𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗦𝗶𝗲𝘁𝗲: Campeones Nacionales

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Con los partidos siguientes del Campeonato, poco a poco se iba dejando entrever qué equipos llegarían a las semifinales. De esos cuatro, quizá no podía observarse con certeza quiénes llegarían a una hipotética final.

El Nankatsu no la había tenido fácil; cada partido les mostraba rivales más difíciles de vencer. Beniko observaba desde el banco, con una mezcla de admiración y frustración. Veía cómo sus compañeros luchaban con todas sus fuerzas, cómo Tsubasa lideraba al equipo con su increíble habilidad y determinación, cómo Shõri cubría perfectamente la delantera, y cómo Himari maravillaba a todos con su elegante juego desde el mediocampo.

Cada partido era una batalla ardua. Hasta que por fin llegó el ansiado debut de Beniko. Tsubasa, que sabía de la situación de la pelirroja y comprendía sus deseos de jugar, aceptó ser suplantado en el partido contra el Naniwa. Este gesto generoso de Tsubasa no solo mostró su grandeza como jugador, sino también su empatía y apoyo hacia sus compañeros de equipo. Simplemente un gran capitán.

Esa vez cuando Beniko ingresó al campo, sintió una mezcla de nervios y emoción. Este era su momento para contribuir directamente al equipo. Desde el pitido inicial, se entregó por completo al juego. Sus movimientos eran rápidos y precisos, y su determinación evidente en cada jugada. Los jugadores del Naniwa pronto se dieron cuenta de que Beniko no era una suplente ordinaria, y el porque aunque fuera un mal comentario ella merecía ser el reemplazo perfecto de Tsubasa.

Los primeros minutos fueron una prueba de fuego. Beniko, con su agilidad, comenzó a encontrar espacios y oportunidades. A medida que el partido avanzaba, se sintió más confiada y segura. Conectó varios pases claves con Tarō y en ocasiones con Kisugi, mostrando una química natural con ellos en el campo.

A mitad del segundo tiempo, Beniko tuvo su momento de gloria. Recibió un pase perfecto de Himari, y con un movimiento rápido, superó a dos defensores del Naniwa antes de disparar realizo un movimiento haciendo que el balón comenzara a girar antes de que ella pateara hacia la esquina inferior del arco. El portero Nakanishi no logro detener ese tiro y balón entró sin problemas. Fue un gol magnífico, que no solo aumentó la ventaja del Nankatsu sino que también solidificó la confianza de Beniko en su capacidad.

Desde el banco, Tsubasa observaba con una sonrisa satisfecha. Sabía que su decisión había valido la pena y que Beniko tenía el talento y la determinación para brillar en el campo. El partido terminó con una victoria contundente para el Nankatsu, 5-1.

Después del partido, Beniko corrió hacia Tsubasa. —Gracias por darme esta oportunidad, Tsubasa. No podría haberlo hecho sin tu apoyo.

Tsubasa sonrió y puso una mano en su hombro. —Beniko, esto es solo el comienzo. Debía darte la oportunidad de mostrarte como una estrella en ascenso. Puede que al final hayas captado la atención de algunos jugadores más.

Tsubasa señaló por encima de ellos, hacia las gradas. Había varias personas de otros equipos, entre ellos los jugadores del Furano. Su capitán, Hikaru Matsuyama, le sonrió y asintió con la cabeza, haciéndole saber que lo había hecho completamente bien.

Beniko sintió un calor reconfortante en su pecho. En ese momento, una sensación de calidez la envolvió al sentir cómo unos brazos la rodeaban. Teppei Kisugi la estaba abrazando.

—Lo hiciste increíble, Beniko —dijo Kisugi, con una sonrisa en el rostro.

Beniko se sorprendió por un momento, pero luego sonrió y correspondió el abrazo.

—Gracias, Kisugi —respondió ella, sintiendo cómo la cercanía de Kisugi la tranquilizaba.

Kisugi se apartó un poco, pero mantuvo sus manos en los hombros de Beniko. —Siempre estaré aquí para apoyarte. No importa qué pase, siempre podrás contar conmigo.



Moonlight Sunrise | Captain TsubasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora