excusas y Heather tan idiota en creerlas.

-Sí. Se están peleando por mi hermano. Hipo Abadejo, no?- preguntó

-S..sí! Quien eres tú?- indagó la pelinegra escaneando a la chica

-Yo? Pues..soy...- Hipo estaba dudoso. Debía inventar algo ahora -Soy Hazel...Hazel Abadejo- dijo al final. 

Astrid escondió una pequeña risilla. Tendría una nueva forma de molestar a Hipo más adelante. 

-Pero basta de preguntas. He venido a defenderlo- chilló "ella"

-Si así lo quieres...- replicó la pelinegra, mientras se levantaba

Ambas jóvenes se colocaron en guardia y comenzaron a luchar. A Hipo/Hazel le costaba un poco acoplarse a esa manera de pelear ya que al ser chica no podía realizar ciertos movimientos, pero eso no le impidió ser mejor que la pelinegra. Las dos estaban sucias y sudadas. Inhalaban y exhalaban para recuperarse un poco, hasta que en un momento de descuido, "ella" aprovechó y golpeó a Heather haciendo que esta cayera al suelo. Seguía consiente pero sabía que no podía continuar peleando contra alguien tan fuerte.

-Bien por ti Hazel. Has ganado la batalla...pero no la guerra- amenazó la pelinegra mientra se levantaba e iba adentro de la Academia.

A "la chica" le pareció algo dramático pero no le importó. Luego se dirigió rápidamente hacia Astrid. Esta sabía lo que le esperaba. Cuando ya "la joven" estuvo al lado de la rubia, la levantó del brazo y la jaloneó casi arrastrada. Para ser chica, era bastante fuerte. 

-Oye suéltame! Ya...- chillaba la rubia quejándose

Llegaron al baño. Hipo cerró la puerta con doble paso. Astrid no estaba segura de cómo describir el rostro de "ella" en ese momento.

-Me podrías explicar en QUÉ DIABLOS ESTABAS PENSANDO?- gritó Hipo

-No lo sé, en que me sentía bien y que podía enfrentar yo sola a esa pelinegra?- respondió con sarcasmo

-Astrid! Lo hablamos! Teníamos un trato y tu no cumpliste! Es acaso muy difícil confiar en mí?- habló

-No desconfío de ti Hipo, es sólo que quería hacer esto por mí misma. No puedo andar protegiéndome detrás de otros para que enfrenten mis problemas. Eso no es justo- se justificó la rubia.

-Astrid, lo que te preocupe a ti me preocupa a mí. Estamos juntos en todo, lo sabes verdad?-

-Sí, pero...- ella suspiró, no tenía nada en mente

Hubo un pequeño silencio entre ambos.

-Sino puedes aprender a pedir ayuda, será mejor que nos tomemos algo de tiempo...- aconsejó

-Qué? Y que harás, irte con esa pelinegra?- rogó la joven

-Pues no es mala idea, sabes?- 

Astrid no podía cree lo que escuchaban sus oídos. Se sentía defraudada e impotente. Acaso ese muchacho sería capaz de enterrar los momentos felices que pasaron juntos? Estaba metida en sus pensamientos

-Sino tienes nada más que decir, iré a buscar algo para...ser yo de nuevo...- dijo dirigiéndose a la puerta.

Astrid estaba en trance, decidiendo entre dejar ir un montón de momentos felices irse o detenerlo y tratar de empezar de nuevo. Su cabeza quería explotar de dolor, no aguantaría mucho.

-Hipo...- llamó una voz a "la chica". Esta escuchó un estruendo antes de darse vuelta, luego de hacerlo, su corazón se encogió.

Astrid se había desmayado. Corrió hacia ella, desesperado, necesitaba ayuda, y ahora.

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Hasta aquí llega el capítulo amigos/as :P que les pareció? Debo admitir que no soy buena para narrar peleas así que me disculpo si no les gusta como lo escribí xD y lamento que haya quedado tan corto pero tengo unas cosas que hacer así que quedará así :v que opinan de la decisión de Hipo? Creen que lo tome en serio? >_< ya saben, comenten y apoyen a la historia con una estrellita, sí? 

Nos leemos..!! :3