Sara:
Estaba amaneciendo en una playa y allí estaba yo, corriendo por la arena, mientras Carolina me perseguía y tras ella Balton, el perrito de mi infancia.
-Ven a acá Cristalito -gritaba mientras reía aquella rubia-
-O si no que? -pregunte entre risas huyendo de mi mejor amiga-
Ambas lo estábamos pasando bien, Balton seguía a Carolina y yo tan solo reia sin poder parar.
Tropecé con algo y caí a la arena, para que así Carolina me alcanza, casi tirándose sobre mi para hacerme cosquillas.
-para, para Carol -hablaba entre risas mientras intentaba soltarme del agarre de la rubia-
Para casi al instante sentir un peso sobre nosotras, Balton también quería jugar...
Poco tarde en correr al agua, intentando huir de la rubia que sin pensarlo me siguió aún vestida para tirarse al agua tras de mi y a continuación aquel perrito de pelos rizados.
En ese momento, mientras reía con Carolina y jugábamos con el agua, por alguna razón dejé de hacer pie, me undia, me unida cada vez más, viendo la superficie cada vez más lejana y distorsionando así las figuras de Carolina y Balton, quedándome totalmente sola en aquel vacío oseano azul oscuro.
Una presión se hizo presente en mi pecho, me ahogaba y cada vez me costaba más respirar, aquella agua salada inundaba mos pulmones por completo y en un amago de querer soltar una bocanada de aire, aún bajo el agua, desperté...
Desperté alterada, casi en un aliento que por segundos pensé sería el último, con ese dolor en mi pecho y esa sensación de ahogo que aún saliendo de aquel mar, no se había marchado.
-Que pasa? -pregunto Miko a mi lado casi al intentar, con aquella preocupación en su voz-
Sentí las manos de aquella chica tocar mi cuerpo, específicamente mis brazos, indicándome así a abrazarla.
Aquello hice, me acurruqué entre sus brazos como una podré niña indefensa, recordando una y otra vez esas imágenes, intentando respirar y volver a la calma.
La abrase con fuerza, como si en esos momentos ella fuese mi lugar seguro y allí quedó ella, no pregunto más, tan solo correspondió aquel abrazo para así acariciar mis brazos y acontinuacion hacerme cosquillas en la cabeza, como había hecho la noche anterior.-Respira lento, si? -hablo intentando tranquilizarme para así acariciar mi cabello- así como yo, sigue mi respiración -hablo para asi respirar alto pero tranquila, para que pudise seguirle el ritmo-
Acabe durmiendo de nuevo, para al despertar rato después aún entre los brazos de la chica, tan solo sonreír.
No os mentiré, en esos momentos no tenía nada de ganas de levantarme de la cama para ir a la universidad, pues hoy las clases era de tarde, ya que habían obras en los salones de clase y teníamos que repartirnoslos entre varios cursos y asignaturas.
Estaba tan cómoda entre los brazos de la chica que nisiquiera pensaba en ir a clase hoy, tan solo deseaba quedarme allí por la eternidad.
Pero claro, los deseos no son más que eso y la chica despertó poco después de hacerlo yo.-Buenos días -hablo la chica con un tono un poco más grueso de lo normal, pues era normal acababa de despertar-
-buenos días -hable amable, aún sin despegarme del su cuerpo-
-Estas mejor? -pregunto para acariciar mi cabello-
Es tan tierna
Pensé...-Si -hable un poco apenada- lo siento, en serio -me excuse con vergüenza- tuve una pesadilla y ...
-tranquila si? -hablo de la misma forma que antes, para volver a acariciar mi cabello- todo está bien
En ese momento una sonrisa se escapó de mi boca, ¿Como no? Si era tan tierna.
-Gracias -agradeci casi en un susurro-
-no hay de que -hablo está para dejar un beso en mi frente-
-Miko -la llamo Bona a unos metros bastante considerados de distancia-
Para al instante escuchar la puerta abrirse.
-he perdón -hablo avergonzado el chico para volver a escucharse la puerta está vez cerrarse- Miko necesito el número de tu tatuador -hablo de nuevo a distancia el chico-
-tatuador? -pregunte curiosa- tienes tatuajes? -volvi a preguntar aún sin separarme de sus brazos-
-si -hablo acompañado de una risa nerviosa- bastante diría yo
-cuantos? -pregunte curiosa-
-muchos, hace muchísimo no los cuento -hablo para reir- tengo los brazos y manos tatuadas, el cuello, la espalda, un tatuaje pequeño en medio del pecho y otro en mi tobillo
-Seguro son preciosos
-si, si lo son -hablo la chica para reir nerviosa-
-miko -la llame-
Para así sentir como la chica apartaba un mechon de mi cabello tras mi oreja.
-Dime
-¿Como eres? -pregunte curiosa e inocente-
Realmente me encantaría poder verla
-bueno -hablo la chica para así comenzar a bajar y subir las llenas de sus dedos por mi brazo- soy alta mido 1'70, tengo el pelo rojo cobrizo, aunque mi color natural es castaño claro, mis ojos son azules y tengo pequeñas pecas, aunque casi no se me notan -me escribió amable- tengo tatuajes como te dije y son bastante flacucha -hablo para reir-
En ese momento otra risa salió de mi.
Subí mi mano aún con un poco de vergüenza y al sentir el pómulo de la chica, no dude en lentamente pasar mi palma por su cara, tocando su nariz, sus ojos si frente, sus orejas, mandibula, cabello y por último sus labios.
-no hagas eso mami -se quejo la chica al sentir mi dedo rozar sus labios-
-lo siento -hable un poco avergonzada para bajar mi mano- eres muy linda, sabes? -hable con una sonrisa-
Realmente no lo sabía, solo podía intuir aquello.
-tu también lo eres -hablo la chica para reír-
En ese momento sentí el calor recorrer mis mejillas y allí escondí mi cara en su cuello intentando así que no viese que me había sonrojado.
-no te tapes -hablo la chica para sostener mi mentón- te ves aún más linda sonrojada -dijo para así tocar la punta de mi nariz con uno de sus dedos-
Una risa nerviosa se escapó de mi boca, al igual que una sonrisa casi instantánea que poco pude ocultar.
-Y cual es tu color favorito? -pregunto está vez ella-
-porque?
-no solo tú haces preguntas -hablo para reir- cual es?
-azul, azul cielo en específico
-rosa, da igual que tono -hablo simpatica-
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Con los ojos cerrados (Young Miko) [Terminada]
ContoYo me enamore de ella con los ojos cerrados y el alma completamente abierta...