𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗖𝘂𝗮𝘁𝗿𝗼: Banca del mejor

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El último partido del torneo de la prefectura había sido emocionante, y la victoria del Nankatsu aseguraba su participación en el torneo nacional. Desde la banca, Beniko miraba con orgullo cómo sus compañeros celebraban, pero una sombra de tristeza y decepción oscurecía su alegría. La razón de su malestar era algo que no había previsto: su posición en el campo era la misma que la de Tsubasa.

A pesar de que había trabajado duro y había mejorado significativamente, la competencia con Tsubasa era dura y, lamentablemente, no tuvo la oportunidad de mostrar sus habilidades. Sentada en la banca, Beniko sintió una mezcla de emociones. Se alegraba por el éxito de su equipo, pero la frustración de no poder contribuir activamente la afectaba.

Y desde ese momento comenzó a pensar que en Japón siempre seria banca del mejor, y que para su futuro optaría mejor por tomar otros rumbos.

—Todo bien, Beniko? —preguntó Mariana al ver el rostro desanimado de la pelirroja.

Beniko, sorprendida por la preocupación de Mariana, levantó la vista y forzó una sonrisa. —Sí, solo estoy un poco aburrida. Ha sido un día largo.

Mariana la miró con curiosidad, sin estar completamente convencida. — Pues para mi parece que tienes otra cosa. ¿Quieres hablar de ello?

Beniko dudó por un momento, pero la amabilidad de Mariana le dio confianza. —La verdad es que sí. Me siento un poco desilusionada. He trabajado duro y he mejorado, pero parece que siempre estaré en la sombra de otros jugadores. Me siento como si nunca pudiera demostrar lo que realmente puedo hacer.

Mariana asintió con comprensión. —A veces, las circunstancias y la competencia pueden ser muy desafiantes. Pero recuerda que tu esfuerzo y dedicación no pasan desapercibidos, siempre llegaran mas jugadores y tendremos que luchar por los pocos espacios que tenemos 

Beniko suspiró. —Lo sé, pero no puedo evitar sentir que en Japón siempre seré la suplente. Tal vez no debería pensar tanto en lo que yo tendré en el futuro... pero... —se detuvo a pensar un poco las cosas, Mariana la esperaba deseando saber—. No nada.

Mariana se acerco un poco mas a ella tan solo para colocar su mano en el hombro de Beniko.

—Gracias, Mariana. 



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Beniko se quedó en silencio, mirando el panorama desde el punto más alto de la ciudad. Desde allí, la vista era impresionante teniendo como foco en el centro de todo, la mansión Wakabayashi la cual se alzaba como un faro de opulencia y grandeza.

Cuando Beniko empezó a descender las escaleras hacia la ciudad, el cielo comenzaba a oscurecer, tiñéndose de tonos anaranjados y violetas. La brisa fresca le acariciaba el rostro, pero pronto su atención fue capturada por la presencia de una segunda persona que estaba en el camino.

Su primo se encontraba en ese lugar.

—Gen, ¿qué haces aquí? —preguntó, con una mezcla de curiosidad y sorpresa.

—Parece que estás preocupada por algo. ¿Todo está bien?

La pregunta le sorprendió.

Beniko dudó por un momento, luego decidió compartir sus sentimientos. —He estado pensando en mi futuro y en mi lugar en el equipo de fútbol. Si nunca me permiten entrar al campo, ¿cómo mejoraré como jugadora?

Al no tener respuesta la pelirroja decidió continuar.

—Es difícil ver cómo otras personas tienen la oportunidad de brillar mientras yo estoy aquí, esperando mi turno.

Genzo la miró con una expresión seria. —A veces, la paciencia es la clave. Aun así, la espera no debe ser pasiva. Puedes aprovechar este tiempo para perfeccionar tus habilidades de otras maneras. Entrenar por tu cuenta, estudiar el juego, observar a otros jugadores y aprender de ellos... hay muchas formas de mejorar incluso cuando no estás en el campo.

Beniko, frunció el ceño, antes de responder de manera casi desafiante. —Yo sé que nunca tendré oportunidad.

Genzo soltó un suspiro y la miró fijamente. —Eso es una excusa, Beniko. Si sigues pensando así, entonces claro que nunca tendrás una oportunidad. Estás siendo derrotista. El hecho de que no estés en el campo ahora no significa que no puedas mejorar. Deja de compadecerte y empieza a trabajar más duro. La oportunidad llegará, pero necesitas estar lista para cuando eso pase.

Beniko se quedó en silencio, reflexionando sobre las palabras de Genzo. Sabía que tenía razón, pero la frustración seguía pesando en su corazón.

—Sé que tienes razón, Gen, pero es difícil no sentirse desanimada a veces —dijo Beniko, bajando la mirada.

—Beniko, observa a Morisaki. Él siempre fue banca del mejor portero —habló refiriéndose a él—. Y ahora será el titular en casi todo el Torneo Nacional.

—Básicamente me estás diciendo que necesito que Tsubasa se lesione —respondió Beniko, con un toque de sarcasmo.

Genzo se rió un poco y luego negó con la cabeza.

—Tal vez.

Después de esa conversación con Genzo, Beniko intentó compartir sus sentimientos con los demás. Las chicas le contestaban con amabilidad y le decían algunas palabras de aliento para que no se desanimara. Los chicos, por otro lado, tenían respuestas variadas, pero coincidían en algo:

"Eres banca del mejor, eso debe ser un privilegio"

Para nada eso era un privilegio para Beniko Wakabayashi.















Si Beniko supiera que en el futuro Tsubasa cambiaria de posición no habría tomado ciertas desiciones

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Si Beniko supiera que en el futuro Tsubasa cambiaria de posición no habría tomado ciertas desiciones. 

Recuerdan que les mencione algo de, Beniko para la selección de los dragones o para el sol naciente. Bueno este capitulo les da una respuesta.





Moonlight Sunrise | Captain TsubasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora