Capítulo 5

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Yelena acabó el entrenamiento matutino con el equipo y sonrió cuando Steve comunicó que tendrían el resto del día libre, luego supe que fue Natasha quién convenció al capitán para dejarles el día libre y que pudieran hacer cosas.

–Piensa en una oportunidad para hacer tu cita con Lori. –dijo Natasha con una sonrisa.

Yelena buscó a Lorelai por todo el complejo hasta que le preguntó a VIERNES dónde se encontraba, la IA le avisó de que se encontraba en el tejado y eso dejó confundida a la rubia. Decidió ir a su habitación para darse una ducha antes de avisarle a VIERNES que le pidiera a Lorelai quedar en su habitación en un rato.

Lorelai se quedó mirando el paisaje cuando la voz de la IA le avisó de que Yelena quería verla en un rato en su habitación. Fue entonces cuando recordó que le pidió una cita y sonrió emocionada. Estaba triste al perder el contacto con sus madres pero hablar con ellas le dio esperanzas de que pudieran encontrarla, si Braini, Barry y Nora estaban trabajando en ello no tenía de qué preocuparse.

Siempre y cuando Barry no alterase la línea temporal por accidente, claro.

Rápidamente Lorelai voló hacia su habitación para darse una ducha, vestirse de forma elegante pero cómoda y pedirle a Tony de nuevo su tarjeta, algo que le dio encantado y Pietro se quejó, pues a él siempre se la negaba.

–Ella la va a usar para invitar a la mini viuda a una cena romántica. Tú sólo la quieres para comprarte tonterías.

–Compro series antiguas y figuras de acción, son cosas importantes.

Lorelai salió de su habitación una vez preparó su bolso, regalo por parte de Natasha, y esperó frente a la puerta de Yelena tras haber llamado. La puerta se abrió revelando a Yelena con un vestido negro y el pelo suelto por sus hombros, Lorelai la miró embobada hasta que volvió en sí y le sonrió con cariño.

–Estás increíble. –dijo la pelinegra con una sonrisa.

–Tú también. –respondió Yelena tras mirar a Lorelai de abajo a arriba, y sonrió.

–¿Adónde tienes pensado ir? Podemos ir a cualquier lado.

–Bueno...Hay un restaurante italiano en la ciudad dónde hacen los mejores macarrones con queso. Sé que es algo cutre para nuestra cita pero...

–Vamos. Me encantaría conocer ese lugar. –Lorelai la interrumpió mientras le sonreía. Yelena sonrió también y le dio un beso en la mejilla antes de seguir andando.

Esta vez ambas fueron en un coche que Tony les prestó, Lorelai quería ir volando para ir más rápido pero Tony le comentó que ir lento y disfrutar el momento era parte de la cita, por lo que al final Yelena fue la que condujo el Lamborghini de Tony hacia la ciudad.

Cuando llegaron al lugar, Lorelai usó su velocidad para abrir la puerta de Yelena y extenderle la mano para ayudarla a salir. Yelena sonrió mientras sus mejillas se sonrojaban y aceptaba la ayuda, luego ambas caminaron hacia el restaurante y sentarse en una pequeña mesa alejada del resto. Ambas pidieron lo mismo y estuvieron hablando de varias cosas mientras esperaban a que viniera la cena.

–He hablado con mis madres. –dijo Lorelai viendo atentamente a Yelena, quién frunció el ceño y la miró fijamente. –Van a encontrar una forma de venir. Pero antes de que lo hagan tengo que detener a mi tío, no sé qué puede estar planeando pero no es algo bueno.

–Me alegro de que hayas podido hablar con ellas. Y respecto a lo de tu tío, no te preocupes por él, nosotros te ayudaremos. –respondió Yelena poniendo una de sus manos encima de la de Lorelai.

–Lo sé.

Ambas continuaron con la cita mientras cada una contaba como fue su infancia. Lorelai le contó como sus madres hicieron para que naciera, su nombre completo era Lorelai Luthor Danvers y su nombre de kriptoniana era Lorelai Zor-El, también le contó consiguió entrar en el grupo de superhéroes de su dimensión llamados la Joven Liga de la Justicia. Yelena por su parte le explicó como acabó en la Habitación Roja, como se reencontró con Natasha y como terminó uniéndose a los Vengadores.

En otra dimensiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora