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Ya habían pasado un par de días sin verse, parecía una eternidad para ellos. Sólo habían intercambiabo un par de mensajes.

Juanjo por su parte asistía a la facultad, se había propuesto ser más constante, en cambio, Martin intentaba seguir con el ritmo de su vida antes de conocerles, pues sabía que próximamente se verían, pero un pensamiento o, quizá más bien, una persona, no paraba de rondarle por la cabeza

- Juanjo.

...

Los tres amigos caminaban en dirección a su casa, normalmente salían a la misma hora y se esperaban para poner rumbo a su casa juntos, contándose pequeñas pinceladas de lo bien (o mal) que le había ido el día.

Era viernes, las primeras sensaciones de primavera ya se estaban haciendo notar, la mezcla de temperaturas en un día les confundía.

El trío sabía que este finde tenían planes, aún no habían cerrado el plan, pero eran conscientes que hiciesen lo que hiciesen estaría incluido Martin. Por lo menos Juanjo lo sabía.

Bea y Álvaro hablaban y proponían planes, pero Juanjo solo tenía en mente a Martin, en invitarle, en estar con él, en su compañía.

- Juanjo - Bea llamaba su atención. - ¿Qué te parece lo que acabamos de decir? - Juanjo no sabía a qué se refería.

- No sabe ni de lo que hemos hablado. - Álvaro tenía razón. - Déjalo

Y Juanjo volvió a ignorarlos y volvió a sus pensamientos, mentiría si dijese que no le daba miedo, esto era algo nuevo para Juanjo. Sensaciones y sentimientos a flor de piel.

A querer hacer las cosas bien.
A querer quererle.
A dejar que me quiera.

...

Disfruta el camino despacio

Martin s encontraba en el portal de sus nuevos amigos, un impulso al salir de clase le dijo que viniera aquí a esperarles y así hizo. Les echaba de menos o, ¿le echaba de menos a él?

Solo por el placer de tenerte cerca me dejé llevar, sin darme cuenta de que estaba queriendo cada vez más.


Vio como se aproximaban a lo lejos, mantenían una conversación entretenida. Martin se adentró en el fondo de sus pensamientos y cuando se quiso dar cuenta, la distancia que les separaba era de menos de 10 metros.

- ¿Qué haces aquí? - Bea preguntó, pero su mirada se desvió hacia Juanjo, quien, una sonrisa tonta mostraba sus labios y los ojos ya habían conectado.

- Sorpresa - dijo como pude y se dispuso a darles un abrazo a cada uno.

- ¿Comes con nosostros? - Álvaro abría la puerta y ofreciendo pasar al portal con un gesto.

...

La tarde se presentaba tranquila, después de comer y tras una larga charla sobre temas insignificantes, se sentaron cómodamente en el sofá. El cansancio de toda la semana se notaba dejando a Juanjo y a Martin solos en el salón mientras que los otros se habían ido a descansar a la habitación.

Ambos estaban en silencio, Martin tras ojear el libro que había cogido de la estantería se puso a mirar su móvil, nada nuevo había en él.
Juanjo, en cambio, cambiaba de cadena en busca de algo entretenido para ver sin decidirse.

- ¿Y si pones mamma mía? - Juanjo desvió su mirada de la tele a la cara de Martin de una forma alegre. - Se que te gusta.

- ¿Cómo lo sabes? - preguntó extrañado, pero sorprendido

La lluvia que me cambió la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora