138 23 18
                                    

—¿Hmm?

Abrió con dificultad sus ojos, lo primero que sintió fue un dolor molesto en la zona lumbar de su espalda y en sus hombros. Se enderezó en su silla para observar un poco extrañada su computador. Se encontraba en su departamento que compartía con alguien que vivía ahí solo porque no podía pagar un arriendo completo para un mono ambiente.

Leyó la pantalla de su computador que estaba con noticias antiguas de alienígenas, relatos con gente que aseguraba que había visto uno, otra pestaña con un comic y una con el nombre de AIDLE, que según internet, era una empresa de electrodomésticos como refrigeradores y lavadoras.

Era obvio que estaba metida hace dos años en algo bastante preocupante. Se mordió el nudillo de su dedo índice al recordar todo lo que leyó. Nada tenía sentido. Ningún alienígena de internet tenía relación con lo que vio, tampoco los reptilianos ni las sirenas. Nada de lo que vio tenía la piel gris ni verde. Tampoco las otras criaturas que estaban en las otras cápsulas. Lo más cercano a lo que encontró en internet y que vio en persona era una criatura rubia con la piel extremadamente blanca que temblaba mientras se abrazaba a sí misma. No eran como los monstruos que veía en internet, solo eran criaturas que tuvieron la mala suerte de conocer la humanidad.

—Tengo que dejar el azúcar—murmulló mientras se levantaba de su silla.

Tenía el día libre por obligación, ya que no querían que se muriera por trabajar tanto. Por lo que al salir de su habitación fue al baño y luego de hacer sus necesidades se encontró con su compañera comiendo una caja grande pizza sola. Al cruzar miradas, esta alzó su trozo con una sonrisa, invitando a que la acompañara.

—Creo que tus humos me están afectando—murmulló Soyeon, sentándose al lado de la mesa y agarrando un trozo de pizza.

La chica rubia y rulos desordenados la miró extrañada. Pestañeó con lentitud para luego abrir grande sus ojos y apuntarse a sí misma.

—¿Me estás notando?—preguntó asombrada. Dejó su pizza en la mesa y se estiró hacia adelante para ofrecer su mano—Minnie, mucho gusto.

—¿Estás drogada?

—Solo un poquititito—dijo juntando su dedo pulgar con el índice, de la misma forma que agarra lo que solía fumar—Pero ¿¡Qué va!? Eso es lo que menos importa—se recostó en la silla y le dio una mordisca a su pizza con una sonrisa—. Esta es nuestra tercera conversación desde que nos conocemos, tengo que celebrarlo ¿Te acuerdas de la última vez que me miraste?

—Claro que sí—soltó con mucho desagrado—. Cuando quemaste las cortinas—dijo recordando cuando llegó a su departamento lleno de humo y cuando iba a retar a Minnie por fumar de nuevo adentro, se la encontró haciendo lo posible para apagar el fuego de las cortinas de su habitación.

—Una maravillosa anécdota—suspiró y se quedó callada para observar con los ojos entrecerrados el cómo su compañera sacó un sobre de azúcar de su bolsillo para colocárselo a la pizza—¿Qué ha sido de tu vida desde eso?—habló luego de aceptar la extrañeza de su compañera. No era la más adecuada para juzgar algún vicio—. Ha pasado ya casi seis meses. Te desapareces por muchos días ¿A qué te dedicas? Porque no creo que sea por fiestas—le dio un barrido con la mirada—. No pareces ese tipo de persona ¿Vas a acosar a algún chiquillo?

—¿Tú no trabajas?—preguntó con odio y miró el reloj colgado en la pared. Minnie hizo lo mismo para luego arrugar la nariz.

—Se me olvidó—soltó un suspiro y luego alzó los hombros, restando importancia mientras comía pizza—¿Me prestas dinero?

Soyeon se levantó para irse.

—¡Oye! Era broma—estiró su mano para que se detuviera, pero la bajó al escuchar la puerta cerrarse—. Aprovechando la situación...—agarró su bolso que estaba bajo la silla para sacar unos papelillos y una bolsa pequeña—A celebrar.

Cosmic [SOQI | YUYEON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora