II

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Ambos estábamos sentados en el borde del muelle, en silencio. La noche comenzaba a cernirse entre nosotros y los grillos se escuchaban a una distancia lejana pero igualmente pacífica. Me sentía en paz.

Ninguno sabía cómo empezar el tema de conversación y al menos por mi parte, tenía muchas dudas de si Madara quería escucharme luego de tantos años.

— [T/N]... —Comenzó a decir el azabache aún con la mirada perdida en el agua—.

Hice un ruido nasal esperando a que siguiera hablando, yo tampoco quería dejar de ver mis manos y las interminables vueltas que hacía entre ellos para distraerme.—¿Qué ocurre?

—Necesito...—Suspiró.—Necesito saber cosas... qué te ocurrió, por qué volviste. Necesito razones de peso para poder aniquilar a ese imbécil.

Tragué con fuerza temiendo las acciones que el Uchiha podría tener en contra de Tobirama y la aldea. Aunque todavía estaba tratando de quitar al albino de mi corazón, no era algo que pudiera hacerse de la noche a la mañana.—Todavía no, Madara... todavía tengo que asimilar el cambio brusco que se tornó en mi vida. Tenme paciencia.—Levanté la mirada por primera vez desde que llegamos a ese lugar. Me sorprendí al ver que él ya estaba observándome atento—.

—Créeme, a ti te he tenido siempre mucha más paciencia que con cualquier otra persona.—Respondió en un tono bajo, muy poco audible dejándome con la duda si realmente aquellas fueron sus palabras.—Solamente quiero saber si estás bien y si es maldito Tobirama te ha tocado un pelo. Porque escúchame bien [T/N] si ese malnacido si siquiera se atrevió a tocarte yo mismo me encargaré de...

—¡No!—Grité sonrojada interrumpiendo su monólogo lleno de rabia.—Madara no... Senju no me ha levantado nunca la mano; es solamente que...

El hombre levantó una ceja inquisitivo al ver que me quedé callada a mitad de la frase. Si bien lo notaba más relajado al haberle aclarado que no había sido maltratada, seguía expectante queriendo saber las razones de por qué había vuelto al clan.

—Sigo esperando [T/N]-chan—Susurró acercándose más a mi para volver el ambiente más íntimo.—Puedes confiar en mi.

Al escuchar sus palabras mis ojos se llenaron rápidamente de lágrimas. El recordar nuevamente la conversación con el albino sin duda me generaba ansiedad y una angustia terrible en el pecho. Madara se preocupó al verme así—Madara yo...¿yo de verdad soy tan poca cosa?—Murmuré con un hilo de voz.—¿Realmente crees que soy reemplazable?

Por un segundo su rostro quedó en blanco antes de deformarse instantáneamente en una llena de ira y rabia. Sus ojos amenazantes brillaban de odio hacia aquel Senju. Supongo que ya podía intuir qué ocurrió.

—¿¡Qué estupideces estás diciendo!?—Gritó molesto ante mis palabras. Al verme aún con lágrimas tomó mi rostro entre sus callosas y ásperas manos.— Escúchame bien [T/N], ¡porque solo lo diré una vez!

Atónita no pude dejar de ver sus brillantes ojos fijos en los míos, queriendo transmitirme tantas emociones en tan solo segundos. Poco a poco nuestros rostros quedaron cada vez más cerca hasta que nuestras narices chocaron debido a lo pegadas que estaban. Comencé a sentir mis mejillas ardientes pero la conexión que habíamos creado con la mirada era imposible de romper.

—Desde el momento que te vi supe que tú serías la única persona que podría quedarse en mi corazón por siempre y nunca ser olvidada. No importa si pasan los años, décadas o cientos de años, mi amor por ti en vez de marchitarse, con cada respiro que doy, con cada latido de este maldito corazón se incrementa y asienta como un puñal en el fondo de mi alma. Te he esperado tantos años y no puedo quitar este sentimiento desenfrenado que tengo hacia ti; ya te dejé irte una vez, no voy a dejar que ocurra de nuevo—Dijo firmemente, afirmando su agarre de mis mejillas y determinación.—Durante tanto tiempo he estado guardando tantos secretos en mi corazón... y esconderlos ha sido más difícil de lo que pensaba. Tal vez...—Apartó la mirada de mis ojos para bajarlos lentamente a mis labios, sin apartar su vista y dejándome con el corazón en la mano por su declaración, siguió.—Tal vez sólo quiero que me hagas tuyo. Quiero ser tuyo, deseo ser tuyo.

Sentí cómo un flechazo fue directo a mi corazón con sus palabras.

Quiero ser tuyo.
Quiero ser tuyo.
Quiero ser tuyo.
Él dijo que deseaba ser mío.

𝐋𝐔𝐙 𝐄𝐍 𝐎𝐒𝐂𝐔𝐑𝐈𝐃𝐀𝐃 ; 𝐔𝐂𝐇𝐈𝐇𝐀 𝐌𝐀𝐃𝐀𝐑𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora