Vivienne
No podía sentir nada. Una fría y dura superficie bajo su espalda. El aire inmóvil y pesado. Nubes oscuras cubriendo el cielo. Un penetrante olor a ceniza. Su agitación se vio acallada por una luz cálida. Abrió los ojos y notó una mano sobre su cabeza.
Tenía la visión borrosa, pero pudo distinguir a una chica de cabello largo y rubio con una mirada preocupada y unos preciosos ojos color cielo que la observaba.
—¡Sacerdotisa! ¡La he encontrado! —gritó la chica con desesperación en su voz.
Una mujer mayor, de cabello corto y blanco, vestida con un oscuro vestido de lana con capucha, se acercó rápidamente a ellas.
—¡Menos mal! ¡Gracias, Evelyn! —exclamó la mujer, visiblemente aliviada.
Sus ojos se encontraron con los de la joven.
—Vivienne, ¿estás bien? —preguntó con su voz llena de preocupación.
La chica estaba aturdida, incapaz de articular palabra. Intentó llevarse una mano a la cabeza, pero comenzó a temblar violentamente. De su brazo manaba sangre.
El rostro de la Sacerdotisa reflejaba una mezcla de preocupación y desesperación.
—¿Por qué no responde? ¿Qué le ha ocurrido? —le preguntó a Evelyn, casi exigiendo una explicación.
—Yo... no lo sé, Excelencia... estaba muy mal herida... y llevaba días desaparecida.
—La llevaremos al Arrecife, Caligari sabrá qué hacer.
Al escuchar esto, Evelyn mostró una clara oposición.
—¿Es consciente de lo que está diciendo? ¡Ya sabe el riesgo que conllevaría!
—Es nuestra única opción. Llama a algunas escoltas y acompáñalos, Evelyn —ordenó la Sacerdotisa con firmeza.
El destino de Vivienne pendía de un hilo, y cada segundo contaba.
Evelyn convocó a algunos escoltas con urgencia, La tensión era palpable mientras se apresuraban a cargar a Vivienne en un caballo.
La joven estaba pálida y débil, y la sangre brotaba de una profunda herida en su espalda que empapaba su ropa.
La Sacerdotisa observaba la escena con ojos llenos de angustia. Su mirada, sin embargo, se desvió hacia el suelo, justo donde habían encontrado a Vivienne. Un destello metálico llamó su atención. Agachándose con cuidado, recogió un objeto cubierto de sangre:
una daga de acero con una hoja brillante y mortal. Al examinarla más de cerca, notó un extraño símbolo grabado en su empuñadura.El corazón de la Sacerdotisa latía con fuerza en su pecho, el miedo y la furia se entrelazaban en su interior. La impotencia y la rabia se mezclaban mientras apretaba la daga con fuerza, sus pensamientos eran un torbellino de emociones y recuerdos. Algo oscuro se cernía sobre ellas, y ahora, más que nunca, necesitaban estar preparadas para enfrentarlo.
—Traedme un caballo —ordenó— Iré con vosotros. Partiremos al amanecer.
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Epifanía
Fantasy"La epifanía es una revelación que transforma lo ordinario en extraordinario, donde el curso de la vida cambia para siempre" ≫ ────── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ────── ≪ En el misterioso Bosque Prohibido de Elfring, una joven de cabello blanco llamada Vivisha des...