Con los ojos cerrados (Young Miko) [Terminada]

un pasado en el presente

Miko:

La chica salió de la habitación poco después de que Bonaroti la llamase y tras ella Ginger la cual parecía muy contenta.

Aquel vestido sin duda le quedaba perfecto a la chica, se acomodaba perfectamente a su figura y aquellas mangas abullonadas, junto a ese pequeño escote hacían que se viese preciosa.

Mariana estaba hablando con Bonaroti, mientras Mauro le daba un vistazo a la sala/cocina.
Hasta que la chica salió de aquella habitación y todas las miradas se posaron en ella, cambiando así ambos hermanos totalmente en semblante.

-Sara? -pregunto Mauro mirando a la chica sorprendido-

-no puede ser que seas tú -espeto al instante María muy feliz, para así acercarse a la chica y darle un abrazo- han pasado años

Mire a ambas chicas confundida y luego a Mauro el cual tenía una sonrisa de oreja a oreja en su rostro.

Mariana odiaba el contacto físico, no saben lo que me cuesta a mí que me devuelva un abrazo y ahora acababa de casi correr a los brazos de esa chica.

Algo no me cuadraba, la situación era rara.

-Has cambiado un montón -dijo Mauro caminando hacia la chica-

La chica tan solo dedicó una media sonrisa, la cual no se veía muy convencida.

-Qué haces aquí? -volvió a preguntar Mariana separándose está vez del abrazo para acariciar el brazo de la chica-

La sonrisa de Mariana era enorme, se veía que por alguna razón le había alegrado ver a la chica, la cual no tenía idea de que los conocía.

-se conocen? -pregunte confundida, intentando aclarar todas mis dudas -

-Si, fuimos vecinos cuando éramos pequeños -hablo Mariana-

En ese momento el semblante de la chica cambio, sonrió un poco más y hablo.

-Mariana y Mauro? -pregunto feliz casi en una afirmación-

Ambos hermanos sonrieron, para al mirar los ojos de la chica Mariana cambiar su semblante a uno de confusión.

-Hemos cambiado tanto que no nos reconoces? -pregunto Mariana para soltar una pequeña risa-

-han pasado muchos años -hablo la chica, para morder su labio interior-

-Lentillas grises? -pregunto Mariana- con lo bonitos que sos tus ojos azul cristal

La chica bajo la cabeza, no quería decirlo, pero tampoco mentirles, asi que en un intento de distracción decidí cambiar el rumbo de la conversación.

-Se va a enfriar la comida -hable-

-Es verdad y llevo horas cocinando -hablo Bonaroti- asi que siéntense y disfruten del chef Bonaroti

-Si -hable sonriente- para así dirigirme a la mesa

Habíamos sacado una silla más para así que todos cupiesemos y poco tardamos en sentarnos para comenzar a cenar.

-Que coincidencia que después de tanto tiempo volvamos a vernos en la universidad -hablo Mauro contento- no me imaginé volver a verte nunca

-yo tampoco a ustedes, siempre crei que ese adiós sería para siempre -espeto la chica para soltar una pequeña risa-

-ya vemos que no, el universo es sabio -hablo Mariana sonriente-

-si -hablo Sara sonriente-

Mariana parecía haberse percatado de la mirada distraída y vacía de la castaña, miraba un poco confundida a la chica y luego a mi, intentando conseguir respuesta de mi mirada.