13

463 22 1
                                    

POV SAMANTHA

Muele su coño sobre mi cara mientras agarro su culo con las dos manos. La abro fuertemente para no agarrar mi polla y acariciarme mientras ella toma su placer de mi cara, algo que estoy más que dispuesta a darle.

-¿Te gusta tu trono, Duquesa? - Le froto la lengua contra su sexo, lo que la hace gemir y empujar de nuevo en mi cara. Joder, me encanta cuánto más abierta se ha vuelto en las últimas dos semanas. Mi pene no está tan duro, porque siempre lo tiene en un constante estado de necesidad. Arrojaré una carga dentro de ella solo para que empiece a tratar de sacar otra. Y ahora mismo está pidiendo para que caiga una, pero no se lo permitiré. Quiero que sea en el interior de su vagina antes de que llegue el suyo. La he estado llenando con cada gota que pueda, tratando de poner a mi bebé dentro de ella tan pronto como sea posible.

Miro hacia arriba mientras monta mi cara, su pelo cae a su alrededor mientras se inclina hacia adelante para agarrar la cabecera. Sus grandes tetas rebotan con cada deslizamiento de ida y vuelta a través de mi cara. Mi semen fugándose hacia abajo por la cabeza de mi pene y gotea hacia abajo a mis bolas.

Pérdida de una buena semilla si me preguntan, pero contengo el resto. Agarrando sus caderas, detengo sus movimientos, chupando su clítoris en mi boca. Voy a jodidamente correrme todo sobre mí misma si no entro en ella pronto. Ella se masturba frente a mi cara mientras chupo su orgasmo de su cuerpo y lo bebo en mi garganta.

Cuando el pulso se detiene en su coño, me volteo y la tengo boca abajo en la cama. Usando mis rodillas para abrir sus piernas, meto mi polla gruesa en casa.

-Samantha-. Gime mi nombre, por lo que un chorro de semen se derrama dentro de ella. Mierda. Aún no.

-¿Te gusta esto? ¿Cuándo me hago cargo? ¿Hacer lo que quiera a este cuerpo ahora que me pertenece?- Me deslizo dentro, esta vez más fuerte, mi pene tocando su vientre. Ella agarra la cabecera más fuerte para ayudar a su pequeño cuerpo con mis embestidas. Ella me pide más y que la folle con más fuerza. Mi chica sucia.

Me caigo hacia abajo aún más en ella, dándole un poco de mi peso, yo uso mis rodillas para hacerla aún más amplia. Quiero estar tan profundo como lo pueda conseguir. Mi pecho cubre su espalda, y agarro un puñado de su pelo, moviendo su cabeza para que pueda poner mis dientes en su cuello. Muerdo y la beso allí, y luego trabajo mi camino a su hombro. He aprendido sus lugares favoritos y qué decir. A mi pequeña Duquesa le gusta cuando le hablo sucio. Una noche estaba jugando con sus pezones, diciéndole todas las cosas que iba a hacer con ella, y se vino tanto como si tocara su coño.

Le di una palmada a su culo por desperdiciar un orgasmo que mi boca o pene no llegaron a degustar. Entonces la até a la cama mientras la limpié con mi boca, y luego hice que me diera dos más para lamer su bonito coño. No sabía que un coño podría ser tan jodidamente bonito, pero ella me probó que estaba equivocada.

-Dilo,-gruño, cuando empujo una y otra vez en su apretado coño, haciendo que la cabecera golpeé la pared, el olor de nuestro sexo llenando la habitación. Voy a tener que corregir esa mierda cuando tengamos niños. Tal vez sólo clavaré la cosa a la pared porque no hay manera de que deje de joder un coño como este. Me lo está pidiendo, agarrando mi pene con cada embestida como si estuviera preocupada de que la dejara. Debería de saberlo ahora, no voy a dejarla hasta que se desborde conmigo, mi semen gotea de ella, derramándose sobre la cama.

-Por favor, Samantha, pon tu semen en mí. Lo necesito. -Mis dedos se aprietan en su pelo. Puedo sentir que trata de levantar el culo para satisfacer mis embestidas, pero la tengo inmovilizada por debajo de mí, ya que presiono más y más profundamente en ella.

-Tú vas a tomar cada gota de mí. -Es una orden, no una pregunta, y es suficiente para hacerla estallar. Ella grita un gemido salvaje mientras lleva su climax alrededor de mi pene, agarrándome de manera apretada. Sigo empujando, meciendo su cuerpo contra el colchón cuando su coño tira de mi un orgasmo. Hace que mi pene se hinche aún más, y un fuerte gemido suena desde lo profundo de mi pecho mientras eyaculo dentro de ella. Largos chorros de semen la llenan mientras ella continúa ordeñando mi polla.

La Mecánica | Rivari G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora