Los días, se habían convertido en semanas en poco tiempo, y la joven continuaba saliendo con el príncipe, con cada encuentro, Eleanor sentía mas y mas aprecio por el rubio, ciertamente el se esforzaba de mas para conquistarla. Por otro lado, Carson había perdido todo tipo de contacto con ella, desde cartas con palomas, a hablar en persona, nunca se veían, y si lo hacían, era por que la chica estaba con el príncipe, eso le estrujaba el corazón de una manera horrible, ya había admitido totalmente que estaba enamorado de Eleanor, pero lo hizo en mal momento.
Carson
Había pasado semanas sin verla, me estaba volviendo loco, no podía dormir pensando en como arreglar todo, en cómo evitar que Dominik lograra su objetivo, no entendía como había pasado todo tan rápido, pero de algo estaba seguro, y es que no descansaría hasta hablar con ella.
El pelinegro se encontraba caminando en los grandes jardines del castillo, reflexionando el cómo encontrar a su chica. Había dado ya varias vueltas al lugar, todo era igual, hasta ahora, ya que, a lo lejos, observó una cabellera larga y castaña que reconocía perfectamente. Sin dudarlo, se apresuró hacia la joven e hizo que girara su cuerpo
-Elie... -Musitó al ver de cerca el rostro de la chica de nuevo.
-Tu...-Fue lo único que dijo, en su tono se podía escuchar algo de miedo, lo que dejó confundido al chico, ¿Había hecho algo de lo que no estaba enterado?
-Eleanor, déjame hablar contigo -Pidió con expresión suplicante, pero al ver que la chica solo hizo una mueca prosiguió- por favor, es sobre Dominik, el no es quien dice ser, él te hará daño, el es...- Iba a seguir, pero se detuvo al sentir una mano apretando su hombro.
- ¿Muy guapo? Vamos Carson, no hace falta que se lo repitas – Habló el príncipe, quien justo había llegado y lo había escuchado, y quien lo miraba con una sonrisa de falsa amabilidad- Preciosa, tenemos que irnos, el carruaje espera... -Dijo tomando la mano de la castaña y lanzándole una mirada amenazadora al pelinegro antes de irse, la chica solo asintió y se fue cabizbaja junto a él, sin ver ni decirle nada a Carson.
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Carson
¿Por qué duele tanto esta vez? Se supone que debería estar acostumbrado, a Dominik se le había hecho costumbre venir a mi habitación y desquitarse conmigo, después de cada intento fallido de hablar con Eleanor, claro que sabia defenderme, pero no de él, no puedo.
-Casi logras joderme todos mis planes hoy, te felicito- Habló de forma sarcástica mientras se limpiaba mi sangre de las manos, la misma que brotaba de mi nariz. – Vuelve a acercarte, y hare que tus días estén contados. – Afirmó y finalmente salió de la habitación.
Pero a pesar de las advertencias, a pesar de los golpes, y a pesar de lo que me pudiese pasar... No voy a dejar de luchar esta vez.
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-Esto es una mala idea...-Dijo Carson para sí mismo, mientras trepaba por un árbol junto al balcón de Eleanor, ya era de noche y estaba lloviendo, se suponía que todos deberían estar dormidos, pero una vez en el balcón de la joven, observó como la chica bailaba con la melodía de una pequeña caja de música mientras se cepillaba el cabello, Carson solo la observaba a través del cristal, embobado por su belleza y delicadez, hasta que escuchó un grito.
- ¡¿Qué pasa allí arriba?!- Se escuchó una voz masculina y algo vieja en el primer piso de la casa.
- ¡Nada! ¡C-Creí haber visto un ratón! - Se apresuró a decir y rápidamente fue a abrir la puerta del balcón, dejando entrar al chico- ¿Qué crees que haces? ¡Mírate! Estas completamente empapado -Habló enojada, obligándolo a entrar y sentándolo en una silla, buscó entre sus cosas y tomó una toalla para entregársela. – Sécate, te resfriarás...-
-Aww... aún te preocupas por mi- Habló con una sonrisa, pero en vez de usar la toalla, sacudió su cabeza tal cual perro, empapando a Eleanor- Así es más fácil. -
- ¡¿Qué demonios te pasa?!- Exclamó estando atónita por haber sido mojada- Largo. – Ordenó, y la sonrisa del chico se desvaneció.
-No, espera. - se apresuró a decir mientras se levantaba de la silla. – No se si tenga oportunidad de volver a hablarte...-
-...Bien, tienes solo cinco minutos. – dijo señalando el reloj, el cual marcaba 11:55
-Dominik... él solo te hará daño, solo piensa usarte de diversión, de su juguete, como quieras llamarle...no sabes a la cantidad de chicas a las que les ha hecho cosas horribles, yo lo he visto, y... el punto es... él no es bueno para ti, Elie, -
- ¿Y tú sí? -habló alzando una ceja con ironía- cuatro minutos. –
-Si... ¡No! Escucha, lamento lo que paso en el baile, me sentía frustrado, sabía que nunca tendría oportunidad contigo al lado de Dominik, y luego llegó ella, no quiero ponerte excusas, pero fue lo qué pasó ... - Hablaba rápido mientras se acercaba más y más a ella, sentía que el tiempo se le acababa.
- ¿Por qué te disculpas? No somos nada, nunca lo fuimos- dijo mientras intentaba alejarse- tres minutos... -volvió a recordar mientras miraba el reloj
-Eleanor, se que te gustaba, y tú también me gustabas, lo sigues haciendo, pero lo arruiné, lo arruiné por completo, y quiero compensártelo, alejándote de él, quiero cuidarte, necesito hacerlo...-habló sin darse cuenta de que estaba por acorralar a la chica en el tocador.
-Pero él dijo...Él dijo que me odiabas, que no querías verme, que no querías saber nada de mi -Dijo, intentando ocultar sus nervios al topar su espalda contra el mueble.
- ¿Qué? ...- Preguntó totalmente confundido y se acercó aún más a ella- ¿Dominik? .... Elie, ¿porque te odiaría? No tengo ni un solo motivo por el cual hacerlo...-
-Pero es que él dijo... -Musitó cabizbaja, pero sintió como su rostro era elevado por la mano del chico.
-No es cierto...Eleanor, lo único fuerte que yo siento por ti, es amor... tu y yo lo sabemos...- susurró lo ultimo mientras miraba los labios de la castaña
-Pero...yo...-Un nudo se había formado en su garganta, ya no sabia que decir, sus labios estaban cerca de ser tocados por los de Carson, ambos sintiendo el aliento del otro, sus respiraciones estaban levemente agitadas...
Pero el Reloj sonó, marcando la media noche
-Tu tiempo se acabó...-
-Elie...-
-Tienes que irte. – Ordenó y vio como el chico intento acercarse, pero lo detuvo, poniendo sus manos en el pecho de este. - Por favor... no hagas esto más difícil...Te lo ruego- Las lagrimas comenzaban a inundar sus ojos, no recibió respuesta de parte del chico, pero solo sintió como su frente era besada por él.
-Descansa, Eleanor. -Fue lo último que dijo antes de irse por el balcón de nuevo, dejando a la castaña hundida en sus pensamientos, no sabia a quien creerle, o si no creerle a ninguno, solo sabia que estaba en un triangulo amoroso del que quería salir lo más rápido posible, no quería ser dañada, pero tampoco quería dañar.
-Mamá, dime que hacer...-
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Hasta que la Corona nos separe
RomanceUna historia épica que combina elementos de romance, intriga política y desafíos sociales. Eleanor, una joven de origen humilde, se encuentra en un dilema emocional al enamorarse del lacayo del príncipe, desafiando así las normas de la sociedad. El...