Nota: Ayy, este capítulo me hizo soltar sus lágrimas locas :,D espero que les guste.
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Nadie entendía la razón de por qué el Uchiha era tan receloso con mostrar a su bebé y a su esposa. Y es que Madara prohibía cualquier acercamiento hacia su pareja "misteriosa" y el bebé concebido la estación pasada.
Todo esto con el fin de que nadie supiera el paradero de [T/N] y evitar que el Hokage pusiera su mirada en el clan Uchiha. Solamente los padres de [T/N] eran exentos de esta prohibición y solían visitarlos con frecuencia.
Un tímido sollozó resonó por la habitación en mitad de la noche. La joven, adormilada, se removió en su lugar tratando de omitir el llanto de su bebé. Estaba tan cansada que le era imposible poder salir de su cama o abrir sus ojos. Se relajó al escuchar como él se levantó con cuidado tratando de no despertarla, acercándose a la cuna.
Se escuchaban aún los sollozos del bebé, comenzando a incrementar cada vez más.
—Ya está preciosa, tuviste solamente una pesadilla. Tranquila, papá esta aquí... —Murmuró el azabache con una voz relajada y también adormilada calmando a su hija con toda la paciencia que siempre demostraba hacia ella. Meciéndola poco a poco comenzó a hablarle— como me apena...verte llorar, toma mi mano, siéntela.—Hubo un breve silencio antes de seguir susurrándole, con toda la delicadeza que un hombre como él podía tener.—Yo te protejo de cualquier cosa...no llores más aquí estoy.
Fuerte te ves, pequeña estas, quiero abrazarte y te protegeré.
Esta fusión es irrompible, no llores más aquí estoy.
En mi corazón, tú vivirás, desde hoy será y para siempre amor.
En mi corazón, no importa que dirán, dentro de mi estarás, siempre...Al terminar con aquellas hermosas palabras, la pequeña volvió a quedarse dormida sintiéndose segura en los brazos de su padre.
—Madara...—Susurró haciéndose presente al ver tan hermoso momento entre sus dos grandes amores. El hombre separó la mirada de su hija y la observó avergonzado ya que no esperaba que ella estuviera despierta y lo hubiera escuchado decir aquellas cosas.—Perdón yo...
—No te preocupes, estás cansada, lo sé. Te he dejado sola con la pequeña Harumi más de una semana. Déjame encargarme de nuestra pequeña esta noche—Dijo con aquella sonrisa ladina y todavía con un sonrojo cubriendo sus mejillas. Nunca podía evitar aquella sonrisa que siempre le dedicaba a ella—.
Haciendo caso a sus palabras la madre se volvió a acostar para seguir descansando. Él caminó lentamente con su pequeña en brazos alrededor de la habitación. Su vida había cambiado y le encantaba sentirse así; sentir que tenía un lugar donde volver. Una familia que lo esperaba.
Y no iba a permitir que nada ni nadie le arrebatara aquello.
Meditaba en sus asuntos sin internos, hasta que su princesa balbuceó queriendo llamar su atención. Bajó su mirada y la observó con atención. Su pálida piel se envolvía con aquel blanquecino cabello y esos ojos rojizos como los de él. Chasqueó la lengua tratando de no pensar en aquello.
—Ay hermosa... tan bella que es tu madre y tenías que sacar los genes de ese imbécil.—Murmuró resignado apegándola a su cuerpo.—Pero no importa mi princesa, porque tú eres todo para papá y mamá sin importar tu apariencia. Tú, eres una Uchiha y yo me encargaré de que ese infeliz jamás se acerque a ti.
Con aquella promesa que se hizo en esa medianoche de verano hacia la pequeña Harumi, su padre también se juró a si mismo, que haría lo que fuese necesario para evitar que le arrebatasen a su familia.
[...இ•இ...]
Los años fueron pasaron de forma silenciosa para la familia, siendo aquella casa el único testigo de las primeras palabras, los primeros pasos y sobretodo la gran cantidad de hermosos recuerdos que se habían formado alrededor de la tierna y preciosa Harumi. Ninguno de los dos se imaginaba una vida sin ella; es por ello que tenían que protegerla a cualquier costo y hasta el más mínimo detalle.
—¿Mamá...?—Preguntó con su aguda voz la pequeña, con una mirada cargada de dudas ante lo que su mamá realizaba siempre—.
—¿Sí, mi amor...?—Respondió ella terminando de peinarla. Su hija estaba sentada delante de ella, dándole la espalda mientras observaba a su madre a través del espejo.—
Dejó el peine con cuidado en su lugar y comenzó a remover aquel líquido en el plato.—Mamá...¿por qué tengo que pintarme cuando tenemos que salir de casa?¿Acaso... es algo malo que tenga mi pelo diferente al de papá y tú...?
[T/N] negó dulcemente hacia su hija sin dejar de preparar lo que necesitaba.—No mi amor, no es nada malo. Sabes que a papá le encanta el color de tu pelo,—Respondía mientras comenzaba a pintar desde la raíz hasta las puntas aquellas blanquecinas hebras, transformándolas en negras azabache.—es por tu bien, mi pequeña... verás, hay mucha gente mala ahí fuera que no debe saber nunca que tú tienes tu precioso pelo blanco como la nieve; por eso papá y yo te cuidamos, porque te amamos con todo nuestro corazón y jamás permitiremos que nadie te aparte de nuestro lado...¿lo entiendes, mi princesa?
La niña con una sonrisa asintió hacia su madre.—¡Creo que sí!¡Yo no quiero separarme de papá ni de ti, mami!
Rió enternecida por las palabras de su hija y asintió. Luego de haber terminado aquello, prepararon sus cosas para salir a comprar.
Madara no se encontraba en casa pero volvería dentro de aquella semana, ya que su misión era bastante expedita. La albina esperaba impaciente la llegada de su padre. Le encantaba jugar a los ninjas con él, aunque eso significara que el gran y poderoso Madara Uchiha terminara derrotado en el suelo por la pequeña Harumi que con dos movimientos lo derribaba.
Mientras caminaban la joven Uchiha miraba con atención todos los puestos del mercado, fijándose en los cabellos de las personas y de los demás niños que se encontraban correteando por ahí.
Nadie tenia el pelo blanco como ella. Ahora lo entendía un poco mejor.
Te prometo mami, que siempre voy a pintarme para que nadie nos separe nunca, nunca jamás.
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𝐋𝐔𝐙 𝐄𝐍 𝐎𝐒𝐂𝐔𝐑𝐈𝐃𝐀𝐃 ; 𝐔𝐂𝐇𝐈𝐇𝐀 𝐌𝐀𝐃𝐀𝐑𝐀
FantasyLuego de haber sido engañada por tu-ahora-ex marido, Tobirama Senju, tu vida cambia drásticamente al reencontrarte con aquel Uchiha. Quien desde el momento que se cruzaron nuevamente, nunca más quiso volver a separarse de ti. - ̗̀ kakashiftme 2O24...