Capítulo 1

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“No quiero que estemos enojados papá...” Nasiens miraba a su progenitor con un ligero puchero en sus labios. No podía creer que se pusiera de esa manera sólo porque le dijo que quería salir de viaje con Lancelot.

“¡Eres un bebé aun! ¡El mundo es muy peligroso para que salgas!” gritó el Rey de las Hadas “Espera al menos unos mil años y veremos”

“¡Eh! ¡¿Por qué tanto tiempo!?” fue volando hacia su mamá quien se encontraba en medio de toda esta situación. “¡Mamá, dile a Papá que no sea así! Gimoteo en la mano de la gigante.

Ella sólo podía ver toda esta situación con gracia, sabia que King era un poco (super demasiado) protector con sus bebés así que le tocaba el papel de intermediario. En especial con Nasiens, quien siempre es quien quiere salir del Reino de las Hadas.

Por supuesto que comprende el temor de su esposo, después de aquel intercambio hace dieciséis años cuando Nasiens era tan sólo un recién nacido. Recuerda estar destrozada por aquella situación. Afortunadamente lograron encontrarle después de unos siete meses de búsqueda.

Se encontraba al cuidado de un herbolario llamado Ordo junto a Dolores, su vieja amiga. Ese día recupero a su bebé y a su amiga que pensó que había muerto hace muchos años. Como muestra de agradecimiento de su parte y de King, decidieron conservar el nombre de Nasiens que le había puesto Ordo. El nombre que le iban a poner a Nasiens será algo que se guarde en el corazón, tal vez después le diga si es que su bebé tiene curiosidad por ello.

Suspiro y volteo para ver a Nasiens “King, estará bien. Lancelot va a ir también así que estará en buenas manos, no hay que preocuparnos demasiado y confiemos en ellos” miraba con cariño a su esposo quien, después de escuchar sus palabras, se puso pensativo.

“¡Ah! ¡Está bien, ustedes ganan!” se rindió el Rey Hada, fue derrotado por su bebé y su esposa.

“¡Si! ¡Muchas gracias, Mamá y Papá!” corrió a darle un beso en la mejilla a su madre y un abrazo a su padre. "Además, será en Lionés, ahí también está Tristán” daba pequeñas vueltas al recordar que vería a su mejor amigo de nuevo. Habían pasado tres años desde la ultima vez que lo vio.

“Por favor, no menciones a ese niño” su Papá cambio su semblante a uno más oscuro, recordando todas las interacciones que tenia el hijo de Meliodas con su bebé. No le consideraba digno, nadie lo era.

“Papá, no comiences por favor. Él y yo sólo somos amigos, mejor dicho, somos mejores amigos junto con Lancelot. ¡Los tres somos el trio perfecto de Caballeros Sagrados!” mencionaba de una manera muy orgullosa Nasiens.

“¿Caballeros Sagrados, dices?” Nasiens de la emoción no midió sus palabras. Luego de escuchar la pregunta de su papá se dio cuenta de lo que había dicho por lo que se llevo sus manos a su boca. No le había dicho a su progenitor que quería ser un Caballero Sagrado porque sabia perfectamente que este se negaría.

“¿Eh? ¡Ah! ¡Es que ese era el nombre que elegimos de niños!” Mintió rápidamente y volteo a otro lado con sus orejas rojas.

Por supuesto que sus padres se dieron cuenta de la mentira.

“No me mientas Nasiens” cuando su Papá le llamaba por su nombre significa que se había enojado en serio. No le gustaba mentir y fue algo en lo que no pensó por el nerviosismo del momento.

Caballeros Sagrados (Tristán x Nasiens x Percival)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora