Lazos de amor

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El ambiente estaba iluminado por luces artificiales que resaltaban el verdor de las hojas y el colorido de las flores

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El ambiente estaba iluminado por luces artificiales
que resaltaban el verdor de las hojas y el colorido de las flores.

Ramiro caminaba con confianza, su uniforme negro ajustado marcando sus músculos tonificados.

De repente, sus ojos se encontraron con los de Iris, que se encontraba organizando algunas macetas. Ella levantó la vista y sonrió al instante.

—¿Estás segura de que no deberías estar en un jardín botánico? Ese lugar necesita una flor como tú. —Con la mirada fija y con una sonrisa radiante, le dijo.

—Oh, ¿y tú qué? ¿Un modelo de pasarela en lugar de un jardinero? Creo que aquí hay un poco de competencia. —respondió, riendo suavemente.

—No soy jardinero pero si la competencia es para ver quién tiene el mejor sentido del humor, creo que tengo la ventaja.

Se mordió el labio inferior, intentando contener una risa mientras lo miraba a los ojos.

—Tal vez deberíamos hacer una prueba. Pero no sé si estoy lista para perder.

Inclinó ligeramente la cabeza, su mirada intensa reflejando interés.

—¿Perder? No lo creo. Pero no te preocupes, puedo ser un buen perdedor... Si eso significa pasar más tiempo contigo.

Iris sintió un ligero rubor en sus mejillas y bajó la mirada por un momento antes de volver a mirarlo.

—¿Y qué propones para esa prueba? Quizás una competencia amistosa... O simplemente charlar sobre plantas.

Ramiro dio un paso más cerca, su voz suave pero firme.

Ambos rieron juntos, el aire entre ellos cargado de una tensión palpable y divertida. Mientras continuaban hablando sobre plantas y risas compartidas, quedó claro que había algo especial floreciendo entre ellos.

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El aire estaba cargado de una inquietante sensación mientras Acha se adentraba en la oscuridad, persiguiendo los susurros que la llamaban con insistencia.

De repente, un demonio, que era el doble de gigante que el anterior, comenzó a acercarse hacia ella, avanzando con una presencia amenazante. Sus garras, afiladas como cuchillas, goteaban sangre negra que caía al suelo, dejando un rastro a su paso.

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⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

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