༺ Una celebración inesperada.

326 35 3
                                    

Apenas abrió los ojos sintió la ausencia de su novio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Apenas abrió los ojos sintió la ausencia de su novio. La joven abrió lentamente los ojos tratando de acostumbrarse a la claridad de la habitación.

Ya era mediodía... se había quedado dormida. Mierda.

Con prisa se levantó y trató de arreglarse conforme buscaba su ropa. Hoy era su día especial. Era su cumpleaños.

Salió al pasillo y no escuchó a su pareja en ningún lado. Extrañada salió de la finca en busca de él.

Si bien ella se quedó dormida, Giyu tampoco la despertó cuando se fue. ¿Estaría molesto? No, ¿por qué debiese estarlo? Más preguntas se arremolinaban en su mente, esperando poder encontrar al azabache para sentir su corazón tranquilo.

En su camino se encontró con Shinobu, quien la saludó amistosamente y la abrazó.—¡Feliz cumpleaños [T/N]-chan! Espero tengas un gran día, ¡eres un gran apoyo para mi en la finca, por favor sigue esforzándote así!—Dijo contenta y dándole muchos ánimos.—Pasa mas tarde por la finca, te tengo un regalo muy especial.

—Gracias Kochou.—Respondió sonrojada ella. La pilar insecto fue la primera en decirle feliz día—Por la tarde entonces pasaré. De nuevo, muchas gracias.

Se despidieron y la joven siguió con su camino hacia la aldea; quería ir a comprarse unos dulces, su pequeño autoregalo.

—¡[T/N]-sama!—Escuchó detrás de ella. Se giró y observó como Tanjiro corría en su dirección. El chico respiró hondo cuando quedaron a poca distancia y se inclinó exageradamente.—¡Feliz cumpleaños [T/N]-sama, por favor siga esforzándose en enseñarme a ser un buen cazador, usted se merece lo mejor! De parte de Nezuko, Zenitsu, Inosuke y yo, ¡le deseamos un hermoso día para celebrar como se merece usted!

Rió enternecida viéndolo tan nervioso al joven.—Muchas gracias Tanjiro. Por cierto, ¿has visto a Giyu?

—No... ahora que usted lo dice, hoy no vino a entrenar con nosotros. Pensábamos que iba a estar ocupado con usted celebrando su día.

Entristecida asintió a sus palabras.—Entiendo...¡gracias Tanjiro!—Comenzó a caminar nuevamente pero un poco más desanimada—.

—[T/N]-sama no olvide acercarse a la finca mariposa en la tarde, para poder entregarle su regalo.

Asintió por una última vez. ¿Dónde estaba Giyu? Era la única pregunta que deambulaba por su mente.

Pasó la hora del almuerzo caminando despistada en las calles de la aldea tratando de despejarse. Se había encontrado con Mitsuri e Iguro quienes también la felicitaron y le entregaron un lindo regalo que abriría después. Kyojurō corrió hacia ella para desearle un buen día y le preguntó por qué estaba tan sola, pero no quiso responderle asi que evadió la pregunta y también agradeció sus palabras de felicitación.

Cargaba con los regalos de los tres pilares y se sentía un poco más animada, pero la ausencia de Giyu seguía pesando en su pecho.

Finalmente, decidió volver a la finca. Tal vez él había regresado y había preparado algo especial para ella. Al llegar, se encontró con Shinobu, quien estaba organizando unas flores.

—¡Hola, [T/N]-chan! —dijo Shinobu con una sonrisa. —¿Cómo fue tu día hasta ahora?

—Hola, Shinobu. Ha estado bien, pero... aún no he visto a Giyu. Me preocupa un poco.

Shinobu la miró con comprensión. —Él a veces se aleja para reflexionar. No te preocupes, seguro tiene una sorpresa planeada.

—Eso espero —respondió ella, sintiendo una mezcla de ansiedad y esperanza.

—Ven, ayúdame con estas flores —sugirió Shinobu—. Tal vez podamos preparar algo especial para tu cumpleaños mientras esperas a Giyu.

Mientras trabajaban juntas, [T/N] intentó distraerse y disfrutar del momento, pero su mente seguía regresando a Giyu. Finalmente, la tarde comenzó a caer, y la joven decidió que era hora de ir a la aldea a ver si él estaba allí.

Cuando llegó, se encontró con sus amigos, quienes estaban organizando un pequeño festín en su honor. Nezuko, Tanjiro, Inosuke y Zenitsu la recibieron con entusiasmo.

—¡Sorpresa! —gritaron al unísono.

—¡Feliz cumpleaños, [T/N]-sama! —dijo Tanjiro, con una gran sonrisa en su rostro.

—Gracias, todos ustedes son geniales. Pero, ¿dónde está Giyu? —preguntó, sintiendo que la preocupación la consumía.

—Quizás regresó a la finca a preparar algo —sugirió Nezuko con una mirada tranquila. —No te preocupes por él.

A medida que se sentaban a disfrutar de la comida y los dulces, [T/N] intentó dejar de lado sus preocupaciones. Rieron, compartieron historias y celebraron su día, pero su corazón seguía anhelando la presencia de Giyu.

Finalmente, después de unas horas, decidió que era el momento de regresar a la finca. Tal vez ahora, él estaría allí esperándola. Al llegar, notó que la luz de la cocina estaba encendida. Con cautela, se acercó y se detuvo en la puerta.

La escena que encontró la sorprendió: la cocina estaba decorada con luces y flores. En el centro de la mesa, un hermoso pastel de cumpleaños esperaba por ella. Giyu estaba de pie, con una expresión nerviosa pero emocionada.

—¡Sorpresa! —exclamó él al verla, y su rostro se iluminó con una sonrisa genuina.

—Giyu... —susurró ella, abrumada por la sorpresa.

—Lo siento por no estar contigo durante el día. Quería asegurarme de que todo estuviera perfecto para celebrar tu cumpleaños. Espero que no estés molesta.

—¿Molesta? Para nada, esto es increíble —dijo ella, acercándose rápidamente para abrazarlo. —No puedo creer que hicieras todo esto.

Giyu sonrió, aliviado al ver su reacción. —No solo es un pastel. Quiero que sepas cuánto significas para mí. Así que preparé una pequeña celebración, solo nosotros dos, para terminar tu día especial.

Se sentaron a la mesa, disfrutando del pastel y de la compañía mutua. La conversación fluía suavemente, y [T/N] no podía evitar sonreír al ver el esfuerzo que Giyu había puesto en hacerla feliz.

—Te quiero, [T/N] —dijo Giyu, tomando su mano entre las suyas. —Eres una luz en mi vida.

—Yo también te quiero, Giyu. Gracias por hacer de este cumpleaños algo tan especial.

A medida que la noche avanzaba, se sintieron más conectados que nunca. Los dos compartieron risas, dulces y un amor que parecía crecer con cada palabra. La celebración de su cumpleaños no solo era una fiesta; era un hermoso recordatorio del profundo vínculo que compartían.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ; 𝐓𝐎𝐌𝐈𝐎𝐊𝐀 𝐆𝐈𝐘𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora