Smiling Seas

Ace & Sabo [4]

Ace estaba a punto de arrancarse los pelos. Caminaba penosamente por el bosque, con los puños apretados, mientras seguía el sendero hacia la montaña con Sabo. El chico que se había presentado como Luffy le seguía, tropezando torpemente con raíces nudosas y lianas sueltas. Se pasó una mano por el pelo y miró a Sabo por el rabillo del ojo. Sus miradas se cruzaron y ambos se giraron, lanzando dagas mientras veían a Luffy quitarse la suciedad de las rodillas. Cuando se percató de su atención, les dedicó una sonrisa radiante, con los ojos casi cerrados.

"¡Oh, gracias por esperarme despierto!" Luffy se levantó el sombrero por encima de los ojos y les dirigió una mirada inocente. Ace apartó rápidamente la mirada, endureciendo el corazón ante aquella visión. Que el chico fuera un poco adorable no significaba que fuera menos molesto. Volvió a centrar su atención en Sabo y se encogió al ver que su amigo miraba a Luffy con los ojos azules desorbitados. Ace le dio un golpe en la nuca y le agarró del brazo, girando a toda velocidad y dejando atrás a Luffy.

Cuando estuvo seguro de que lo habían perdido, aminoró la marcha y se escondió detrás de un gran árbol de la selva, jadeante sin aliento. Apoyó las manos en las rodillas, miró a un Sabo igualmente cansado, frunciendo el ceño mientras hablaba “¿No te dije que era raro? Te advertí que no lo miraras de frente.”

Ace se enderezó y puso las manos en las caderas, esperando. Sabo soltó un suspiro exasperado, se colocó el sombrero de copa en la cabeza desde donde se le había caído y le devolvió la mirada.

"Pero no me lo esperaba" Sabo puso los ojos en blanco y se pasó una mano por la cara antes de hacer una pausa, como si estuviera pensando algo"Tiene... Tiene una mirada ¿Pero no creo que sea malo?” Su voz se alzó al final en forma de pregunta y Ace no se encontró convencido.

"Sí sentir que pueden leer todos tus secretos no es malo, ¡entonces supongo que no sé qué lo es!" espetó Ace, con la ira estallando incluso cuando Sabo levantó las manos en señal de rendición.

"No, espera, Ace, no quería decir eso" Esta vez fue Sabo quien le dio una palmada en el brazo y él gruñó, dispuesto a contraatacar.

"A lo que me refería es a que sigue siendo sólo un niño.”

Ace hizo una pausa y enarcó una ceja, no estaba seguro de estar de acuerdo con eso. Cuando lo había conocido, antes de que Ace supiera que no debía mirar al chico a los ojos, era como si mirara a través de Luffy. A través de él y hacia algo inmenso, que le ponía los pelos de punta. Tal vez era porque tenía la sensación de que ese algo le devolvía la mirada. Tragó saliva con dureza y se estremeció, al darse cuenta de que Sabo le observaba atentamente.

"Bueno, tal vez no sea sólo un niño" murmuró el rubio en voz baja y Ace se encontró hablando antes de poder comprenderlo.

"¿Tú también lo has sentido?" Se llevó una mano a la boca y frunció el ceño, no quería que le dijeran que estaba viendo cosas que no existían.

"Sí" la voz de Sabo era tranquila, pero aun así logró atravesar sus pensamientos. Los temores de Ace se desvanecieron en humo ahora que sabía que no se lo estaba imaginando. Se inclinó hacia delante con cuidado, se encontró con los ojos azules y lo miró fijamente. Ni siquiera ahora percibía ese tipo de sentimientos en Sabo, se preguntó si sólo se aplicaba al chico de pelo negro que insistía en seguirlos a todas partes.

Sabo le hizo un gesto con la cabeza, con el rostro contraído por la concentración, habló como si leyera sus pensamientos"Ace, parecía inocente, despreocupado y brillante"dudó Sabo ante su mirada, pero siguió adelante "Pero había algo en él, algo más grande. Como si su presencia fuera más grande que su cuerpo, m-" Sabo se interrumpió y apartó la mirada de él, con las mejillas coloreadas por la vergüenza.